Taller de Creación Artesanal Jacarandas, un espacio para las artesanías del estado

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: José Miguel Sánchez

6 de julio del 2021

Chilpancingo

 

El taller de Creación Artesanal Jacarandas es un espacio para revalorar y difundir la cultura del estado de Guerrero a través de la elaboración, enseñanza y difusión de las artesanías.

 

Tonantzin Yei Beltrán y Víctor Cabrera, los creadores de este espacio, transmitieron a su hijo Tonatiuh, quien tiene 11 años, este gusto por las danzas y la cultura guerrerense.

 

Están ubicados frente a la Clínica del ISSSTE, espacio en el que llevan 10 años dedicándose a esta labor.

 

Tonatiuh y su inclinación por la danza fue fundamental para que Víctor y Tonantzin crearan el Taller de Creación Artesanal Jacarandas.

 

“En una ocasión fuimos a Mochitlán, Tonatiuh iba vestido de tlacololero y llevaba su chirrión, preguntaron quién le hizo el traje. El traje se lo había hecho su su mamá, y ahí le encargaron un traje”, recuerda Víctor.

 

Ese traje fue el inicio de todo. Cuando les encargaron el traje de tlacololero, comentaron a la persona que eran de Chilpancingo y que podían pasar por el traje frente al ISSSTE, cerca de un lugar llamado Conjunto Turístico Jacarandas.

 

Para que pudieran ubicar el lugar optaron por colgar el traje fuera de su casa, pasó el lunes, martes y no fueron por el traje, hasta que otra persona pasó por ahí y preguntó si el traje estaba a la venta, ellos dijeron que no que era de otra persona y que ya estaba apartado, pero ante la insistencia accedieron a venderlo.

 

Volvieron a realizar otro traje por si iba la persona que un principio había hecho ese pedido, pero no volvió a ir. “Pasó una maestra que quería unos trajes porque se acercaba la erección del estado, dijo que si los hacíamos, le hicieron 30, los de todo su grupo, sí se los hicimos y ahí empezó el rollo de hacer artesanías”, comenta Víctor.

 

Posteriormente estudiaron una carrera técnica en artes plásticas, en la Escuela de Arte Bernabé, ubicada en Mochitlan, lo cual les dio las bases para continuar con su proyecto.

 

Iniciar en el mundo de las artesanías fue todo un reto para Víctor y Tonantzin. Sólo elaboraban los trajes, no sabían cómo elaborar un chirrión, y una máscara por lo que su pusieron en contacto con otros artesanos para completar su pedido.

 

Posteriormente ellos investigaron sobre trajes para poder elaborar todo, desde el traje, la máscara, el chirrión y lo sombreros decorados de los tlacololeros. De ahí vinieron más pedidos de otros trajes de diferentes danzas.

 

No sólo se quedaron en la realización de trajes, con el paso de los años fueron preparándose, estudiando e investigando sobre diferentes tradiciones de otras regiones del estado para plasmarlas en artesanías como botellas, las cuales son pintadas con diferentes técnicas que hay en el estado como las de Olinalá, del Alto Balsas o Costa Chica.

 

También pintan tazas donde plasman la cultura de todos los rincones del estado, desde tlacololeros, tigres, o tradiciones. Hay máscaras para las distintas danzas del estado, collares y bisutería artesanal.

 

Las dos vertientes del taller de Creación Artesanal Jacarandas

 

Para Tonantzin y Víctor el taller tiene dos vertientes. Inicia como una forma comercial con la producción y venta de artesanías. La segunda vertiente inició hace cinco años, el negocio comenzó a crecer y varias personas sobre todo niños y jóvenes mostraron interés en aprender sobre la elaboración de artesanías.

 

“Empezamos a dar talleres y clases en la casa de manera solidaria porque no cobrábamos de manera abierta a la población y empezaron a llegar muchos niños y jóvenes”, comenta Tonantzin.

 

A partir de ahí el taller de creación Artesanal Jacarandas dio un giro de ser un taller comercial, ahora es un taller de fomento hacia el desarrollo cultural.

 

Debido a la demanda y producción decidieron rentar un espacio que es dedicado solamente a la creación de artesanías, donde capacitan a jóvenes y donde dan sus clases y cursos.

 

La pandemia por Covid-19 un reto para el taller de Creación Artesanal Jacarandas

 

No todo ha sido fácil para este negocio. La pandemia por covid-19 que aún estamos viviendo, ha sido un reto para Tonantzin y Víctor.

 

Debido a la contingencia muchas festividades culturales importantes se cancelaron, como El paseo del pendón en Chilpancingo, las fiestas patronales de diferentes localidades y los festivales escolares que es donde suelen tener más trabajo.

 

Al ser canceladas estas festividades donde ellos tienen mayor número de ventas por la elaboración de trajes y máscaras esto significó pérdidas para ellos, pero no el fin del Taller de Creación.

 

Tuvieron que ver otras alternativas, dedicaron tiempo a preparase e investigar sobre otras técnicas como las botellas decoradas que, además, son recicladas y contribuyen al cuidado del medio ambiente.

 

Aprendieron a plasmar el arte de diferentes regiones en botellas de vidrio, como las cajitas de Olinalá, la cultura del Alto Balsas, en esta región se dedican a plasmar diferentes historias sobre papel amate. Víctor y Tonantzin tomaron esta técnica y aprendieron a pintar historias sobre las botellas.

 

La virtualidad les permitió dar cursos en línea y así llegar a más personas, ya no sólo dieron clases a personas de Chilpancingo, sino de otras partes del estado e incluso del país.

 

“Pudimos enseñarles las técnicas y el manejo de materiales a personas que no estaban aquí”, comenta Tonantzin.

 

La importancia de las artesanías en la sociedad

 

La elaboración y comercialización de artesanías es muy importante para Víctor y Tonantzin, en los últimos dos años y con el surgimiento del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro han tenido jóvenes aprendices, esto ha traído beneficios para ellos y su taller.

 

La producción de artesanías ha aumentado y han capacitado a jóvenes para que aprendan a valorar la cultura del estado, incluso tienen jóvenes que después de finalizar su capacitación se han quedado a trabajar con ellos.

 

Uno de los tantos proyectos que tienen en mente es acudir a comunidades para enseñarles a comercializar sus productos, capacitándolos con nuevas técnicas, para que no pierdan parte de su cultura y para mostrarles que con la creación de artesanías pueden obtener ingresos.

 

“Nuestra tarea principal es visibilizar todo lo que es la cultura de nuestro estado”, dicen orgullosos.