Sanadoras: las mujeres, la salud y lo divino

Texto: Marlén Castro

Fotos: Antonia Ramírez, Marina Romero y Marlén Castro

Ilustracion: Saúl Estrada

Viernes 8 de marzo del 2024

Chilpancingo

 

Desde la época prehispánica hasta la actualidad existe el predominio de las mujeres en la medicina tradicional, estableció la antropóloga social Sylvia Marcos, estudiosa de los poderes curativos populares en México.

Afirma que este papel de las mujeres en las funciones de cuidado a la comunidad y de intermediación con lo sobrenatural permaneció mucho tiempo en la invisibilidad, por lo que era necesario estudiar el curanderismo con una perspectiva doblemente feminista.

La sanadora Juana Marcelino, de la comunidad de Ocotequila, municipio de Copanatoyac, en la pasada temporada de Día de Muertos en su comunidad.

La antropóloga en su estudio Mujeres, cosmovisión y medicina: las curanderas mexicanas, establece que el espacio del curanderismo es una dimensión demarcada y diseñada por las creencias religiosas y la cosmovisión mesoamericana.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo, en Amapola, periodismo transgresor queremos dar cuenta del papel fundamental de las mujeres en las funciones de cuidado a la comunidad, en este caso, en la salud de los habitantes, por eso preparamos esta serie Sanadoras: las mujeres, la salud y lo divino.

Partimos de que las sanadoras existen básicamente en las zonas rurales, sobre todo, las más alejadas, pero las hallamos en las zonas urbanas, incluso en la capital de los estados, donde predominan los hospitales, las clínicas y los consultorios privado de la medicina alópata.

Los servicios de las sanadoras son importantes en las zonas urbanas porque son más accesibles para las personas de escasos recursos. Una consulta con un médico particular con un especialista puede ser desde 300 hasta 1,000 pesos. Los servicios de las sanadoras, en cambio, son desde 50, 100, máximo 150 pesos por consulta. Eso reciben las sanadoras que se entrevistó para esta serie.

La periodista oaxaqueña Diana Manzo, quien tiene documentado el papel de las mujeres sanadoras en la salud de las comunidades en la región del Istmo de Tehuactepec, considera que su función es muy importante porque se trata de un conocimiento ancestral que comparten a las siguientes generaciones y, también, es una forma de fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia.

Gabriela León Encarnación, sanadora de Chilpancingo, limpia los tres cuerpos: almico, espiritual y físico de un paciente, este lunes 4 de marzo.

“Las mujeres médicas tradicionales son sabías, saben dónde encontrar las plantas y el uso que tienen. Guardan las semillas. Sus casas son farmacias comunitarias y siempre tienen un té de hierbas que ofrecerte para cada ocasión. Se preocupan por las emociones, son más comprensibles y empáticas con lo que tú necesitas”, indicó Diana Manzo, consultada para esta serie.

En la región en la que documentó el papel de las sanadoras tradicionales dijo que es más común que a los bebés los lleven con ellas que con los médicos convencionales, y las niñas y los niños crecen con buena salud. En esa región, agregó, sobre todo las mujeres que se dedican a la salud, gozan de la aceptación y el respeto del resto de los habitantes.

En las comunidades rurales, el papel de las sanadoras es más importante porque los habitantes viven alejados de los servicios de salud, mientras que las sanadoras son parte de la comunidad y gozan de la confianza de la gente.

Esta serie además de reivindicar el papel de las mujeres en el ámbito de la salud y de reconocer los conocimientos de los pueblos mesoamericanos tan válidos como los conocimientos occidentales es también para desmontar la narrativa estigmatizante en contra de las mujeres dedicadas a la curandería.

La cosmovisión de los pueblos originarios mesoamericanos apela a las divinidades para hacer posible el proceso de la sanación, a la fe y la creencia, subjetividades que niega la ciencia occidental, porque esta ciencia tiene barreras y límites en la comprensión de todos los fenómenos. Como afirma el sociólogo portugués Boaventura de Souza Santos, la ciencia sólo puede explicar los fenómenos que reconoce, no los que ignora, pero que los ignore no quiere decir que no existan y que no sean válidos.

Apelar a los espíritus, a los aires chiquitos y aires grandotes, como lo hace Florencia Tejedor para curar a las personas; a los seres de luz y a los espíritus de sus ancestros como lo hace Gabriela León, o recibir las indicaciones en los sueños, como le pasa a Juana Marcelino, es pisar un terreno incomprensible para una mayoría y es más fácil estigmatizar que entender.

Florencia Tejedor Méndez, sanadora de Apango, cabecera de Mártir de Cuilapan, reza frente al altar para pedir por la salud de las pacientes que llegaron a consulta el pasado domingo 3 de marzo.

Esta serie se basa en las historias de tres sanadoras: Florencia Tejedor Méndez, de 81 años, una curandera nahua de Apango, cabecera del municipio de Mártir de Cuilapan, en la zona Centro del estado, de Gabriela León Encarnación, de 58 años, en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero y de Juana Marcelino Pantoja, de 75 años, de Ocotequila, municipio de Copanatoyac, en la región de la Montaña alta.

Detienen en Chilpancingo a activista por protestar contra feminicidios

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Cortesía 

18 de diciembre del 2023

Chilpancingo

 

La activista feminista Wendy Alanis Gutiérrez fue detenida esta tarde por policías municipales de género.

Wendy Alanis realizaba pintas en el zócalo de Chilpancingo para exigir justicia por los feminicidios ocurridos en el estado.

Wendy Alanís inició esta mañana una serie de pintas en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac. Frente al Ayuntamiento escribió: “Alto a los feminicidios”.

Después se trasladó al quiosco del zócalo donde colgó algunas lonas con fichas de mujeres asesinadas. En ese mismo punto realizó otras pintas en las que se leía: «por un México sin feminicidios”.

Las policías municipales esposaron a Alanis Gutiérrez y la subieron a una patrulla para llevarla a la cárcel municipal.

“Estaba exigiendo que en Chilpancingo dejen de ser asesinadas las mujeres”, contó Wendy Alanís.

Contó que las polícias le dijeron “que estaba ensuciando la ciudad”.

Estuvo detenida aproximadamente una hora.

“Por realizar una protesta pacífica me llevaron presa, estuve detenida una hora y después me soltaron, eso evidentemente es una agresión”.

La protesta de la activista fue porque durante el fin de semana, en distintos hechos, asesinaron a dos mujeres y una más está herida de bala después de un ataque armado.

En Tepecoacuilco, otras dos mujeres asesinadas fueron halladas en la comunidad de Santa Teresa, junto a dos hombres.

El fin de semana asesinaron a cuatro mujeres en Guerrero, razón por la cual la activista protestaba para exigir a las autoridades garantizar la seguridad a las mujeres.

La activista dijo que denunciará la agresión ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) por la detención que calificó como arbitraria por parte de dos elementos de la Policía Municipal de la Unidad de Género.

Nueve órdenes de aprehensión contra feminicidas en la Montaña, ninguna ejecutada: Tlachinollan

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Tlachinollan 

15 de diciembre del 2023

Chilpancingo

 

“Lo feminicidas están libres y pueden seguir cometiendo más actos de violencia y no son detenidos”, denunció Neil Arias Vitino, abogada del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, ante el aumento de feminicidos en esta región.

En total son nueve órdenes de aprehensión por el delito de feminicidio en la Montaña del 2015 a la fecha. De estas nueve órdenes de aprehensión, ninguna se ha ejecutado, informó la abogada de la Organización no Gubernamental (ONG).

Tlachinollan brinda acompañamiento jurídico desde el 2014 a 27 familiares de víctimas de feminicidio, indicó Arias Vitino.

Aspectos de la marcha en Tlapa para exigir justicia por el feminicidio de María Margarita, el pasado 7 de diciembre del 2023. Fotografía: Tlachinollan

Tlachinollan tiene registro de 100 feminicidios ocurridos en la región de 2014 a la fecha.

El caso más reciente es el de María Margarita Vargas Florencio, orginaria de Conapatoyac, asesinada el 3 de diciembre presuntamente por su ex pareja, Pavel Bernabé Florentino.

La Fiscalía General del Estado (FGE) y el Ministerio Público de Copanatoyac sostienen que la muerte de María Margarita fue un suicidio, su familia no cree esa versión por varias razones, una de ellas, es que María Margarita se separó de Pavel por violencia familiar.

Además, desde el fallecimiento de María Margarita, Pavel huyo de Copanatoyac; hasta el momento nadie sabe de él.

“Copanatoyac desde el 2017 tiene una orden de aprehensión por feminicidio, pero ya se han cometido seis feminicidios más y, como no hay detención, aumenta más la violencia contra las mujeres”, dijo Arias Vitino.

 

Falta de políticas públicas y complicidad

A raíz del feminicidio de María Margarita y otros ocurridos en la región, colectivas feministas solicitaron que se declare la Alerta por Violencia de Género en Copanatoyac

Arias Vitino consideró que se requieren mayores acciones para garantizar una vida libre de violencia a las mujeres en la Montaña.

“El tema no es que se decreten las alertas porque no hay política pública de atención. De qué sirve que se creen estos protocolos de atención y que haya alertas si no hay voluntad política. Si las instituciones no se ponen a trabajar, la violencia contra las mujeres va a continuar”, agregó Arias Vitino.

Aspectos de la marcha en Tlapa para exigir justicia por el feminicidio de María Margarita, el pasado 7 de diciembre del 2023. Fotografía: Tlachinollan

La falta de personal en las áreas de las instituciones que abordan el tema es otro factor que limita que las mujeres de la Montaña tengan acceso a una vida libre de violencia.

El factor determinante es que muchos casos de feminicidio quedan impunes.

La impunidad, explicó la abogada, ocurre por “la complicidad” entre los varones para evitar castigos.

Explicó que en la Montaña es común saber de casos donde los feminicidas no reciben un castigo por su corrupción o cercanía con las autoridades.

“Desde arriba empiezan a moverse cosas, de pronto no se hacen las cosas con debida diligencia, no se recaban los indicios. Todos estos son obstáculos que impiden que haya una buena investigación en un caso”.

En el caso de las denuncias, Arias Vitino explicó que si se realizan denuncias, la falta de recursos humanos y financieros de la FGE hacen que las medidas que requieren las víctimas no se les brinden.

“El llamado a las insituciones es que haya voluntad política y que se ejecuten las órdenes de aprehensión que hay en la Montaña”, pidió.

Arias Vitino exigió a la FGE un protocolo para atender los casos de feminicidio, también capacitaciones al personal que trata con las familias de las víctimas para que haya mayor sensibilidad y empatía.

Recalcó que deben tener protocolos específicos, ya que el contexto de las mujeres de la Montaña es diferente al de las mujeres en la ciudad.

“No hay perspectiva de género para atender estos casos. No hay suficiente personal. La justicia en el tema de investigaciones en muy lenta”.

Solidaridad feminista: colectivas operan red proaborto en la frontera de México y Estados Unidos

Las restricciones al aborto son duras en la frontera norte de México, sin embargo feministas enlazadas sustituye el vacío de servicios de salud y en colectivo enfrentan desde la escasez de píldoras hasta el miedo a la criminalización


Texto: Danae Vílchez y Mónica Martínez / La Verdad / openDemocracy

Fotografía: Meliza Valencia / openDemocracy 

22 de noviembre 2023

 

Alma, una joven mexicana cuyo verdadero nombre omitimos, se quedó embarazada sin querer en junio de 2021. Ya tenía un hijo y no pensaba tener otro. Pero como vivía en Sonora, estado fronterizo del norte del país, pensó que tenía pocas opciones. El aborto alí sólo está permitido si hubo violación o si la vida de la embarazada corre peligro. Nada de eso aplicaba a Alma, y le podían caer hasta seis años de prisión si abortaba.

 

Entonces, una amiga compartió un secreto bien guardado. Una red de activistas a favor del aborto podía ayudar a Alma a interrumpir su embarazo de forma segura en Hermosillo, la capital del estado.

 

Una ginecóloga, también activista por el derecho a decidir, confirmó que Alma estaba embarazada de unas cuatro semanas y la remitió a Marea Verde, grupo feminista que ayuda a las mujeres que desean abortar. El grupo la guió en el proceso de un aborto médico, le proporcionó las píldoras y estuvo con ella y su pareja cuando se tomó la medicación en casa.

 

“Fue la mejor decisión que pude tomar en mi vida”, dice Alma ahora. “Tuve la suerte de estar acompañada y segura. A pesar de toda la situación, se siente increíble tener esa compañía”.

 

La Suprema Corte de Justicia de México despenalizó este año el aborto en todo el país, allanando el camino para que el sistema sanitario federal brinde el servicio, pero eso no ocurrirá de la noche a la mañana. Mientras tanto, el aborto a demanda sólo está disponible en 12 de los 32 estados del país. En el resto, rigen restricciones severas, y el aborto solo se permite en casos de agresión sexual o si la vida o salud de la embarazada corre peligro.

 

Sin embargo, miles de mujeres mexicanas encuentran la forma de interrumpir su embarazo cada año. En los estados del norte cerca de la frontera con Estados Unidos (EE.UU.), cuentan con ayuda de activistas por los derechos reproductivos y de una red de acompañantes, que funciona de forma muy parecida al “ferrocarril subterráneo” del siglo XIX, que ayudaba a las personas esclavizadas del sur de EEUU a escapar de sus explotadores y viajar al norte, donde la esclavitud era ilegal.

 

En México, donde la desinformación abunda, los grupos feministas pueden ser la única fuente fiable – y confidencial – de información sobre aborto. Con la ayuda de aliadas, gestionan casas seguras y emplean canales de comunicación secretos para apoyar a quienes necesitan tomar decisiones sobre su salud reproductiva. El método seguro y no quirúrgico del aborto con medicamentos es su principal herramienta.

 

La Organización Mundial de la Salud considera que el misoprostol es un fármaco seguro para provocar un aborto hasta la semana 12. Puede utilizarse solo o en combinación con otro medicamento, la mifepristona. El misoprostol provoca contracciones y hemorragias similares a las de un aborto espontáneo prematuro, y la mifepristona bloquea la secreción de la hormona progesterona, impidiendo que el embarazo progrese.

 

En México, el misoprostol se vende sin receta en farmacias por entre 15 y 30 dólares (entre 260 y 520 pesos mexicanos), pero para la mifepristona sigue siendo necesaria una receta.

 

En Estados Unidos, laa Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizó hace poco la venta de mifepristona sin receta, y el misoprostol lleva más de dos décadas en venta en farmacias o por correo. Pero la aprobación de la FDA fue impugnada en Texas por un grupo conservador representado por la organización jurídica religiosa Alliance Defending Freedom. Ninguno de los dos fármacos está legalmente disponible en estados que, como Texas, han prohibido el aborto.

Andrea Sánchez del grupo feminista Marea Verde Sonora impartiendo taller en un parque sobre aborto seguro con pastillas | Meliza Valencia/openDemocracy. Reservados todos los derechos.

SOLIDARIDAD POR EL ABORTO

En junio de 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la histórica sentencia Roe contra Wade, y puso fin asi a la protección constitucional del aborto. Esto abrió el camino a que las legislaturas estatales promulgarán leyes más restrictivas sobre la interrupción del embarazo. En respuesta, al menos 17 organizaciones mexicanas que operan a lo largo o cerca de la frontera entre los dos países ampliaron sus redes transfronterizas para brindar atención a mujeres estadounidenses que necesitan abortar.

 

openDemocracy y La Verdad de Juárez revelaron este año que organizaciones antiabortistas, como Vifac (Vida y Familia AC), dirigen centros acusados de difundir desinformación y de coaccionar a mujeres y niñas para que continúen con sus embarazos.

 

Tokya Casimiro, acompañante abortista de Hermosillo, relató que ella y sus colegas suelen recibir a mujeres que no quieren que sus familias se enteren de que están pensando en abortar, procedentes de ambos lados de la frontera.

 

El papel de la acompañante es ofrecer información y apoyo, no juzgar. “Intentamos hacer hincapié en que no es que no nos importen sus razones, sino que creemos que todas las razones son válidas”, explica Casimiro.

 

Andrea Sánchez trabaja como acompañante para Aborto Seguro en Sonora. El grupo ayuda a las mujeres a acceder a píldoras abortivas, y Sánchez afirma que ofrece una amplia gama de apoyo, desde salud mental hasta asesoramiento jurídico.

 

“Parte de nuestro trabajo consiste en descubrir los distintos contextos a los que se enfrentan las mujeres que necesitan acceder al aborto. También podemos identificar si una mujer es víctima de violencia y sugerirle opciones, dependiendo de la situación”, dice.

 

Garantizar el acceso al aborto con medicamentos fue la razón por la que Sandra Cardona fundó en 2016 el grupo Necesito Abortar en Monterrey, la capital de Nuevo León, otro estado fronterizo. Ella comenzó a usar Facebook para informar a la gente sobre el aborto con pastillas. Desde entonces, según Cardona, el grupo ha asistido a más de 20 mil personas con apoyo para abortar o información sobre derechos sexuales y reproductivos, principalmente en México, pero también de otros países latinoamericanos y de EEUU.

A unos 220 kilómetros de la frontera con Texas, Cardona y su compañera Vanessa Jiménez abrieron una ‘abortería’ en su casa, en un barrio residencial de Monterrey. El aborto está severamente restringido en Nuevo León, y sólo se permite en casos de violación y de riesgo para la vida o la salud de la mujer.

 

Cardona y Jiménez acogen a personas que carecen de un lugar seguro para tomar las píldoras, y les proporcionan cobijo y orientación. No le tienen miedo a la persecución, a pesar del código penal del estado, porque se amparan en la sentencia de la Suprema Corte de 2021, que declaró inconstitucional criminalizar el aborto.

 

Las dos solían atender sobre todo a mexicanas o a migrantes de camino a EE.UU., pero esto cambió el año pasado. “Normalmente, dábamos información a mujeres de EE.UU. una vez cada uno o dos meses, pero a partir de septiembre de 2022 empezaron a llamar más mujeres. Algunas llegaron a nuestra ciudad pidiendo ayuda”, dice Cardona. “Ahora mismo, unas cinco o seis personas [de EEUU] vienen aquí cada semana en busca de un aborto”.

 

Otra acompañante abortista del estado de Chihuahua, fronterizo con Texas, asegura que, salvo una excepción, todas sus usuarias del lado estadounidense son hispanohablantes y muchas viven en comunidades fronterizas.

 

Mariela Castro, voluntaria del grupo de apoyo Marea Verde en ese estado, dice que las mujeres estadounidenses interesadas en su red transfronteriza suelen ser de clase trabajadora y con pocos recursos. “Sabemos que son ellas las que sufren esta situación. Buscar un aborto tiene mucho que ver con no complicar aún más su situación vital”, agrega.

 

La mayoría de las mujeres proceden de Texas, donde es ilegal practicar abortos en casi cualquier circunstancia e incluso mediante el envío por correo de los medicamentos mifepristona y misoprostol. Las leyes de Texas sólo contemplan excepciones para salvar la vida o evitar un “deterioro sustancial de las principales funciones corporales” de una paciente embarazada.

ESQUIVANDO LA CRIMINALIZACIÓN Y LA VIGILANCIA

Uno de los mayores desafíos de esta red transfronteriza es trasladar las píldoras abortivas por la frontera.

 

Para las clientas de México, las normas de las farmacias locales facilitan el envío de medicamentos por correo o mediante aplicaciones de entrega. Pero hacer llegar las píldoras a EEUU es otro cantar. A veces, las acompañantes tienen que encontrar allegados a la usuaria estadounidense u otras personas dispuestas a cruzar la frontera con el misoprostol. En Texas, el suministro de píldoras abortivas puede acarrear una pena de cárcel.

 

La mayoría de las proveedoras con las que hablamos en México no parecen preocuparse del riesgo de ser imputadas por autoridades estadounidenses, aunque sí por la seguridad de las mujeres a las que ayudan – y por sus familias.

 

Pero Karina de la Cruz, activista de Marea Verde Nogales, en la frontera con Arizona, afirma que acompañantes de Nogales le han confiado que temen ser criminalizadas por llevar píldoras abortivas a EEUU.

 

“Las restricciones en Estados Unidos nos pondrían a nosotras o a cualquiera que quiera ayudarnos al mismo nivel que los narcotraficantes, porque estaríamos cometiendo un delito al llevar allí el medicamento [misoprostol]”, dice.

 

La seguridad en línea también es crucial. Salma, una acompañante de Chihuahua que pidió no publicar su apellido, afirma que ella y muchas de sus colegas tuvieron que cambiar sus protocolos de comunicación con las personas a las que ayudan.

 

Por ejemplo, dejaron de utilizar aplicaciones de mensajería instantánea de Meta, como WhatsApp, Messenger e Instagram, luego de que Facebook reveló información a las fuerzas de seguridad de EEUU en el caso del aborto de una adolescente en Nebraska. Las autoridades estatales revisaron los mensajes privados de la chica, en los que supuestamente se detallaba cómo se había practicado un aborto con pastillas.

El muro fronterizo entre EE.UU. y México en Nogales, Sonora | Meliza Valencia / openDemocracy. Todos los derechos reservados.

 

Precios al alza y escasez

Las restricciones de EEUU desde la anulación de la sentencia Roe también impactan en la demanda de medicamentos abortivos en México.

 

Varias organizaciones mexicanas entrevistadas por openDemocracy han tenido dificultades para conseguir misoprostol de sus proveedores habituales. “Después de todas estas acciones contra el aborto en Estados Unidos, hubo escasez de misoprostol en México”, dice Salma. Aunque consiguieron negociar un precio bajo (240 pesos mexicanos, 14 dólares, por caja), frente al precio habitual de venta al público de 520 pesos mexicanos (30 dólares), los precios están subiendo.

 

La organización Colectiva Libre Feminista, con sede en Ciudad Juárez, estuvo recaudando fondos para un almacén de misoprostol, con el fin de ayudar a las mujeres necesitadas en territorio mexicano y en El Paso, Texas.

 

Si las farmacias se muestran reacias a venderles pastillas de misoprostol, recurren a un hombre para que las compre, “porque es más fácil para ellos que para una mujer”, explica Aylin Flores De la Rosa, miembro fundadora del grupo.

Aylin Flores de la Colectiva Libre Feminista de Ciudad Juárez, afuera del Hospital de la Mujer local|Verónica Martínez/openDemocracy-La Verdad de Juárez. Reservados todos los derechos.

Las defensoras del aborto en México también están preocupadas por un posible aumento del costo de los abortos quirúrgicos, así como de otros procedimientos de salud sexual y reproductiva.

 

Actualmente, el sistema público de salud ofrece un número limitado de estos procedimientos de forma gratuita, según Laura Dorado, de Aborto Seguro Chihuahua. Pero se teme que los hospitales privados puedan ver una oportunidad de ofrecer estos servicios, y hacerlo a un precio elevado, poniéndolos fuera del alcance de las mujeres mexicanas, pero al alcance de sus pares estadounidenses.

 

“Los extranjeros vienen aquí por odontología, cirugía plástica y procedimientos médicos que son demasiado caros en su país. Vienen aquí porque es barato para ellos, pero para la gente que vive aquí es costoso”, dice Flores.

 

A pesar de las dificultades, las activistas de ambos lados de la frontera son optimistas. Mariela Castro afirma: “Las mujeres de EEUU no estarán solas mientras haya mujeres del otro lado organizándose”.

Proponen sumarse al mapeo de agresiones a lesbianas

Texto: Andrés Domínguez / Chiapas Paralelo

Fotografía: Chiapas Paralelo

10 de octubre 2023

 

Vanesa Quintana, egresada de la carrera de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), invitó a toda la población chiapaneca; pero en especial a las lesbianas quienes hayas sufrido algún tipo de discriminación o violencia, dejen su registro para el “Mapeo de agresiones a mujeres lesbianas en México”.

Quintana ha participado en dos proyectos con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Colegio de Geografía: El Atlas de Igualdad y Derechos Humanos, y en el Monitoreo de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.

<< Desde mi posicionamiento como feminista mis líneas de investigación están centradas en la geografía lésbica, la geografía del deporte, y recientemente en las geografías de las infancias. Actualmente soy miembro de Geofeministas, y contribuyo en la divulgación científica del trabajo geográfico de las mujeres,  puntualizó la especialista.>>

Dicho mapeo, es el resultado de la generalización de la mayoría de la información que realizan instituciones o organizaciones no gubernamentales, debido a que las realizan en conjunto con la población LGBT+, invisibilizando (de manera no consciente) y creando un sesgo mayor sobre dichas agresiones y violencias.

Por tanto, el objetivo es realizar un mapeo más detallado y elaborar un informe más cuidadoso con base teórica en la geografía lésbica feminista.

“Dependiendo de la cantidad de datos que recibamos, se elaborará uno o dos mapas. Por ello, si fuiste agredida más de una vez y en diferente año te pedimos responder el formulario la cantidad de veces de las agresiones vividas. Además, los datos que proporciones (como tu nombre) serán confidenciales” visibiliza la plataforma.

Al mismo tiempo, Quintana realiza otro tipo de mapeos, como el de “Ubiquemos a las lesbianas mexicanas en el mapa”, un ejercicio con la finalidad de conocer y dar más visibilidad a los trabajos de dicha población en México.

Para ese mapa, se incluye lesbianas con trabajo poético, narrativo o de ensayo. Así mismo, trabajos académicos: tesis, artículos, etc; servicios como: corrección de estilo, profesiones, etc y también incluyen círculos de lectura.

Sobre este último mapa, aún no se registran datos de Chiapas.

Por último, Quintana remarcó el objetivo de realizar una propuesta para una geografía lésbica en México.

<< Desde el nacimiento de las geografías lésbicas los trabajos han sido mayores sobre todo en los países occidentales o con esfuerzos de pocas geógrafas lesbianas por invitar e incorporar trabajos de diversos países, plasmó. >>

Por tanto, no existen trabajos suficientes para enriquecer esta rama geográfica tanto a nivel local, nacional, como a nivel internacional. En consecuencia, consideró apremiante visibilizar a las mujeres lesbianas y su espacialidad.

Despenalizar no es lo mismo que acceder a un aborto seguro

En el Día de la Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, activistas feministas denuncian la falta de protocolos para un aborto seguro en Guerrero


Texto: Itzel Urieta 

Fotografía: Archivo

28 de septiembre del 2023

Chilpancingo

 

Los planes de Martha (a quien llamaremos así en este texto) no eran convertirse en madre pronto. Salió de su comunidad, en la Costa Chica de Guerrero, para estudiar en Chilpancingo.

En mayo, Martha supo que estaba embarazada. Su decisión fue clara: no ser madre aún. En ese momento, convertirse en madre significaría renunciar a continuar con sus estudios y, con ello, a sus metas.

Su opción era interrumpir su embarazo, ¿Dónde lo haría? ¿En el hospital de su comunidad? ¿En Acapulco? Martha sabía que ninguno de esos lugares eran opción. En su comunidad las mujeres que deciden interrumpir su embarazo son criminalizadas y señaladas, a pesar de que el aborto se despenalizó en Guerrero desde el 17 de mayo del 2022.

Una amiga sugirió a Martha buscar apoyo en Marea Verde Guerrero. Marea Verde es un movimiento feminista en pro de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Martha contactó a Marea Verde Guerrero, a través de redes sociales, para solicitarse el apoyo y acompañamiento y recibió ese soporte por parte de las mujeres que fungen como acompañantas voluntarias.

Entonces, Martha tenía menos de 12 semanas de gestación, por lo que, de acuerdo con lo establecido en la ley, estaba dentro del margen para realizar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), y no representaba algún riesgo para su salud.

El método para interrumpir el aborto fue mediante el uso de Misoprostol, un medicamento indicado y autorizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al tomar Misoprostol se producen contracciones en el útero y se provoca la dilatación del cuello uterino, esto permite la evacuación del producto del embarazo en los días siguientes. El procedimiento no es invasivo es decir, no requiere de instrumental clínico, ni debe realizarse en un hospital, centro de salud o por un profesional de la salud y el riesgo de complicaciones es mínimo.

Jéssica Estévez Ojendis fue la acompañanta de Martha. Ella verificó que el procedimiento fuera adecuado. «No tuvo mayores complicaciones (Martha) Siempre, después de todo procedimiento, es importante realizar un ultrasonido para asegurarnos de que no hubiera nada alrededor», contó Jéssica.

Jéssica y otros acompañantes de Marea Verde Guerrero sugirieron a Martha acercarse a la Unidad de Partería en Chilpancingo para la realización de su ultrasonido. Jéssica pidió a Martha que le enviara todos los informes sobre el trato del personal.

Martha le contó a Jéssica que recibió un trato cordial por parte de las enfermeras y algunos trabajadores sociales, al llegar con el médico que le realizaría el ultrasonido, todo fue diferente.

Martha vivió en ese lugar de lo que huyó en su comunidad: la criminalización.

El médico Jaime Goytia Basilio que atendió a Martha le dijo que «el aborto no debió haber sido despenalizado porque daba pauta a que personas como ella, una joven de 18 años o de menos edad se tomaran estas situaciones a juego».

Luego la regañó por interrumpir su embarazo.

El ultrasonido no le fue negado, pero Martha se sintió incómoda desde ese momento. El estudio arrojó que todo estaba bien y que el procedimiento realizado con Marea Verde Guerrero funcionó de manera eficaz.

El caso de Martha se repite en diversos contextos y municipios del estado. Chilpancingo que, de acuerdo con algunas activistas feministas, es uno de los municipios donde más se centraliza la información sobre la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), tiene altos índices de criminalización hacia las usuarias que solicitan este derecho.

Jéssica tiene registrados los testimonios de tres mujeres violentadas y criminalizadas por el médico Goytia Basilio por decidir interrumpir su embarazo.

Jéssica no interpuso la queja porque no estaba en Chilpancingo en ese momento, pero solicitó una reunión con Manuel de la Cruz Candela, responsable estatal del Componente de Aborto Seguro y Violencia de Género de la Secretaría de Salud. «Sin embargo no se ha dado esa reunión «, comentó.

El reto para las acompañantas y activistas feministas no terminó con la despenalización del aborto en Guerrero, uno de los retos que enfrentan actualmente es llevar la información a las mujeres de todo el estado para que conozcan y sepan que en el estado el aborto ya no es penalizado.

Abortar y acompañar en la Montaña

La realidad de las mujeres de la Montaña, una de las regiones con mayor marginación, falta de acceso a la educación y servicios de salud, es todavía más compleja que la de las mujeres que viven en la zona centro o zonas urbanas.

«Ya de por si es un estigma que las mujeres aborten en una zona urbana, pues lo es más en una comunidad, con arraigo fuerte entre la moral, la religión y la creencia con la práctica del aborto», explicó Sol Ureiro Bruno, integrante de Marea Verde Guerrero y acompañanta en la Montaña.

Para las personas de la Montaña, de acuerdo con lo narrado por Sol, un embarazo aunque sea resultado de una violación, «significa una bendición».

La mayoría de los servicios médicos en la Montaña están centrados en Tlapa de Comonfort, por lo que, para que una mujer de comunidad acceda al aborto, tiene que viajar varias horas en caminos de terracería.

En Tlapa, también hay obstáculos. Marina (a quien llamaremos así para guardar su identidad e integridad) tenía un cuadro de anemia y desde el primer filtro en urgencias, le dijeron que era necesario interrumpir su embarazo para evitar complicaciones.

Sol Ureiro dio acompañamiento a Marina y constató que una ginecóloga del Hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense se negó a practicar la interrupción. Su argumento fue que el feto aún seguía con latidos.

«Si está con vida, aunque tú tengas anemia, te regulamos la anemia pero con reposo absoluto, porque mis funciones como ginecóloga es salvar la vida que viene dentro», le dijo la ginecóloga a Marina.

Permanecer en reposo para Marina no era una opción, es ama de casa, se encarga de sus otros hijos y trabaja para aportar a los gastos del hogar.

De acuerdo con Sol, Marina fue revictimizada frente a siete enfermeras, pues la ginecóloga practicó el ultrasonido frente a las enfermeras y cuestionó su decisión a pesar de que el médico de urgencias había recomendado el aborto porque Marina había perdido mucha sangre, eso le produjo la anemia y no había probabilidades de que el feto se salvara.

Sol acusó a la ginecóloga de ser objetora de conciencia. Un objetor de conciencia es un médico o medica que por sus convicciones se niega a practicar un aborto.

Después de una hora y media, se logró que Marina accediera a un legrado.

Sol está segura de que si Marina hubiera llegado sola a la clínica no la habrían atendido y la hubieran mandado a su casa con un estado de salud delicado.

Las mujeres de las zonas rurales de la Montaña, además del estigma, criminalización y revictimización, se enfrentan a un sistema de salud deficiente en las clínicas rurales de sus comunidades.

«Al sector salud le falta que tenga un protocolo propio para las clínicas rurales y que las mujeres no tengan que viajar hasta Tlapa», dijo Sol.

Las condiciones de los caminos en la Montaña y la falta de información en la lengua de las mujeres obstaculiza su derecho a acceder al aborto cuando lo deseen.

Derechohabientes en espera del servicio en una clínica de salud en Chilpancingo.

Sol, integrantes de Marea Verde Guerrero y activistas feministas, solicitaron desde hace tiempo campañas en las zonas de la Montaña, en algunas actividades, han tomado la iniciativa de realizar pintas de murales para acercar la información.

Marea Verde Guerrero realiza acompañamiento a mujeres que desean interrumpir su embarazo desde el 2017, antes de la despenalización del aborto.

Sol y Jéssica coinciden en que falta mucho por lograr, aun con la despenalización del aborto, dan acompañamiento a mujeres.

Obstáculos y barreras para que las mujeres accedan a un aborto

«El aborto dejó de ser un delito, pero eso no va a garantizar que las mujeres puedan acceder a este derecho automáticamente», expresó Renata González Moreno, integrante del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres en Guerrero (OVM).

Las tres activistas y acompañantes coincidieron en que hace falta una campaña de difusión para que las mujeres conozcan que en Guerrero el aborto está despenalizado y que no pueden negarles el derecho.

Renata mencionó que, en ocasiones, la Secretaría de Salud comparte de manera esporádica información relacionada a la ILE en sus redes sociales. Estas publicaciones en castellano parece que desconocen el contexto de las mujeres de las zonas rurales, su idioma y su cultural.

Para Sol, algo en lo que se debe prestar atención es en que los servicios sean en los idiomas originales y con pertenencia cultural.

La obstaculización del proceso por parte del médico personal y la objeción de conciencia son otros factores que impiden a las mujeres acceder a este derecho.

 

Una mujer con el puño en alto durante una protesta en pro de la despenalización del aborto, en Chilpancingo.

Despenalización no es lo mismo que acceso

A pesar de que la interrupción del embarazo está despenalizado, las mujeres que deseen acceder a un aborto se enfrentan a una serie de barreras burocráticas, sociales y geográficas que impiden a las mujeres plenamente acceder a su derecho.

Para Renata González lo que ocurrió en el Congreso local aquel 17 de mayo del 2022, donde los diputados y diputadas votaron por despenalizar el aborto, no garantiza que las mujeres accedan a su derecho de interrumpir su embarazo automáticamente.

Temas como la falta de información y de campañas por parte del Estado para difundir el derecho a la interrupción legal del embarazo dificulta a las mujeres acceder a este tipo de servicios.

«Por otro lado está la obstaculización del acceso como tal; sabemos que hay personal de salud con la objeción de conciencia, pero en todos los hospitales o centros de salud debe haber personal que no sea objetor», dijo González Moreno.

«Lo que siempre nos encontramos es que dan información incorrecta sobre los métodos, sobre lo que te puede pasar y con una responsiva donde cualquier cosa que te pase o si te mueres es tu responsabilidad que lo único que hacen es meter miedo», agregó.

Otro tema, consideran, es la centralización de los servicios de salud.

Actualmente sólo en hospitales de primer nivel se puede realizar un aborto, cuando en la ley aprobada por el Congreso se establece que se puede hacer en un centro de salud, un hospital comunitario y hospitales regionales.

Las activistas demandaron al Estado ampliar y ofrecer los servicios de aborto seguro con medicamento y bajo el método de Aspiración Manual Endouterina (AMEU) en todas las clínicas rurales para hacer eficaz el derecho a decidir de las mujeres de pueblos originarios, «pues les representa un reto todavía más grande acceder a estos servicios en su comunidad».

El método AMEU consiste en extraer el contenido del útero con una succión suave mediante un tubo flexible (cánula) que se introduce en el cuello del útero.

De los llamados Módulos de Aborto Seguro, implementado por la Secretaría de Salud, de acuerdo con datos de las activistas solo funciona correctamente el de Chilpancingo, ubicado en la Clínica de Partería.

El Módulo ubicado en la ciudad de Iguala opera con un médico que, de acuerdo con Renata González es objetor de conciencia y en el caso de Chilapa aún no hay reportes de mujeres que acudan a solicitar el servicio.

“La sororidad no puede imponerse porque esto demerita al movimiento feminista”

La BZRP Music Session #53 realizada por productor Bizzarap y Shakira ha causado mucho revuelo porque se centra en la ruptura entre la cantante y Gerard Piqué, pero no sólo eso, pues la letra también alude a Clara Chia, mujer con la que le fue infiel el exfutbolista.

La canción generó una gran cantidad de críticas hacia la cantante, algunas centradas en el posible daño que la canción puede provocar a sus hijos; otras cuestionan que esté monetizando (facturando como dice la canción) su separación, y unas más debaten si Shakira fue o no sorora con Clara Chia. 

En ZonaDocs, nos acercamos con Lirba Cano de Cuerpos Parlantes, Espacio Feminista y de Investigación Urbana para hablar de qué es la sororidad, qué implica y de si, como pasó con Shakira, ésta se les puede exigir a todas las mujeres.


Texto: Alondra Angel Rodriguez / ZonaDocs

Ilustraciones: ZonaDocs

24 de enero del 2023

 

“La sororidad es un concepto muy poderoso, pero que se ha despolitizado con el paso del tiempo, se ha convertido en un mensaje publicitario, sin la carga política que tiene esta práctica”, comenta Lirba Cano de Cuerpos Parlantes, Espacio Feminista y de Investigación Urbana.

Para ella, vale la pena entender que es ser sorora, pues la sororidad: “es un acto de conciencia política”, lo que implica la reflexión de lo que vemos de nosotras en las otras, y lo que hay de ellas, en nosotras.

Para Lirba Cano, el ser sorora es impulsar relaciones no patriarcales, jerarquizadas entre mujeres, pero con una conciencia política que nazca de la comprensión de que “las mujeres son discriminadas históricamente por el hecho de serlo”.

Lo que el concepto de sororidad busca es revertir “la discriminación, violencia, acoso y desigualdades generadas por el sistema patriarcal”; sin embargo, existe una concepción errónea de que la sororidad son: “las relaciones entre mujeres que se apoyan y acompañan”, pero esa visión lo que hace falta es la parte política donde se organizan para que estos problemas no existan.

“Hay mujeres que hacen mucho daño, incluso, al feminismo y el creer que todas las mujeres son sororas es caer en ese esencialismo y quitarle el peso político a este concepto de los feminismos”, comenta Lirba.

Si se retoma la polémica de Shakira:

«a ella no se le puede exigir que sea sorora cuando Clara fue violenta con ella, pues tenía la posibilidad de hacerle o no daño, por lo que no fue ella sorora tampoco, además de que Shakira nunca se ha asumido como feminista o alguna práctica política desde los feminismos”, precisa la activista feminista.

¿Si eres feminista cómo vas a hablar mal de otra mujer?

El que se exija la sororidad en las relaciones entre mujeres viene relacionado con “la medición de la buena feminista y del ¿qué tan feminista eres?”.

Al respecto, Lirba Cano de Cuerpos Parlantes, Espacio Feminista y de Investigación Urbana puntualiza que:

“A nombre del feminismo no se puede permitir todo, pues decir que todas las mujeres debemos ser sororas es caer en un esencialismo donde se da por hecho que todas las mujeres se deben de llevar bien estando nosotras con nosotras mismas”.

Para poder llegar a tener relaciones positivas entre mujeres, considera la activista, lo primordial es “reconocer que hemos aprendido y somos misóginas, racistas, clasistas, machistas”; también tener claro que “difícilmente seremos sororas en términos políticos, lo que imposibilita desarrollar espacios seguros y políticamente organizados que se debilitarán por estas problemáticas”, y esto es una manera de combatir las violencias y fenómenos sociales, ya que esto se debe de hablar a niveles políticos.

Shakira al momento de hacer comparaciones entre ella y Clara, refiriéndose a relojes y autos, “está reproduciendo contenidos clasistas, misóginos que las cosifican y que vuelve a estos mismos constructos patriarcales”, precisa Lirba Cano.

“No se le puede pedir a Shakira que haga lo contrario, pero si ese fuera el caso, ella pudo modificar la temática y crear discursos que representen a mujeres desafiantes, y que procuren narrativas sobre lo que es vivir con ese dolor, salir de una relación tóxica, sufrir la ruptura… narrativas sobre el cómo amar y cómo superar la pérdida. Una narrativa que pelee contra la jerarquía, pero esto es bastante improbable, ya que los contenidos de entretenimiento se preocupan más por lo que es más rentable mostrar que es, indudablemente, la violencia, el odio y las discusiones que abonan a seguir reproduciendo estos estereotipos”.

La mediatización de este caso, más allá de discutir si Shakira fue sorora o no con Clara, puede ser una oportunidad para poder identificar, reivindicar y repolitizar lo que es la sororidad, ya que “no es sólo es me caes bien por ser mujer y tú a mí”, pues para Lirba Cano, el concepto de sororidad está bastante mallugado, pues se nos olvida que tiene que ver con un proceso colectivo, con ciertos fines.

“Se debe politizar la idea entre mujeres de ser empáticas y solidarias ante las desventajas, problemas de la otra. Esta politización permite no sólo organizarse entre mujeres, sino tener la intención política de trabajar, colectivizar no sólo por las amistades, sino resolver un problema social y enfrentar una violencia y a través del proceso se llevarán bien por eso, es cuestión de un trabajo colectivo para poder enfrentar la violencia en conjunto”.

Además, remarca la activista feminista:

“El pensar que todas las mujeres somos sororas por ser mujeres es una trampa que no nos permite ver que también por ser mujer, y dependiendo de nuestra condición social, clase social, raza, donde nacemos, trabajo y privilegios, podemos oprimir a otras mujeres, lo que permite ocultar diferencias que impide trabajar en esas jerarquías”.

Affidamiento

“Yo me affido a ti, yo te confío mi vida y deseos porque sé que tú me ayudarás a lograrlos y tú puedes affidarte en mí porque te voy a ayudar a conseguir lo que tú quieras lograr”.

El affidamiento es un concepto que Lirba propone para poder repensar cómo es que se puede dar la unidad entre mujeres. Proviene de las feministas italianas de los setenta, ellas tenían la concepción de que para abrir horizontes, experimentar o construir lo que queremos ser, se necesita de otras compañeras, lo que es ya una construcción alejada de la mujer de la cultura patriarcal, es una mujer sin mediación masculina.

Es un proceso simbólico de entendimiento de cómo pararnos en el mundo, otros símbolos no que regresen a las mujeres a la cultura patriarcal. Es potente pensar en esto, ya que el affidarse crea lazos comunitarios que provocan enfrentamientos a las violencias ejercidas contra las mujeres.

Además, es un proyecto político y social en donde se reconoce a cada mujer como un centro de saber, donde se entrega sabiduría y considera que es un término más interesante y fuerte, ya que la sororidad tiende a perder ese peso político.

Lirba Cano considera que es importante este tipo de conceptos y más con el contexto social actual, tan cargado de violencias, criminalización y de feminismo fragmentados en Guadalajara, lo que provoca aún más problemas, pues se necesita de la unión de colectivos para luchar por causas que les atañen a todas y todos, ya que las violencias del país están interconectadas.

“En este contexto, los feminismos deben de servir para responder preguntas complejas y ayudar a enfrentarnos a tiempos complejos, sino es un hecho cultural que se vuelve moda. Este momento de debilitamiento es donde se ve en mayor medida la discriminación y violencia por los cuerpos vulnerabilizados y donde hay relaciones de poder entre las mismas mujeres, ¿dónde queda la sororidad aquí?”, comenta Lirba.

Repensar el concepto de la sororidad o darle la oportunidad al affidamiento podría ser la punta de lanza para hacer alianzas entre movimientos urbanos, esto para hacer uno más fuerte y eliminar, así, las violencias en las que vivimos, repolitizar y comprender los conceptos más allá de lo superficial.

Respecto a la polémica canción de Shakira, la sororidad y lo mediático, Lirba cuestiona si es necesario que se analice tanto, en su lugar propone seguir con trabajo de base, las vías de comunicación que le dé visibilidad a otras voces y plataformas, pues con ello se pueden crear otros mensajes respecto de este “escándalo mediático”, esto para hablar de la importancia que tiene la repolitización de lo que es la sororidad.

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Conoce aquí más del trabajo y actividades de Cuerpos Parlantes, Espacio Feminista y de Investigación Urbana.

 


Este texto es propiedad de ZonaDocs y lo reproducimos como para de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace 

Un picnic feminista para desmitificar el amor romántico

En el marco del 14 de febrero, la colectiva Vallarta Fem en Puerto Vallarta, Jalisco convocó a un picnic-conversatorio para desmitificar el amor romántico. Esta actividad separatista y abierta a mujeres de todas las edades buscó ser un espacio de confianza para que compartieran sus pensamientos ante una fecha atravesada por el sistema patriarcal.

En México al menos 44 de cada 100 mujeres han recibido algún tipo de agresión por parte de su pareja.


 

Texto y Foto: Leslie Zepeda / Zona Docs

14 de febrero de 2022

 

Sentadas sobre la arena y convocadas por la colectiva Vallarta Fem, un grupo de mujeres jóvenes reflexionaron este sábado sobre la idea del amor romántico a propósito del 14 de febrero, fecha popularmente conocida como el Día del amor y la amistad en México. Decidieron abrir este espacio a modo de un picnic-conversatorio para que las asistentes tuvieran la oportunidad de compartir, discutir y desmitificar en confianza las nociones que por años les han sido socialmente impuestas alrededor del amor de pareja.

Perla Fonseca, integrante de la colectiva, fue la encargada de guiar la conversación:

“El amor romántico son creencias que se nos han impuesto con el paso del tiempo, a través de los medios de comunicación e, incluso, se transfieren de generación en generación. Estas ideas que nos dicen “cómo debe ser el amor” terminan por llevarnos a enfrentar y experimentar una serie de violencias a lo largo de nuestras vidas” destacó la feminista.

 

 

Tanto las asistentes como las organizadoras coincidieron en que “el tema va más allá de una desilusión sobre lo que los medios de comunicación les enseñaron a las mujeres sobre el amor y las relaciones de pareja que mantienen”, puesto que, señalaron que su exaltación ha llevado a normalizar distintas formas de violencia que se experimentan en noviazgos o matrimonios:

“El amor romántico es parte de la cultura patriarcal, por lo que puede terminar en agresiones físicas y emocionales, entre otras” advirtieron.

Y es que, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) alrededor de 19 millones de mujeres han vivido violencia de pareja, actual o pasada, lo que representa el 48.2% de esta población en todo el país.

Mientras tanto, en Jalisco, la violencia dentro de las relaciones de pareja y cometida en contra de las mujeres quedó evidenciada en las 68 llamadas de auxilio diarias que fueron recibidas al 911, durante el 2020. A nivel nacional fueron contabilizadas cerca de 18 mil 482 llamadas, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Para Perla, estas violencias dentro de la pareja están atravesadas por mitos y construcciones que dificultan a las personas identificar y romper con patrones socialmente aceptados y convenidos bajo la engañosa idea del amor, como los celos o la “media naranja”: “es difícil detectarlo por lo mismo que ha pasado de generación en generación, está todo normalizado en nuestra sociedad, en nuestra cultura. Puedes engañarte con que así es el amor” dijo.

 

 

Aprovechó la oportunidad para manifestar que, nombrarse mujeres feministas, no significa que “no quieran recibir afecto o que no estén interesadas en mantener una relación de pareja”, sino que, por el contrario, desde posicionamiento apuestan por relaciones humanas y personales donde se sientan seguras, libres y en confianza.

A decir de la fundadora de Vallarta Fem, Herova Olmos, este picnic buscó resignificar el 14 de febrero para las mujeres o, al menos, para las que tienen en su entorno más cercano en Puerto Vallarta. En especial, advirtió que esto resulta necesario, pues en este municipio al interior de Jalisco hacen falta espacios de confianza donde las mujeres puedan compartir sus experiencias de vida y de violencia, ya que “muchas veces les hacen sentir que “están locas” cuando en realidad han sido víctimas de estas violencias”:

“Se trata de ver todas esas mentiras que nos han dicho a lo largo de nuestras vidas sobre cómo debe de ser una relación de amor y que muchas de estas mentiras nos hacen caer en círculos o dinámicas de violencia, de agresión hacia nosotras en las que obviamente perdemos el amor propio que nos dejan inmersas en relaciones abusivas.”

 

Finalmente, desde la colectiva aprovecharon para anunciar que llevarán a cabo distintas actividades en el marco del Día Internacional de la Mujer. Según informaron el 5 de marzo realizarán la tercera edición de la “Feria Sorora”, una actividad para mujeres emprendedoras de la región, donde además habrá talleres impartidos desde la perspectiva feminista, como: defensa personal, amor propio, tipos de violencia de género y cómo identificarla.

A la par de esta actividad, el día 8 de marzo convocarán a una marcha en contra de la violencia feminicida y machista que viven las mujeres en Puerto Vallarta.

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