María, la niña me’ phaa a quien la Secretaría de Salud intentó convencer de no abortar

Viridiana Gutiérrez Sotelo, coordinadora del Observatorio Ciudadano de la Violencia hacia las Mujeres de Guerrero y promotora de la segunda Alerta de Violencia de Género por agravio comparado, documentó en 2021 por lo menos ocho casos en cuatro hospitales donde se negaron a interrumpir el embarazo a niñas, adolescentes y mujeres que fueron violadas


Texto: Arturo de Dios Palma

Fotografía: Oscar Guerrero

21 de febrero del 2022

Chilpancingo

 

La nombraremos María. Es una niña de nueve años que el 14 de febrero llegó junto con una familiar al hospital general de Chilpancingo, Raymundo Abarca Alarcón, a solicitar la interrupción del embarazo.

María fue violada.

La solicitud la hicieron conforme al artículo 159 del Código Penal del estado: con una denuncia penal por el delito de violación sexual y con la autorización expresa del Ministerio Público para la interrupción.

En el hospital se negaron, incluso, intentaron convencerla para que lo continuará. El caso trascendió a los medios de comunicación y obligó a que las autoridades de Guerrero reconsiderar la negativa.

Tres días después, en otro hospital, el de la Madre y el Niño Guerrerense, le interrumpieron el embarazo a María.

Este caso no es el único, en los hospitales de Guerrero es constante la resistencia por interrumpir embarazos productos de violación sexual.

Viridiana Gutiérrez Sotelo, coordinadora del Observatorio Ciudadano de la Violencia hacia las Mujeres de Guerrero y promotora de la segunda Alerta de Violencia de Género por agravio comparado, documentó en 2021 por lo menos ocho casos en cuatro hospitales donde se negaron a interrumpir el embarazo a niñas, adolescentes y mujeres que fueron violadas.

Gutiérrez Sotelo hace el recuento. En julio, al hospital de Chilpancingo llegó una joven me’phaa que fue violada sexualmente para solicitar la interrupción del embarazo y se lo negaron. Le dieron largas hasta que una médica, por su cuenta, le dio una pastilla.

Dos meses después, al hospital de Iguala llegó una niña de 14 años embarazada. Fue violada y presentó su denuncia ante el MP, sin embargo, personal del DIF municipal la convenció para que continuará con el embarazo.

En octubre, en Ayutla, una adolescente de 17 años solicitó la interrupción del embarazo, tras haber sido violada por su novio. En el hospital de ese municipio le negaron el servicio y organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres la acompañaron a la Ciudad de México a practicarse el aborto.

Ese mismo mes, llegó una niña de 13 años al hospital de Chilpancingo, después de que le negaran la interrupción del embarazo en un centro de salud en el municipio de Juan R. Escudero. Hubo resistencia y después de días, por la presión de organizaciones, accedieron a practicar el aborto.

En noviembre, una niña de 13 años que fue violada por su hermanastro, llegó al hospital de Taxco con la denuncia y la autorización del MP para la interrupción del embarazo. Se lo negaron. Al final accedieron, pero la enviaron a un centro de salud.

“Accedieron porque intervenimos, pero con mucha violencia. El director la envió al centro de salud a tomar el medicamento pues no quería que mancharan su hospital”, recuerda Gutiérrez Sotelo.

En diciembre, una mujer de 30 años con discapacidad cognitiva, solicitó la interrupción del embarazo en el hospital de Iguala. Fue violada por un vecino, un hombre de 70 años. Se lo negaron pero por la intervención de organizaciones practicaron el aborto.

La resistencia no sólo es del sector salud, en los MP también. Gutiérrez Sotelo recuerda el caso de una chica que a los 16 años fue violada por el amigo de su hermano en el municipio de Ometepec.

La chica decidió abortar y junto con sus padres y Viridiana, asistieron al MP a denunciar y a obtener la autorización para la interrupción del embarazo.

La agente trató de convencerla y después puso muchos obstáculos, incluso, ofreció adoptar al niño si decidía tenerlo, luego la hostigó. La amenazó con encarcelarla si descubría que no fue violada. Al final autorizó la interrupción pero envió patrullas al domicilio de la joven hasta que le practicaron el aborto.

En Guerrero se han declarado dos Alertas de Violencia de Género, la segunda por agravio comparado, que ordena homologar el Código Penal con la Norma 046 para garantizar que niñas, adolescentes y mujeres víctimas de violación sexual accedan a la interrupción del embarazo sin interponer una denuncia penal y, menos, tener la autorización de un MP.

Hace un mes, en el Congreso local diputadas de Morena presentaron una iniciativa para despenalizar el aborto. Es la tercera en la última década.

Como en las otras dos iniciativas, hay resistencia de diputados y grupos religiosos para que se despanalice el aborto, pero de igual forma existe la exigencia para que se legisle.

A días de la nueva iniciativa, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) llamó al Congreso de Guerrero a que modifique el Código Penal para despenalizar la interrupción del embarazo durante las primeras 12 semanas de gestación.

“En el tema de la interrupción legal del embarazo, el Estado mexicano tiene diversas observaciones de organismos internacionales que lo han instado a armonizar su marco jurídico a nivel nacional y subnacional conforme a los más altos estándares internacionales de los derechos humanos de las mujeres y con los que México se ha comprometido” dijo Inmujeres.

El caso de María hizo que volviera el tema de la despenalización del aborto al Congreso y mostró el nivel del debate. La diputada del PRI, Julieta Fernández Márquez dijo:

“Entonces no sabemos exactamente qué fue lo que le sucedió a esta niña, pero creo que esta historia es desgraciadamente el caso de muchas otras niñas que empiezan su vida sexual y reproductiva a los 10 años y que definitivamente por causa de violación o por causa de que así acostumbran en usos y costumbres, a casarse a muy temprana edad o a juntarse a muy temprana edad, y que tienen más de siete hijos por mujer”.

La primera vez que María y su familia solicitaron la interrupción del embarazo fue en el hospital básico comunitario de su pueblo ubicado en un recodo de la Montaña de Guerrero, de donde la remitieron directamente a Chilpancingo.

El hospital de su pueblo apenas cuenta con lo esencial; no tiene la infraestructura ni el personal especializado para atender un caso como el de María: una niña de nueve años, con pérdida de peso y de alto riesgo.

Eso no sólo ocurre en el pueblo de María sino en toda la Montaña, ninguno de los siete hospitales básicos ni el general de Tlapa tienen la infraestructura, ni cuentan con personal especializado.

En esta región, no sólo se trata de la resistencia permanente del personal médico por interrumpir el embarazo, el problema es estructural: son tantas carencias que no permiten hacerlo de forma segura.

Neil Arias Vitinio es abogada del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan. Atiende cotidianamente a niñas, adolescentes y mujeres que sufren las diversas violencias a las que son sometidas en la Montaña: los matrimonios forzados, las violaciones sexuales y la más extrema, el feminicidio.

Arias Vitinio ha acompañado varios casos de niñas y adolescentes que fueron violadas y que intentaron interrumpir el embarazo pero se toparon con las carencias de los hospitales, la negligencia en los MP y la asfixiante impunidad.

“Las autoridades de salud y los ministerios públicos no están a la altura para atender este tipo de casos y lo único que pasa es que ponen en riesgo la vida de estas niñas”, dice Arias Vitinio.

Estos son cuatro de los casos que ha documentado Arias Vitinio.

Hace dos años, una niña de 13 años de un pueblo de Cochoapa El Grande fue violada sexualmente por su cuñado, el esposo de su hermana. Cuando la niña tenía cinco meses de embarazo solicitó la interrupción.

Por el tiempo, superaba las 12 semanas que marca el Código Penal del estado para interrumpir el embarazo pero sobre todo por el riesgo, Tlachinollan pidió la intervención de la organización Católicas por el derecho a decidir para que la interrupción se practicará en la Ciudad de México.

“Esa vez nos pareció que por el riesgo que corría la niña era mejor que se lo hiciera en la Ciudad de México donde hay una atención más especializada, acá en la Montaña no hay forma”, explica la abogada.

Arias Vitinio fue testigo directo de la resistencia que existe también en los MP. Hace unos tres años acompañó a dos jóvenes a presentar la denuncia por violación y la autorización para la interrupción del embarazo.

El primer caso fue el de una joven que fue violada por el chofer de una camioneta cuando viajaba hacia el municipio de Alcozauca. Le dieron la autorización un mes después, es decir el embarazo avanzó cuatro semanas.

Cuando llegó al hospital hubo resistencia del personal médico.

“La atendieron porque hicimos un escrito explicando que está la Norma 046 para atender a las mujeres en estos casos de violación”, dice.

Al final aceptaron pero se toparon con la precaria condición de los hospitales de la Montaña: la joven tuvo que pagar, en clínicas particulares, los ultrasonidos porque le exigían dar con exactitud el tiempo de gestación. Luego le informaron que la interrupción la haría un médico general, porque no contaban con un ginecólogo. Tampoco recibió atención psicológica, ni de prevención para evitar una enfermedad de trasmisión sexual. Nada.

Arias Vitinio también acompañó a otra mujer que fue violada mientras iba a trabajar al campo en el municipio de Atlixtac. Interpuso la denuncia penal pero el MP tardó dos meses para autorizar la interrupción del embarazo.

“En este caso la mujer decidió seguir con el embarazo, cuando le entregaron la autorización ya había pasado el plazo y ya había gastado mucho en tanta vuelta”, dice la abogada.

Arias Vitinio documentó otro caso: en 2020 en un pueblo de Acatepec una niña de 12 años fue violada sexualmente por un hombre de 42. Era su vecino. La familia se enteró hasta que el embarazo fue evidente: tenía cinco meses.

El vecino amenazó a la niña, le advirtió que si decía algo asesinaría a su mamá y a su papá. La menor guardó silencio hasta que su vientre se lo permitió.

A este hombre, quien era un funcionario público municipal en ese momento, la familia lo denunció penalmente por la violación. En ese caso no ha pasado nada: el agresor está libre y la niña, ahora de 14 años, es madre.

“A la familia se le informó sobre la interrupción del embarazo, pero no quisieron, nos dijeron que no podían hacerlo por sus creencias: ‘somos pobres pero podremos sacarla adelante’”, explica.

 

Tres días después de la exigencia, Salud interrumpe embarazo a niña me’ phaa de 10 años

Familia de la niña me’ phaa abusada denunció que en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón los obligó a firmar un documento para asumir los cuidados del embarazo en la clínica de su comunidad. Muchos médicos, sobre todo en regiones indígenas se niegan a practicar el procedimiento por una objeción de conciencia


Texto: AmapolaPeriodismo

Fotografía: Isabel Velázquez / Archivo

18 de febrero del 2022

Chilpancingo

 

Personal médico del Hospital de la Madre y Niño Guerrerense de Chilpancingo realizó la interrupción del embarazo a una niña de 10 años, víctima de abuso sexual.

La niña de diez años de la región Me’ phaa, se encuentra bien de salud y especialistas de este hospital le están proporcionando los cuidados que requiere, de acuerdo a la Secretaría de Salud.

Este procedimiento clínico que se llevó a cabo después de que sus familiares presentaron ante la Agencia del Ministerio Público una denuncia con una orden de urgencia médica de interrupción del embarazo.

La menor ingresó este lunes 14 al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón de esta ciudad donde los médicos se negaron a realizar esta interrupción por los llamados objetores de conciencia.

La dependencia informó que en los estudios clínicos de laboratorio y de imagenología que se le realizaron a la menor, arrojó como resultado un embarazo avanzado.

«A la paciente junto a su tía se le brindó información objetiva, veraz y eficiente sobre los riesgos que conllevaría la interrupción del embarazo», dice el comunicado de la Secretaría de Salud.

Ese mismo día 14 de febrero la menor y su tía de no continuar con el procedimiento y se retiraron.

No obstante en el comunicado que envió esta dependencia señala que este miércoles 16, se recibió a la niña pero en el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense.

«Aquí se dispuso de un equipo de salud multidisplinario conformado por ginecólogos, pedíatras, médicos generales, enfermeras, sicológos y personal de trabajo social, cumpliendo con la petición de los familiares y la paciente, se estableció que la interrupción del embarazo se realizará en la unidad de cuidados intensivos para mantener la privacidad del proceso y una mejor vigilancia», dice la Secretaría de Salud.

La niña regresará a cuidados intensivos hasta su recuperación total y pueda darse de alta y tendrá cuidados de especialistas además que a sus familiares se les está dando albergue y comida.

El director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, expresó su opinión sobre este caso y la parece inadecuado que los médicos de los hospitales obliguen a la paciente y a sus familiares desistirse de la interrupción del embarazo.

«Aquí en la Montaña, concretamente en los municipios de Metlatónoc y Cochoapa han sido violadas menores de edad y cuando acuden al Hospital para que les realicen la interrupción del embarazo se niegan a hacerlo por una objeción de conciencia», expresó el activista.

Contó el caso de una niña del municipio de Cochoapa el Grande que en el 2021 fue violada sexualmente y semanas después junto con sus familiares acudió al Hospital General de Tlapa para solicitar la interrupción del embarazo que ya era una orden del Ministerio Público.

«Pero los médicos se negaron a realizar el aborto y convencieron a los familiares que la niña tuviera el niño y ahora ella vive en su comunidad», narró Barrera Hernández.

El activista contó que la niña de Cochoapa el Grande, no quería tener al bebé pero los médicos convencieron a sus familiares para tenerlo.

Activistas feministas expusieron varios casos en Guerrero donde las autoridades de los hospitales públicos se niegan a interrumpir el embarazo a mujeres que han sido violadas.
Esta el caso de una mujer de Taxco que fue violada por su hermanastro en noviembre del 2021.

Otro en Iguala de una mujer de 30 años con discapacidad cognitiva que fue violada por un vecino de 70 años de edad.

También hay otro caso en Iguala en donde una menor de 14 años fue embarazada por violación y la directora del DIF la hizo desistir de interponer la denuncia.

En octubre del 2021, una menor de 17 años, fue violada por su novio en Ayutla y le negaron el servicio de interrupción de embarazo y fue apoyada para que fuera trasladada a la Ciudad de México para que allá fuera atendida.

 

Tres décadas de lucha: la historia por la despenalización del aborto en Guerrero

El 12 de enero las diputadas morenistas Beatriz Mojica Morga, Gloria Citlali Calixto Jiménez y Nora Yanek Velázquez Martínez presentaron la última propuesta legislativa para la despenalización del aborto. 


Texto: Beatriz García

Fotografía: Oscar Guerrero

16 de febrero del 2022

Chilpancingo

 

En poco más de 30 años la lucha feminista en Guerrero ha incluido en sus demandas la despenalización del aborto. La no criminalización a la interrupción del embarazo, ha sido una de las demandas para garantizar la salud y la vida de las mujeres en el estado.

En este tiempo, por lo menos se han presentado tres iniciativas que buscan la despenalización del aborto, de acuerdo a un recuento hecho por mujeres que han exigido este derecho en diferentes perírodos, como la diputada morenista, Beatriz Mojica Morga, una tres legisladoras que presentaron la última iniciativa.

El 12 de enero ella, Gloria Citlali Calixto Jiménez y Nora Yanek Velázquez Martínez presentaron la última propuesta legislativa para la despenalización del aborto. Esta, está en espera a que los diputados de la

Comisión de Justicia hagan la revisión, para que pase al pleno del Congreso local y se dé la votación para su posible aprobación.

Esta última iniciativa, en comparación a las anteriores, se da en medio de dos declaratorias de Alerta de Violencia de Género (AVG), la última por agravio comparado, que se evidencia la necesidad de homologar la Norma 046 del Código Penal para garantizar a las niñas y mujeres víctimas de violación sexual la interrupción del embarazo sin que tengan que interponer una denuncia y así evitar poner en riesgo su salud.

Además esta última iniciativa se dio después de que el pasado siete de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinara inconstitucional la penalización del aborto, lo que significa que ninguna jueza o juez podrá encarcelar a quien decida abortar.

Se cumplió un mes de que se presentó la iniciativa en el Congreso local, y la Comisión de Justicia en Guerrero no ha dado respuesta. Sobre esta iniciativa Amapola. Periodismo transgresor habló la diputada Beatriz Mojica Morga.

La diputada mencionó que esperan que se cumpla con el procedimiento jurídico y confía que será pronto, de tal manera de que no se obstruya el proceso y pueda pasar al pleno para la votación. Esta iniciativa es de homologación de acuerdo a los criterios de la SCJN.

La iniciativa, aclaró, no es en sí un asunto de sólo despenalizar el aborto si no que incluye la garantía de los derechos de las mujeres y de la no criminalización.

“Ha habido una obstaculización por parte del PRI para que no se genere el dictamen correspondiente, es parte del proceso legislativo”, manifestó la morenista.

Para hacer la dictaminación de la iniciativa hay un plazo de un mes, que se cumplió el pasado 12 de febrero, entonces la Junta de Coordinación Política tendrá que determinar el proceso para que se pueda generar el dictamen.

Este no es un tema de consulta, insistió la diputada, es un mandato de la SCJN, porque los derechos no están a consulta, porque, además, durante muchos años ha habido discusiones a favor y en contra, entonces es por eso que la Corte dictaminó cuál será la ruta en torno de garantizar en las leyes locales el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y no criminalizar sus decisiones.

Mojica Morga destacó que legalizar no significa promover el aborto, implica la garantía de los derechos de las mujeres, porque es una obligación del estado mexicano, del estado laico y como diputados, pondera, están obligados a generar el marco jurídico más amplio posible para que no se criminalice a las mujeres al tomar decisiones libres y conscientes.

Aclaró que legalizar el aborto no es sinónimo de saturar las clínicas; por ejemplo, la Ciudad de México que avaló esta legalización desde hace 20 años disminuyó los índices de muertes maternas y las interrupciones de embarazo.

En Guerrero, al aprobarse la iniciativa se tendrán que generar otras políticas públicas para garantizar el acceso a la salud, educación, no sólo de las mujeres, sino de toda la población, además de la educación sexual y reproductiva que es una obligación del Estado mexicano, los estados y municipios, así se revertirían los primeros lugares de Guerrero en embarazo adolescente, muertes maternas y muertes de mujeres por abortos clandestinos.

La iniciativa en medio de dos AVG

Guerrero es un estado feminicida. La lucha feminista en Guerrero ante las violencias que viven las mujeres en la entidad obligó a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) a declarar dos AVG, lo que permite un terreno que aún con obstáculos, pronto despenalice el aborto en el estado.

El 22 de junio del 2017, por el trabajo e insistencia de un grupo de activistas feministas, la Secretaría de Gobernación declaró en Guerrero la primera AVG ante el incremento de feminicidios en el estado. El 5 de junio del 2020 se declaró la segunda alerta, porque otra vez las activistas probaron una grave discriminación contra las mujeres y una negación a los servicios especializados de salud.

De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública del 2016 al 2021 se registraron 32 delitos por aborto en el estado. El mayor número en el 2019, con 11, pero no especifica si se trata de las mujeres que abortaron o quienes auxiliaron a las mujeres en el proceso, como en el caso de médicos, tampoco se sabe si por ello hay mujeres procesadas.

De las violencias hacia las mujeres en el estado y la nueva iniciativa que busca despenalizar el aborto habló en entrevista la presidenta de la Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres, Marina Reyna Aguilar, quien forma parte de una de las organizaciones que ha dado batalla en la lucha por los derechos humanos de las mujeres.

Sobre las estadísticas del Secretariado Ejecutivo y que la organización de Reyna Aguilar da puntual seguimiento, explicó, que solicitó a la Conavim información puntual sobre esas estadísticas para saber si había mujeres criminalizadas, pero no la han entregado.

Reyna Aguilar compartió que el año pasado la organización acompañó a siete mujeres víctimas de violación, entre ellas cinco menores de edad, quienes buscaban interrumpir el embarazo.

Con presión lograron que en el estado a cinco de ellas sí se les interrumpiera el embarazo, a dos más –menores de edad- desistieron sus familiares por el temor que les impusieron, como en el caso de los médicos, al decirles mitos, como si sus hijas abortaban iban a morir, o que cuando fuera adulta ya no iban a poder tener hijos o que perderían la matriz.

Este año la organización acompaña un caso de una menor de Cocula, embarazada víctima de una violación sexual. La mamá de la menor acudió al hospital, pero la convencieron que desistiera del aborto, ahora aunque cuentan con el apoyo de las feministas, la niña superó las 12 semanas de gestación y ya no puede interrumpir el embarazo.

En la opinión de Reyna Aguilar la despenalizaicón del aborto en Guerrero, le parece una decisión complicada, en términos legislativos, por la falta de voluntad política que han demostrado las últimas legislaturas, pero es una acción que tiene que realizarse porque además es una medida de la segunda AVG, que tiene que ver con los derechos humanos de las mujeres y de las niñas, derechos humanos.

Que no se avance en la dictaminación, dijo Marina Reyna, afecta porque el personal de salud no quiere hacer los procedimientos, porque el Código Penal dice que los va a castigar, aunque la norma 046 diga que pueden hacerlo, entonces es necesaria esa homologación.

Confirmó lo dicho por Mojica Morga, que aprobar la legalización del aborto, no significa que todas vayan a abortar, al contrario se van a reducir las muertes maternas, se va a garantizar el derecho a las mujeres y no se pondrá en riesgo su salud.

“Las organizaciones que de alguna manera de hace tiempo estamos trabajando por avanzar en el este marco legislativo lo vamos a seguir haciendo. Yo creo que sí se va a lograr, va a costar un poco de trabajo pero se va a lograr”, insistió.

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Al menos tres décadas de lucha por la despenalización del aborto

La primera vez que se presentó una propuesta al Congreso local para la despenalización del aborto fue en 1992, dijo la representante feminista de Aliadas por la Justicia, María Luisa Garfias Marín.

Garfías Marín es una feminista histórica, parte de la lucha por los derechos de las mujeres desde hace décadas en Guerrero, incluso cuando en el estado no había organizaciones feministas, contó en entrevista.

En algunas pláticas de mujeres, recordó, el tema de la despenalización del aborto estaba presente, y cuando fue diputada por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en el periodo 1990-1993 en tribuna planteó reformar el Código Penal y que se clasificara el acoso y hostigamiento sexual, como delito.

Después en el Código Penal ya establecía algunas excepciones, explicó, por ejemplo cuando el embarazo de una mujer era producto de una violación podía interrumpirlo y no había sanción, también si el producto presentaba anormalidades y habían dos médicos que diagnosticaran podían interrumpirlo, o también si la madre presentaba problemas de salud.

Aunque las excepciones ya estaban establecidas los ministerios públicos no lo autorizaban.

En 2007 comenzaron campañas impulsadas por mujeres organizadas en Guerrero, para que las excepciones se cumplieran, por ejemplo la Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres, la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Dddser), Equidad de Género, el colectivo

Nosotras. Entonces se genera la primera iniciativa formal ante el Congreso local.

Un año antes en la ciudad de México se presentó la iniciativa y se aprobó la despenalización. En Guerrero se cabildeó para que votaran, pero de último momento el PRD se dividió. También se hicieron en el estado conferencias, mesas redondas en las siete regiones, hubo foros donde se presentaron propuestas, puntos de vista médicos, jurídicos y éticos, contó Garfias Marín.

“Ha sido un proceso largo y se violenta para quienes hemos promovido en diferentes momentos la iniciativa, porque fuimos agredidas. A mí me amenazan en la ventana de mi casa”, expresó.

En el 2014 se da una segunda iniciativa cuando era gobernador Ángel Aguirre Rivero y la secretaria de la Mujer, Rosario Herrera Ascencio, y se contrató una consultoría para que se elaborara la propuesta de iniciativa. Los grupos feministas acompañaron el proceso, se movilizaron, hicieron campañas y nuevamente el PRD se dividió e impidió la aprobación.

En 2015 se dio una de las agresiones mayores contra los grupos de mujeres que apoyaban la interrupción legal del embarazo. En ese momento fueron invitadas a un foro, donde también hubo presencia de la iglesia, monjas y feligreses, quienes al tener una opinión contraria las agredieron verbalmente y las intentaron golpear. Tuvieron que huir.

“Yo he sido muy agredida”, manifestó la feminista y representante de Aliadas por la Justicia.

En el 2018 cuando le otorgaron la Presea Sentimientos de la Nación por su activismo por los derechos de la mujer, el obispo Salvador Rangel Mendoza y grupos católicos hicieron una campaña en su contra, la tacharon de asesina para impedir se le entregara la presea.

El 13 de septiembre del 2018, esa noche que recibiría la presea en la iglesia de la Virgen de la Asunción en Chilpancingo, el lugar estaba rodeado por personas en su contra, para no permitirle que recibiera la presea, por lo que ingresó y después salió custodiada por un grupo de personas que la protegieron.

Durante estos años Garfias Marín ha acompañado casos de mujeres que estaban en prisión por homicidio en razón de parentesco y se logró su libertad, después de sufrir abortos espontáneos, tal es el caso de la Me´phaa Adriana Manzanares, originaria del Camalote municipio de Ayutla, condenada a 22 años de prisión, después de que fue golpeada por su esposo y como consecuencia sufrió un aborto.

La sentenciaron por homicidio.

Después de más de siete años en prisión, la SCJN revisó el amparo que interpuso con apoyo de las organizaciones. Fue puesta en libertad.

Este es uno de los tantos casos en Guerrero que se quieren evitar al reformar el código penal y homologar la Norma 046, además cumplir con lo establecido en la segunda AVG por agravio comparado y con lo que determinó la SCJN el pasado 7 de septiembre.

De acuerdo a datos oficiales, Guerrero es la cuarta entidad con mayor número de muertes por aborto del país y la sexta con más muertes maternas entre 2002 y 2017.

 

Niña Ayelín: la búsqueda de una madre por los huesitos de su hija

Los restos óseos encontrados en esta jornada de búsqueda serán analizados y posteriormente en una conferencia de prensa, autoridades de la fiscalía informarán los resultados, no se sabe en cuánto tiempo


Texto: Beatriz García

Fotografía: Óscar Guerrero

10 de febrero del 2022

Tixtla

 

“¡Ayelín escucha, esta es tu lucha!”, resonó en el cetro de Tixtla, municipio donde hace un año cuatro meses, Ayelín Iczae Gutiérrez Marcelo, una niña de 13 años oriunda del lugar fue encontrada mutilada en una barranca a 400 metros de su casa.

En esta cuarto día de exigencia de justicia por el feminicidio de Ayelín, hubo un mitín y una ofrenda a la niña y a las víctimas de desaparición forzada y feminicidio. Con esta actividad se cierra la jornada de búsqueda de los los 89 huesitos que faltan a Flora Rojas Marcelo de su hija Ayelín.

Los gritos de: “¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”, “¡Porque nos faltan 43 y nuestros hijos también!”, “¡Ayelín escucha, tu madre está en la lucha”, se escucharon al unísono de las víctimas, defensoras feministas y de derechos humanos, mientras cargaron una cruz delgada, grande y de metal rosa, otras en manos tomaron racimos de flores blancas, moradas y naranjas, además de frutos y semillas, y Flora Rojas no soltó el cuadro con la fotografía de su hija. Exigieron justicia.

Tres días después del feminicidio de su hija, Flora Rojas huyó de Tixtla, ante las amenazas de muerte que recibió por exigir justicia.

Desde ese entonces vive intranquila, su vida cambió radicalmente, acompañada de otras víctimas de desaparecidos, con quien cobra fuerza para seguir y buscar respuesta con las autoridades que mostraron su negligencia desde un inicio cuando hallaron el cuerpo de Ayelín, pero no le notificaron que no estaba completo, dijo este jueves durante el mitin que realizó junto a integrantes de colectivas feministas, de derechos humanos y familiares de desaparecidos y asesinados en la explanada de Tixtla.

Después de sepultar a su hija, Flora protestó con fuerza hasta conseguir que un año y cuatro meses después, comenzara una búsqueda en la zona donde yacía Ayelín, porque exige le entreguen los 89 huesitos que no le dieron de ella.

“No me notificaron, yo me enteré cuando tenía todos los resultados en mis manos. Entonces donde empiezo a exigir que como no se me había dicho que se hablaba de un cuerpo incompleto que fiscalía me entregara hasta el último huesito del cuerpo de mi hija”, dijo.

El pasado lunes Flora Rojas regresó a Tixtla, pero custodiada por peritos y efectivos de la Guardia Nacional, y con el acompañamiento de feministas y otras familias que viven lo mismo que ella. Aunque después de esta jornada se irá nuevamente de Tixtla por su seguridad.

Tres días de búsqueda intensiva fueron las que encabezaron familiares de desaparecidos, peritos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) con perros adiestrados y efectivos de la Guardia Nacional, que terminó ayer miércoles. Durante estos tres días se encontraron restos óseos que serán analizados para determinar si pertenecen a la menor.

Los restos óseos encontrados serán analizados y posteriormente en una conferencia de prensa autoridades de la fiscalía informarán los resultados, pero no se sabe en cuánto tiempo.

Flora Rojas informó que ya hay una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero (CDHG) en contra de las autoridades implicadas desde la desaparición hasta el hallazgo de la menor por omisión.

Dijo que los cuatro detenidos por estos hechos todavía no son sentenciados, porque faltan audiencias y hay retraso ante la pandemia de la Covid-19, de quien exige prisión vitalicia para cada uno de ellos, porque se le identificó ADN de ellos en Ayelín.

En la carpeta de investigación estos cuatro hombres están acusados por violación, feminicidio y privación de la libertad.

Hay más responsables de los hechos. “Sí, hay más. Obviamente que van a seguir con la investigación”.

Memoria. Ayelín hermanó otras exigencias de justicia

Este jueves, cuarto día de jornada para exigir justicia por la niña, en su mayoría mujeres, soldaron la cruz de metal en la explanada del zócalo de Tixtla con una placa en memoria de Ayelín, al pie una ofrenda floral, frutal y de semillas, donde colocaron su foto que la alumbraron una veintena de veladoras de colores.

Guerrero cuenta con dos Alertas de Violencia de Género (AVG) ante el incremento de feminicidios, motivo por el que en el 2016 colectivos feministas solicitaron la medida. Los municipios alertados son: Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Ometepec, Chilapa, Ayutla, Coyuca de Catalán, Tlapa e Iguala, excepto Tixtla.

En la explanada de Tixtla resaltaron carteles con frases como: “Justicia para Ayelin. Somos tu voz porque tú ya no estás ¡¡Que las niñas vivan libres y sin miedo #NiUnaMenos” y “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”.

Protestan en Casa Guerrero por estudiante desaparecida en la Ciudad de México

Los familiares de la estudiante desaparecida denunciaron que la Fiscalía General de Guerrero se negó a realizar las gestiones de búsqueda bajo el argumento de que el caso no está en su área de jurisdicción


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Amílcar Juárez

18 de enero de 2022

Chilpancingo

 

Familiares y amigos de la estudiante Zeltzin Osiris de la Rosa Gómez que desde el pasado 12 de diciembre desapareció en la Ciudad de México protestaron en las calles y terminaron con un mitin afuera de la residencia oficial de Casa Guerrero para exigir a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda su intervención para la búsqueda y presentación con vida de la joven que reside en esta capital del estado.

Mientras la mandataria estatal encabezaba en la sala de la República un acto oficial de la firma de un convenio con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), afuera los manifestantes extendían pancartas y mantas en donde tenían la imagen de Zeltzin Osiris quien estudia en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México.

La protesta empezó con una marcha que partió en el parque Margarita Maza de Juárez, el norte de Chilpancingo.

De acuerdo con Karla Gabriela De la Rosa Gómez, dijo que su hermana Zeltzin salió de Chilpancingo a las 9 de la mañana del 12 de enero a bordo de un autobús de pasajeros Estrella Blanca a la Ciudad de México.

Narró que a las 12 con 30 minutos recibió un mensaje de su hermana Zeltzin de que ya estaba a punto de llegar a la Ciudad de México y que ya había solicitado el servicio de un Uber para transportarse a otra estación de transporte colectivo y llegar a su escuela en Atizapán de Zaragoza.

El viaje de Zeltzin Osiris a su escuela de la UPN fue para realizar unos trámites administrativos y verificar si las clases seguirán siendo en línea o presenciales.

Karla Gabriela contó que a las 12 con 49 minutos su hermana Zeltzin le mandó un mensaje de que estaba esperando el Uber, pero a las 12 con 52 minutos, ya no le contestó los mensajes.

«Estamos muy preocupados de que mi hermana no aparece; ella es bien tranquila y estamos pidiendo a las autoridades que la busquen y regrese con nosotros», dijo en entrevista Karla Gabriela.

Después de que los padres de Zeltzin presentaron la denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México esta institución ya emitió una ficha de búsqueda, aseguró Karla Gabriela.

“Queremos que nos escuchen, ese es nuestro objetivo, que nos tomen en cuenta, que las autoridades nos apoyen para que Zeltzin pueda aparecer”, comentó.

Durante la marcha pidieron el apoyo a la ciudadanía para que comparta la ficha de búsqueda en redes sociales y aportar a la pronta aparición con vida.

La marcha llegó al inmueble de Casa Guerrero a las 12 del día donde personal de seguridad les impidió la entrada, posteriormente fueron atendidos por el subsecretario de gobierno, Ludwing Marcial Reynoso, quien se comprometió a darles el acompañamiento jurídico.

Durante el mitin, los familiares de la estudiante desaparecida denunciaron que la Fiscalía General de Guerrero se negó a realizar las gestiones de búsqueda bajo el argumento de que el caso no está en su área de jurisdicción.

“Se buscó a la fiscalía para hacer las gestiones pero nos comentaron que no es su jurisdicción porque ya es otro estado pero que iban a realizar unas llamadas y ver si pueden hacer algo”, dijo Karla Gabriela, hermana de la víctima.

Anunciaron que este miércoles se trasladarán a la Ciudad de México para realizar una protesta en la Fiscalía General de Justicia y exigir la búsqueda de Zeltzin Osiris de la Rosa.

 

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