Los jumiles, los insectos comestibles de Guerrero

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Cepe-Taxco

Chilpancingo

 

Los insectos comestibles son comunes en muchas partes del país, en Guerrero los jumiles son un platillo tradicional que se sirve en muchas comidas y hasta en bebidas locales como el mezcal.

En una conferencia en el marco del décimoprimer aniversario del Jardín Botánico Hernando Ruiz de Alarcón, en Taxco, Jazmín Valeria Figueroa Núñez, una bióloga especialista en este insecto, dijo que este es uno de los municipios donde los jumiles son consumidos de manera tradicional y cotidiana.

En la conferencia organizada por el Centro de Enseñanza para Extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México (Cepe-Taxco), Figueroa Núñez describió que los jumiles son insectos pequeños de aproximadamente un centímetro de largo; viven en las montañas o lugares boscosos y de los que nuestros antepasados se alimentaban de manera común.

Por esa razón eran considerados insectos sagrados desde la época prehispánica.

Este pequeño insecto comestible, de color gris y característico de América, también es conocido como chinche de monte, xumil o xotlinilli. En Guerrero existe otra especie popular, son los color café cobrizo; ambos tipos la gente los recolecta para consumo.

Los jumiles son insectos comestibles integrantes de diversas familias del Orden Hemiptera, la palabra jumil proviene del náhuatl xomitl y son valorados por sus cualidades medicinales, alimenticias y culturales.

Estos pequeños insectos tienen un alto valor energético y presencia de yodo.

El jumil es conocido también como chinche de monte, habita entre las hojarascas de los árboles de encino seco, raíces, madera en descomposición, magueyes, entre otros, en climas de bosque templado.

Al sentirse agredidos expulsan un líquido irritante constituido por yodo.

Los datos que hay sobre los jumiles es que es una especie representativa de Taxco denominada E. Cordifera, debido a que la población identifica a este insecto por una característica especial que es la forma de corazón en la parte del tórax del insecto, las hembras en promedio miden 1.45 cm y los machos 1.25 cm, son de color café cobrizo.

«El ciclo biológico del jumil contempla cinco estados ninfales y hay preocupación de muchos porque se colectan cuando los jumiles no están preparados, los que se tienen que consumir son los adultos», comentó Figueroa Núñez.

Los jumiles son insectos que viven entre los tallos y sobre las hojas de varias especies de encinos, en la época prehispánica se preparaban especialmente para las celebraciones en honor a los difuntos, pues existía la creencia de que eran almas que regresaban a compartir con los comensales.

La tradición de la fiesta del Jumil, nace en el año de 1943 en El Paredón, donde actualmente se encuentra la capilla en el Cerro del Huixteco.

Para los habitantes de Taxco el jumil es parte de su cultura. Algunos se dedican a la recolección de jumil para su venta o consumo propio y tienen su propia cosmovisión acerca de estos insectos.

Durante la ponencia Los jumiles, un orgullo cultural taxqueño, Figueroa Núñez explicó que la temporada de jumiles es a principios de noviembre, y culmina en el mes de abril.

Son insectos que llegan junto con otras aves migratorias como mariposas y chapulines. La gente ya sabe identificar la temporada en la que llegan a los alrededores de Taxco.

«Se habla mucho de una ave quienes avisan que el jumil ya llegó porque esa ave se alimenta de los jumiles y cuando se escucha el canto del ave quiere decir que hay jumiles», explicó Figueroa Núñez y reconoció que hace falta investigación en esa parte.

Otros de los indicios de la llegada de los jumiles es la presencia de serpientes.

Entre los platillos que se preparan con jumiles están el mole, carne de puerco con salsa de jumil, salsa verde, roja y pozole.

El cerro del Huixteco es un lugar tradicional entre los taxqueños, al que suben a realizar la recolección de este insecto, principalmente la primer semana de noviembre.

La tradición en Taxco es subir el primer lunes de noviembre al cerro del Huixteco a recolectar este insecto, por la celebración de Día de Muertos.

Figueroa Núñez reconoció que aún falta investigación para conocer más acerca de este insecto comestible.

Además de aportar a la cultura e identidad, al consumirlos aportan yodo que sirve para tratar diversas enfermedades: de los huesos, tiroides, articulaciones, enfermedades respiratorias y analgésicos. Por lo que se debe priorizar su conservación.

 

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