Andrés Quintana Roo, el legislador por Yucatán que fue parte del Primer Congreso de Anáhuac 

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Congreso de la Unión 

30 de mayo del 2023

Chilpancingo

 

Andrés Quintana Roo, como integrante del Primer Congreso de Anáhuac, fue el primer legislador por el estado de Yucatán, años después fue ministro de la Suprema Corte, desde donde impulsó la libertad de prensa.

Andrés Quintana Roo nació 1787, en Mérida, Yucatán, de familia acomodada, fue hijo del político liberal José María Quintana, quien era propietario de la primer imprenta de Yucatán, en la que se imprimieron los primeros periódicos liberales de la entidad.

Esto le permitió a Quintana Roo un acercamiento al pensamiento político liberal de aquella época.

En 1808 se trasladó a la Ciudad de México, donde se graduó de abogado y trabajó en el despacho del doctor Agustín Pomposo Fernández, lugar en el que conoció a Leona Vicario, mujer con la que se casó.

De acuerdo con la Real Academia de Historia (RAH), en 1810 el padre de Quintana Roo fue alcalde de Mérida, pero por coincidir con el pensamiento liberal de la época, en la que se hablaba de la independencia de las colonias, fue hecho prisionero por la corona española.

Por este hecho, Quintana Roo se incorporó a lucha por la independencia y se puso al servicio del insurgente Ignacio López Rayón.

Junto con López Rayón, Quintana Roo libró varias batallas militares durante la primer etapa del movimiento independiente.

Con la muerte de Hidalgo en 1811, López Rayón asume la jefatura militar del movimiento independentista y declina las tareas de propaganda a Quintana Roo, José Sixto Verduzco y José María Cos, estos tres personajes comienzan a editar y redactar distintos periódicos por todo el territorio nacional.

Conforme la lucha avanzó y con José María Morelos y Pavón a la cabeza, se decidió formar un gobierno y un órgano político que llevara las riendas del movimiento.

“Convocados los líderes insurgentes por Morelos a un congreso de unidad en Chilpancingo, sus trabajos se iniciaron en septiembre de 1813. Andrés Quintana Roo, diputado por Puebla y más tarde por Yucatán, formó parte de la comisión que eligió a Morelos generalísimo de los ejércitos y el 6 de noviembre de 1813, Quintana Roo, en calidad de presidente, redactó y encabezó la lista de firmantes del Manifiesto a la Nación, también llamada Acta de Independencia”, se lee en la biografía de Quintana Roo escrita por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).

Por la persecución de las tropas realistas, los integrantes del Congreso de Chilpancingo se vieron en la necesidad de escapar de esta ciudad.


Te puede interesar: José María Morelos, el primer legislador de México


Los diputados se dispersaron por un tiempo mientras continuaba la lucha armada contra las tropas realistas.

En tanto, los encargados de redactar la Constitución, Quintana Roo, Carlos María de Bustamante y José Manuel Herrera, llamaron a una sesión para el 22 de octubre de 1814, en la ciudad de Apatzingán, Michoacán, donde se presentó públicamente el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, más conocido con el nombre de Constitución de Apatzingán.

Más tarde, Quintana Roo, perseguido por los realistas, redactó una carta dirigida al virrey ofreciendo su rendición y la de su esposa si se les concedía el indulto.

El virrey Apodaca accedió a esta petición, obligándoles a residir en Toluca hasta 1820, cuando se reconoció en México la vigencia de la Constitución de Cádiz.

Conseguida la independencia, en 1822 fue diputado al Congreso por Yucatán y Agustín de Iturbide le nombró subsecretario de Relaciones Exteriores e Interiores.

En abril de 1826 fundó el Instituto de Ciencias, Literatura y Artes.

En el periódico El Federalista Mexicano, que se publicó a partir de 1831, contribuyó a la defensa de las posiciones de Vicente Guerrero, denunciando su destitución y asesinato, y enfrentándose al gobierno que presidía Anastasio Bustamante.

También editó El Correo de la Federación y colaboró en El Fénix de la Libertad y en La Oposición, en los que defendió un liberalismo democrático e igualitario.

En 1831 fue nombrado ministro de la Suprema Corte de Justicia, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1851.

La Real Academia de Historia (RAH) lo catalogó como un “poeta desde su juventud; escribió poemas de corte clásico y formó parte del grupo de románticos y neoclásicos, identificados con el liberalismo al que años después Ignacio Manuel Altamirano tituló los poetas de la Independencia. Fue un buen ensayista y un escritor abundante, como lo demuestran sus numerosos artículos periodísticos, sus discursos de prosa enérgica y los escritos políticos de la época insurgente”.

Murió el 15 de abril de 1851, y sus restos, junto con los de Leona Vicario, están desde 1910 en la Columna de la Independencia.

Este es el último texto de una serie que recopila las historias de los ocho primeros legisladores del Primer Congreso de Anáhuac que sesionó por primera vez en Chilpancingo, y es considerado por los historiadores como el primer órgano de gobierno de América Latina.

Imagen retomada del documento por el cual el Congreso de la Unión decretó inscribir en letras doradas el nombre de Andrés Quintana Roo en el salón de sesiones.

Este contenido está patrocinado por el Congreso del estado de Guerrero

José María Murguía y Galardi, el primer presidente del Congreso de Chilpancingo 

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografia: INAH

abril del 2023

Chilpancingo

 

José María Murguía y Galardi fue un político, militar y escritor que participó en la independencia de México. Además fue el primer presidente del Primer Congreso de Anáhuac, celebrado en Chilpancingo en 1813.

Antes de ser el primer presidente del Primer Congreso de Anáhuac, Murguía y Galardi tuvo otros cargos políticos importantes en su natal Oaxaca.

Murguía y Galardi comenzó su carrera política en 1876, como alcalde ordinario de la ciudad de Oaxaca, cargo que desempeñó hasta 1809, posteriormente fue el encargado de recolectar los impuestos en el estado.

Para 1812, año en que las tropas de José María Morelos y Pavón entran a Oaxaca, era parte de la Junta de Seguridad y Defensa, por lo que negoció con Morelos para lograr una toma pacífica de la ciudad.

Después de la toma de Oaxaca por las tropas insurgentes, fue nombrado por el mismísimo Morelos como el intendente insurgente del estado de Oaxaca.

Poco se sabe de la relación entre Murguía y Galardi y Morelos, y hasta la fecha los historiadores no explican por qué Morelos dejó en el cargo de intendente insurgente a un personaje que siempre perteneció a la élite oaxaqueña.

La teoría más aceptada, de acuerdo con el artículo José María Galardi y el Congreso de Chilpancingo del historiador oaxaqueño Carlos Sánchez Silva, es que Morelos vio en él un personaje «idóneo que podía servir de puente entre los dos bandos».

«La élite oaxaqueña veía en él (Murguía y Galardi) un personaje perfecto para salvaguardar sus intereses», se lee en artículo de Sánchez Silva.

De acuerdo con el mismo artículo, en el Archivo General de Oaxaca existe un gran número de expedientes en los que las familias ricas de ese estado denunciaban despojos y pleitos por parte de los insurgentes.

«Como un verdadero malabarista, Murguía y Galardi trató de encontrar la solución más salomónica que no perjudicara a los miembros de la élite, pero ya también mantuviera contenta a la dirigencia insurgente».

Para 1813 y ante la insistencia de Morelos de tener un órgano de gobierno formal que dirigiera el rumbo de la causa insurgente convoca para el 13 de septiembre en Chilpancingo al Primer Congreso de Anáhuac.

Por eso, Murguía y Galardi es electo en Oaxaca para representar a su estado en el Congreso de Chilpancingo.

En el acta de la primer sesión del Congreso de Chilpancingo aparece Murguía y Galardi como presidente de la sesión y fue él quien le tomó protesta como generalísimo de las tropas insurgentes.

«Lo cierto es que la labor de Murguía y Galardi fue efímera: el 17 de septiembre aparece como presidente (del Congreso); un día después, el 18, su suplente, el doctor Manuel Sabino Crespo ya lo había sustituido».

Después de eso Murguía y Galrdi regresó a Oaxaca a ocupar su puesto como intendente insurgente hasta la toma de la capital por las tropas realistas a principios de 1814.

Una vez que el gobierno español reconquistó Oaxaca de las tropas insurgentes se colocó un Cabildo Eclesiástico para juzgar a quienes colaboraron con el gobierno insurgente.

El Cabildo Eclesiástico acusó a Murguía y Galardi de «infidencia contra su monarca» y aunque no fue sentenciado a muerte como otros líderes insurgentes sí desapareció de la escena política hasta 1820.

Con la declaración de independencia y la instalación de un Congreso Constituyente para naciente nación, Murguía y Galardi reapareció y fue electo diputado por la provincia de Oaxaca en 1820 y posteriormente primer gobernador de 1823 a 1824.

Durante su gobierno y gestión se promulgaron el Acta Constitutiva del Estado de Oaxaca y la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824.

“Después de una azarosa y exitosa carrera política, Murguía y Galardi se retira a la vida privada para escribir su obra Estadística del estado de Oaxaca, obra de ocho volúmenes que concluyó en 1828 y por el que recibió el apodo de Padre de la estadística oaxaqueña”.

Después de la publicación de su obra, Murguía y Galardi desaparece de la vida pública completamente; se desconoce la fecha exacta de su muerte.


Este contenido es patrocinado por el Congreso del estado de Guerrero 

José Manuel de Herrera, el canciller del movimiento independentista

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Mediateca INAH 

27 de marzo del 2023

Chilpancingo

 

José Manuel de Herrera fue un sacerdote insurgente y diputado; firmó los Sentimientos de la Nación y fue comisionado por José María Morelos y Pavón para representar a la causa insurgente en el extranjero.

De acuerdo con su biografía publicada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Manuel Herrera estudió teología en el Colegio Carolino de Puebla, fue cura de Santa Ana Acatlán y de Huamuxtitlán, en el hoy estado de Guerrero.

En 1811 es enviado a la Capellanía de Chiautla, en Puebla, momento decisivo en el que se une a la causa insurgente, comandada por Morelos.

Chiautla fue tomado por las tropas de Morelos, y fue ahí que se adhirió a la causa insurgente y lo acompañó en la toma de Oaxaca en 1812. En la catedral de Oaxaca dio una misa solemne para celebrar ese triunfo.

Dos meses más tarde, Morelos le encargó fundar y dirigir el periódico Correo Americano del Sur, junto con Carlos María de Bustamante.

En septiembre de 1813 fue diputado del Primer Congreso de Anáhuac, en Chilpancingo, en representación de la provincia Tecpan.

En Chilpancingo firmó los Sentimientos de la Nación, primer marco jurídico de América, y posteriormente colaboró en la redacción del Decreto de Independencia en la América Septentrional, y en la constitución de Apatzingán.

En noviembre de 1813, Morelos lo designó para ir a negociar con el gobierno de Estados Unidos en Washington DC el suministro de armas y municiones. Para este viaje, Morelos le encargó la custodia de su hijo Juan Nepomuceno Almonte, pero, tras su muerte, sólo llegaron hasta Nueva Orleans.

José Manuel de Herrera regresó a Puebla, en donde aceptó el indulto ofrecido por el virrey Juan Ruiz de Apodaca.

Regresó a la vida política del país tras la Independencia de México en 1821. Fue nombrado ministro de Relaciones Interiores y Exteriores de 1821 a 1822, por el recién nombrado emperador Agustín de Iturbide.

Posteriormente diputado por Tlaxcala y Ministro de Justicia con Vicente Guerrero en 1829.

José Manuel de Herrera es considera por la historia oficial como el primer ministro de Relaciones Exteriores de México, en 1821 envió a la Secretaría de Estado de Estados Unidos la primera comunicación oficial emanada del México Independiente y estableció las relaciones formales entre los dos países.

Murió en la Ciudad de México en 1831; se desconocen las causas.

 


Texto patrocinado por el Congreso del estado de Guerrero 

Ignacio López Rayón, el abogado del movimiento independentista 

Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Mediateca INHA

24 de febrero del 2023

Chilpancingo

 

Ignacio López Rayón fue uno de los primeros legisladores constituyentes. Junto con José Maria y Pavón conformaron el Primer Congreso de Anáhuac, además es considerado el abogado del movimiento independentista y el impulsor de diversos periódicos liberales de la época.

Su nombre está inscrito con letras doradas en la entrada del salón de sesiones del Congreso de Guerrero, junto con los ocho diputados constituyentes que conformaron el Primer Congreso de Anáhuac.

Nació en Tlalpujahua, Michoacán, el 31 de julio de 1773, cursó la carrera de jurisprudencia en el Colegio de San Ildefonso y retornó a su tierra natal, época en la que consolidó sus relaciones con antiguos compañeros de escuela, como los hermanos Juan e Ignacio Aldama, y con José María Chico, grupo que mostraba sus simpatías por las ideas independentistas.

López Rayón es reconocido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) como el «abogado ideólogo y comandante del Ejército Insurgente», de acuerdo a un artículo publicado su sitio oficial.

Este artículo de la CNDH da cuenta que López Rayón, en octubre de 1810, se unió al movimiento insurgente comandado por Miguel Hidalgo, en el que debido a su profesión de abogado fue nombrado secretario de Estado y del Despacho en el gobierno provisional que Hidalgo instaló en Guadalajara.

Desde dichos nombramientos, López Rayón expidió decretos sobre abolición de la esclavitud y de los tributos, y promovió la publicación del periódico insurgente El Despertador Americano, publicación en la que se difundía el pensamiento liberal e independentista.

Estos decretos sirvieron años después a Morelos para redactar en 1813 los Sentimientos de la Nación, considerado el primer marco jurídico de América.

Con la muerte de Miguel Hidalgo, en 1811, López Rayón quedó al frente del movimiento insurgente en el centro del país.

Logró mantener unido al movimiento y continuar los combates en el centro del país, «al ser un conocedor de que todo movimiento que pretenda alcanzar la reivindicación de los derechos y establecer límites al poder absoluto debe tener formas jurídicas y políticas que lo sustenten, el 21 de agosto de 1811 decidió formar la Suprema Junta Nacional Americana de Zitácuaro, representando un primer paso muy importante en el proceso de emancipación política», se lee en artículo de la CNDH.

De acuerdo con la enciclopedia Memoria Política de México, escrito por Doralicia Carmona Dávila, la idea de López Rayón de crear un gobierno fue compartida por Morelos, quien convocó al Congreso de Chilpancingo en 1813.

Al Congreso de Chilpancingo, realizado el 13 de septiembre de 1813, asistió López Rayón como diputado por Guadalajara.

Sus textos y proclamas que hizo desde la Suprema Junta Nacional sirvieron de base a Morelos para la redacción de los Sentimientos de la Nación y posteriormente para la Constitución de Apatzingán.

Ahora, después de la muerte de Morelos en 1815, López Rayón continuó en la lucha independentista hasta 1817, año en que se rebeló contra la junta de Jaujilla, que era conformada por otros líderes indepedentistas como Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, donde no quisieron reconocerlo como jefe supremo de los ejércitos insurgentes.

Lo anterior provocó que fuera detenido por Bravo y en diciembre de ese mismo año por las tropas realistas que lo enviaron a la Ciudad de México donde estuvo preso.

Ahí fue sentenciado a muerte por los españoles «pero su ejecución fue aplazada y no fue fusilado, como había ocurrido con otros caudillos independentistas, sino que permaneció preso en la Ciudad de México hasta el 15 de noviembre de 1820», según los datos disponibles en la Memoria Política de México.

López Rayón volvió a la política después de la caída de Agustín de Iturbide en 1825.

Ya consumada la independencia ocupó diversos cargos como intendente de la Provincia de San Luis Potosí en 1823; diputado al Congreso Constituyente de 1823 a 1824 y comandante militar de Jalisco en 1825.

«Fue un hombre adelantado a su época, como abogado visionario entendió que el mejor mecanismo para legitimar y consumar un movimiento libertario es el derecho», rememora el artículo que le fue dedicado por la CNDH.

López Rayón falleció el 2 de febrero de 1832 por causas naturales.

Fue por decreto del Congreso de la Unión que su nombre quedó inscrito en la Cámara de Diputados con letras de oro, el 16 de septiembre de 1842 donde hasta la fecha continúa.

En el Congreso de Guerrero su nombre está en la entrada junto a los demás diputados integrantes del Primer Congreso de Anáhuac.


Este contenido es patrocinado por el Congreso del estado de Guerrero 


Te podría interesar:

http://t8b.d8e.mwp.accessdomain.com/2023/02/21/jose-maria-morelos-el-primer-legislador-de-mexico/?amp

Salir de la versión móvil