Texto: Beatriz García
Fotografía: José Luis de la Cruz
28 de mayo del 2021
Chilpancingo
“Las distintas expresiones de violencia que se ven en el estado de Guerrero es producto de la acumulación histórica de los diversos grados de impunidad que ha vivido el estado, por ejemplo, no podemos explicarnos Ayotzinapa sin lo vivido”, comentó la periodista independiente y feminista Laura Castellanos, durante la presentación de su libro México Armado 1943-1981.
Como parte de la celebración por los dos años de Amapola. Periodismo transgresor, sus integrantes organizaron, junto con Laura Castellanos, la presentación de manera virtual. Se transmitió vía Facebook.
Laura Castellanos, es autora de distintos libros que enmarcan la historia de México, refiriéndose a hechos ocurridos en los estados, como Guerrero. Otras de sus obras son: Crónica de un país embozado 1994-2018; Corte de caja, entrevista con el subcomandante Marcos; Obvnis: historia y pasiones de los avistamientos en México 2009 y 2012, y su más reciente obra, La marcha del terremoto feminista.
Este viernes, durante su presentación, la autora hizo un contraste de su libro con el caso particular de Guerrero. Mencionó que lo que se vive hoy no se entendería sin todo lo que representa el pasado de los años 70.
Dijo que no se podría explicar hoy la violencia criminal y las expresiones comunitarias, como en el caso de los policías comunitarias del estado, si no se conoce cómo ha sido Guerrero a lo largo de su historia: un estado de permanente resistencia, un estado de admirables expresiones combativas, donde siguen germinado la organización comunitaria, pero también de matanzas, represiones.
“A mí me sorprendió mucho cuando cubrí la región, el tema de autodefensas en el estado de Michoacán, observar cómo estaban marcados históricamente por historias muy contrastantes, distintas. Y cómo observar en el estado de Guerrero de una manera muy sorprendente que ha tenido históricamente distintas organizaciones comunitarias que han servido cómo puntal para expresiones políticas contestatarias o expresiones de subversión”, mencionó.
Laura Castellanos dijo, entonces, lo observa en Guerrero es un cúmulo de impunidad a lo largo del siglo XX y XXI.
La impunidad que se vivió en Guerrero en los años 70, planteó la periodista, dio al estado el primer lugar en casos de desaparición forzada en el país. Y eso también explica el grado de impunidad de actores políticos y sociales que persisten en la actualidad, en particular se refirió a los cacicazgos políticos y expresiones políticas y que siguen multiplicándose a través de las expresiones comunitarias armadas.
Sobre el papel de las mujeres en la guerrilla, la autora comentó que al ser una periodista con perspectiva de género, la hizo visibilizar la presencia de las mujeres en la historia de lucha del país en México Armado. Ella documentó que en la guerrilla participó un 30 por ciento de mujeres. Mujeres de Atoyac, que fueron compañeras y esposas de figuras de integrantes de la guerrilla como Genaro Vázquez.
Cuando entrevistó a la viuda de Genaro Vázquez, Consuelo Solís, le comentó que jamás le habían preguntado sobre el papel de ella en eses episodio histórico. “Yo quería recoger lo que ella había vivido, como el de la hija de Rubén Jaramillo”, comentó.
Además, recordó que fueron las mujeres de esa época las precursoras de exigir la presentación de sus familiares desaparecidos. Fueron ellas, expuso, las primeras en exigir la amnistía para los guerrilleros presos, exigir el cierre de cárceles clandestinas, impulsadas por el amor a sus hijos e hijas.
Para la periodista, a ellas, a estas madres de Guerrero, le debemos ser las precursoras de la defensa de derechos humanos del país y reivindicar la historia de los grupos guerrilleros.