Los normalistas protestaron en diferentes puntos de la ciudad para exigirle a las autoridades el cumplimiento de su pliego petitorio en el que, se supo, plantean presupuesto para sus prácticas profesionales y la entrega de material didáctico, pero después de una negociación fallida con los servidores públicos, les enviaron policías para desalojarlos
Texto: Jesús Guerrero
Fotografía:
Chilpancingo
Policías estatales antimotines replegaron a estudiantes de nueve escuelas normales públicas del estado que protestaron en la Autopista del Sol y en el acceso del Palacio de Gobierno, donde es instalado un set para que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda dé un mensaje el próximo lunes 17 con motivo de su primer informe de labores, para exigir que las autoridades atiende su pliego de peticiones donde exigen material didáctico.
La protesta de las y los estudiantes empezó en el Palacio de Gobierno, cuya puerta principal estaba cercada con vallas metálicas que fueron colocadas este viernes para contener las manifestaciones que puedan ocurrir en el acto oficial de Salgado Pineda el lunes próximo.
«Desde hace un mes entregamos un pliego de demandas a las autoridades de la Secretaría de Educación Guerrero y no hemos recibido ninguna respuesta», dijo un normalista quien se negó a detallar las peticiones.
Pero otro de los estudiantes mencionó que una de las principales demandas es el otorgamiento de presupuesto para sus prácticas profesionales y la entrega de material didáctico. «Todo el recurso que se destina para el rubro educativo se lo están robando», mencionó.
Ambos estudiante se negaron a que fueron publicado su nombre por temor a represalias.
Los más de 500 normalistas que llegaron en cinco autobuses se desplegaron en varios grupos para protestar.
Unos se quedaron afuera del Palacio de Gobierno y movieron a las calles las vallas metálicas que estaban en el inmueble. Otros normalistas bloquearon la avenida Ruffo Figueroa, a la altura de una tienda departamental, al sur de esta ciudad.
Pero el contingente más nutrido cerró la Autopista del Sol, a la altura del kilómetro 271, frente a las instalaciones de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).
En este tramo también cerraron los carriles del boulevard Vicente Guerrero; en el carril norte-sur, los jóvenes atravesaron un autobús.
El cierre total de la carretera de cuota y el boulevard provocó que cientos de vehículos se quedarán varados en ambos sentidos.
Algunas de las personas que viajaban en autobuses de pasajeros o en vehículos propios se salían de las unidades para investigar lo que ocurría; se acercaban a los jóvenes pidiéndoles que dejaran el paso libre.
Cerca de las tres de la tarde, cuando ya habían transcurrido una hora y media de bloqueo, un grupo de choferes de transporte público y particulares empezaron a gritarles a los normalistas que si no se quitaban ellos los desalojarían a golpes.
«Calma, calma, ya nos vamos a ir, sólo se firma la minuta y en 10 minutos nos vamos», dijo uno de los jóvenes, quien contó que varios de sus compañeros estaban en una mesa de negociaciones con funcionarios estatales.
Pero pasaron los 10 minutos y los normalistas mantenían el bloqueo, eso provocó mayor enojo de los operadores de taxis y automovilistas; algunos de ellos se armaron con palos y se fueron contra el primer grupo de jóvenes.
Hubo gritos y empujones pero los normalistas resistieron, porque los alertaron de que los transportistas los desalojarían.
Una normalista que llegaba al lugar después de las pláticas en Palacio de Gobierno con las autoridades contó que las negociaciones fracasaron y que, incluso, los amenazaron con que los desalojará la Policía Estatal.
“¡Nos vamos a retirar!”, gritó un normalista y de inmediato todos sus compañeros empezaron a correr en diversos sentidos.
A esa hora, uno de sus compañeros que estaba en el bloqueo de la avenida Ruffo Figueroa, les avisó que la Policía Estatal los desalojaba y que un grupo de agentes se dirigían hacia la autopista.
El pánico se observó en los rostros de las y los normalistas que, primero, corrieron en el carril sur-norte del boulevar Vicente Guerrero, pero cuando vieron que el contingente de policías antimotines se acercaban de esa dirección retrocedieron a tropel.
“¡Vamos a partirles su madre!”, gritó un policía que corría hacia los jóvenes.
Pero un comandante que iba al mando de los agentes antimotines los contuvo. “¡Contrólense, contrólense!”, les gritó el comandante.
Los estudiantes se retiraron ante el acoso de los policías antimotines, y éstos recuperaron las vallas metálicas que tenían los manifestantes. Nuevamente las vallas fueron colocadas en el acceso del Palacio de Gobierno para sus propósitos iniciales.
Para que los aparatos de sonido y cientos de sillas ya estén instaladas en la explanada del Palacio de gobierno, las autoridades suspendidas las labores administrativas en el inmueble.
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