Texto: Amapola Periodismo
Fotografía: Oscar Guerrero
23 de octubre del 2022
Chilpancingo
Después de que integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) denunciaron al diputado local Bernardo Ortega Jiménez y al grupo criminal de Los Ardillos como responsables de la violencia en la zona denominada Montaña Baja, el legislador salió a deslindarse de esas acusaciones y de sus hermanos, quienes, según datos oficiales, lideran al grupo criminal.
Esto porque el pasado viernes, durante la gira del presidente Andrés Manuel López Obrador en la región Montaña, los dirigentes de la CRAC-PF, que pertenecen al Consejo Indígena Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), interceptaron la caravana en la que viajaba el mandatario y denunciaron que los líderes del grupo criminal Los Ardillos son Celso Ortega Jiménez y el diputado local Bernardo Ortega Jiménez.
“Muchos de nuestros compañeros bajan a Chilapa a vender sus productos y ya no vuelven y siguen desapareciendo, y nosotros hacemos responsables a Los Ardillos, a Celso Ortega y al diputado Bernardo Ortega”, le dijo uno de los líderes de la CRAC-PF a López Obrador.
De acuerdo con la demanda de la CRAC, Los Ardillos asesinaron en los últimos meses a 40 personas en la zona, por lo que pidieron la intervención del presidente para detenerlos, incluido a sus líderes.
La denuncia contra el diputado perredista Bernardo Ortega Jiménez, quien no es la primera vez que tiene este cargo –es la cuarta ocasión– y otros, como el de presidente municipal de Quechultenago, sede del grupo criminal, de acuerdo con los reportes oficiales, es reiterada, sobre todo porque esa relación le ha permitido tener su poder político en la zona.
El distrito del que es diputado, el 24, comprende los municipios de Mártir de Cuilapan, Quechultenango, Mochitlán y Tixtla, los cuales tienen conexión con la Montaña baja, y lo vuelven en solo un corredor, en el cual tiene presencia el grupo criminal.
El diputado, como lo ha hecho antes, otra vez se deslindó de la relación o vinculación que hacen los integrantes de la CRAC-PF. Lo hizo a través de un comunicado publicado en las redes sociales, en el que escribió que no responde por terceras personas y que “no es delito compartir apellido”.
“Jamás seré responsable de lo que hagan con su vida terceras personas, así sean familiares o amigos. Lamento que por falta de información o por la razón que sea, se use mi nombre en acusaciones sin sustento”.
“Como decía yo soy responsable de mis actos y decisiones, no de las otras personas. Y a las pruebas me remito. En México, no es delito compartir un apellido. Cada quien construye el camino de su vida y la mía está dedicada a mi familia, a representar a la gente que más necesita, así ha sido y así seguirá”, son párrafos de su comunicado.
El diputado mencionó que tiene una carrera política de 26 años.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General de la República (FGR), Los Ardillos son un grupo derivado de los Beltrán Leyva, el cual se fracturó con la caída de los hermanos, y generó el surgimiento grupos en regiones.
Los Ardillos, según esta información oficial, tiene presencia en la zona Centro y Montaña de Guerrero, en municipios como Chilapa, Mártir de Cuilapan, Zitlala, Tixtla, Quechultenango, Mochitlán y José Joaquín de Herrera.
La mayoría de estos municipios conforman lo que se conoce como Montaña baja, donde varios sectores sociales han denunciado a Los Ardillos como responsables de la violencia en este lugar que, a la vez, determina la situación política y económica.
El coordinador del Colectivo Siempre Vivos, José Díaz Navarro, señala de manera directa a los hermanos Ortega Jiménez de la desaparición de sus hermanos. Este colectivo está integrado por familiares de desaparecidos, creado justo después de la irrupción armada a la cabecera municipal de Chilapa de personas asociadas a Los Ardillos en mayo de 2015.
La información oficial establece que el fundador de este grupo criminal es Celso Ortega Rosas, a quien le apodaban El Ardilla, de ahí el origen del nombre. Él es el padre de Celso e Iván Ortega Jimenez, los líderes actuales del grupo, quienes tienen órdenes de aprehensión.
Celso, Iván y Bernardo Ortega Jiménez son hermanos, pero este último niega vínculos con sus hermanos. En distintas entrevista ha dicho que él no tiene nada que ver con las actividades laborales y delictivas de sus hermanos.
Los Ardillos tienen un historial de acusaciones de asesinatos y delitos, pero las autoridades nunca han actuado contra ellos. Nunca han anunciado alguna operación policiaca especial para capturarlos, como lo han hecho antes con otros grupos. El ex fiscal de Guerrero, Xavier Olea Peláez, anunció en radio a nivel nacional que tenían acorralado al líder Los Rojos en Chilapa, pero nunca ocurrió, porque escapó.
Como parte del contexto de lo que ha ocurrido en Montaña baja, en enero del 2020, un grupo de 20 trabajadores de un grupo musical que se trasladaba a Alcozacán, fueron interceptados e incinerados, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), por Los Ardillos.
En hechos más recientes, a este grupo criminal les fueron decomisados dos tigres de bengala en el municipio de Quechultenango, pero después del decomiso las fuerzas de seguridad fueron sacadas por la población y no se supo más de los decomisos.
Por su parte, el diputado Ortega Jiménez en tribuna se burla de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y de muchos discursos de los diputados morenistas.