Llevaba dos años que jornaleros guerrerenses denunciaron ser víctimas de privación y trabajo forzado en Jalisco

Esta imagen de archivo de Tlachinollan es sobre campos agrícolas de México donde suelen trabajar guerrerenses.
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Ahora un sobreviviente dice que habría reconocido que era el Rancho Izaguirre, de Teuchitlán, el lugar de su encierro forzado. Los jornaleros fueron hasta Jalisco por una convocatoria que lanzó el Ayuntamiento de Chilpancingo en coordinación con otras áreas del servicio público y la Uagro, quienes niegan tener una relación con las funciones del rancho 


Texto: Beatriz García y Margena de la O

Chilpancingo

Jueves 20 de marzo del 2025


La denuncia de jornaleros guerrerenses engañados y retenidos en Jalisco después de una convocatoria lanzada por el Ayuntamiento de Chilpancingo y otras instancias del servicio público fue expuesto desde hace dos años en medios locales de comunicación, pero ahora cobró relevancia porque una de las víctimas habría identificado al Rancho Izaguirre, de Teuchitlán, como el lugar donde los retuvieron por varios días.

Existe la sospecha que este rancho, después de que el 5 de marzo pasado integrantes del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ingresaran y descubrieran que había restos humanos, crematorios y varias centenas de prendas, pudo ser utilizado para entrenamiento forzado y exterminio.

Sospecha aún porque las investigaciones después de los hallazgos de las madres buscadoras están a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR).

Ayer miércoles, un hombre que se identificó como Roberto se comunicó al programa de radio  Formula Noticias, que conduce la periodista Azucena Uresti, y narró que un grupo de jornaleros de Guerrero fueron llevados con engaños a un rancho donde, además de que fueron víctimas de una explotación laboral, porque los llevaban a los campos sin la paga prometida, presenciaron varias escenas extrañas y violentas de personas que, al parecer, vigilaban ese rancho. La conductora presentó a Roberto como sobreviviente del Rancho Izaguirre.

Los jornaleros guerrerenses habrían llegado hasta Jalisco por la convocatoria lanzada por la administración de la exalcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Martínez Hernández, en coordinación con otras instancias, una de ellas la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), para una capacitación en campos agrícolas con el fin de que obtuvieran una visa para laborar en Estados Unidos.


Esta foto corresponde a la salida oficial de los jornaleros guerrerenses a campos agrícolas en febrero del 2023. En la imagen aparecen servidores públicos municipales de la anterior administración. Foto: Oficial.

Tanto la ex alcaldesa como la Uagro se han deslindado en comunicados públicos que los fines de la convocatoria sean los del Rancho Izaguirre. Pero la convocatoria sí existió para campos agrícolas de Jalisco, de acuerdo con un rastreo en las redes sociales oficiales de la pasada administración municipal de Chilpancingo.

También ya había registros públicos de una denuncia de privación y trabajo forzado de jornaleros.

Hace dos años, el periódico El Sur de Acapulco publicó la nota con el encabezada “Privan de la libertad a 55 jornaleros empresa de Jalisco; los contactó la Secretaría del Trabajo”, en la cual dan cuenta que un jornalero, de manera anónima, hizo la denuncia de que en 2023 fueron contratados, a partir de una convocatoria que lanzaron servidores públicos, con la promesa de que les darían una visa para trabajar en Estados Unidos, pero terminaron engañados, privados de su libertad y explotados.

La fuente de esa noticia informó que unas personas que, entiende, trabajaban en coordinación con la empresa Big Force–quien los habría contratado–, los mantenían retenidos en los dormitorios después de trabajar y que fueron ellos quienes habrían golpeado duramente a dos de sus compañeros que tuvieron la osadía de salir a ejercitarse en la noche; a uno de ellos, dijo,  le desfiguraron la cara.

Esta información coincide en gran parte con la que Roberto le dio a Azucena Uresti.

“Fui invitado hace dos años, fuimos reclutados, más bien fuimos invitados a un programa de trabajos para laborar en Estados Unidos y adquirir la visa H-2 (H-2A es exclusiva para trabajos agrícolas), fuimos invitados por autoridades de aquí del municipio (Chilpancingo) y, bueno, la verdad ese tiempo que estuvimos en ese rancho y las condiciones en las que estuvimos fueron difíciles, porque aquí nos habían dicho una cosa y ya estando allá las cosas cambiaron demasiado”, menciona Roberto.


Esta imagen fue compartida en redes sociales por la Secretaría de Desarrollo y Bienestar Social de la administración municipal de Chilpancingo el 15 de febrero del 2023, corresponde al acto de despedida de los jornaleros guerrerenses en la Comedor Universitario, ubicado en el centro de la ciudad. Foto: Oficial.

Además del Ayuntamiento de Chilpancingo, el sobreviviente señaló a la Uagro de participar en esta supuesta convocatoria de trabajo-capacitación que, en principio, les mencionaron como destino de trabajo Guanajuato. Contó que los jornaleros partieron en el autobús confiados en que llegarían a Guanajuato, pero los llevaron a Jalisco.

Al siguiente día, según su narración, los separaron por lugar de origen; calculó que había en el lugar (que sería el rancho en cuestión) unas 500 personas de varias partes del país. Les pidieron su documentación y datos de cuentas bancarias y, además, les informaron que estarían en el sitio durante un año, cuando les habían dicho que la capacitación sería por un corto tiempo.

Las personas que los instruían vestían pantalón café, playera azul marino y botas, similar a personal de las fiscalía oficiales. Ellos mismos les prohibieron tener comunicación con personas cercanas y salir del rancho, de lo contrario, “habría consecuencias”.

Sobre las condiciones en que desempeñaban el trabajo compartió que recibían comida maloliente y que los mantenían encerrados en unos remolques (tráilas) dispuestos como dormitorios, después de llevarlos y traerlos de los campos agrícolas.

Al cabo de un par de semanas, Roberto logró escapar junto con otros compañeros, porque dijeron que irían a comprar artículos personales.

La periodista le preguntó si reconocía el rancho–que sería el Izaguirre– y él dijo que cuando salió a la luz el caso reconoció el lugar porque caminó por una de las zonas. «Miraba apenas unas fotos y hay lugares donde recuerdo haber estado, donde desconocía absolutamente qué es lo que se hacía», dice.

También le insistió si estaba seguro que fueron autoridades quienes los convocaron para trabajar. El «sobreviviente» responde: “todos los que fuimos a esta jornada asistimos al Ayuntamiento municipal. Asistimos al área de Relaciones Exteriores, es ahí donde ellos estaban convocando a esta jornada de trabajo, y ahí fue donde nosotros entregamos papeles”.



Lo convocatoria lanzada por el Ayuntamiento de Chilpancingo aún puede ser rastreada en las redes sociales. Aquí un fragmento: “El Ayuntamiento de Chilpancingo en coordinación con la UAGro a través de la Coordinación de Cooperación e Internacionalización, la Secretaría de Relaciones Exteriores a través del Consulado de México en Orlando y la Academia de Capacitación Agrícola Mexicana BIG FORCE convocaban a participar en el programa Raíces Mexicanas Floreciendo en Estados Unidos”.

La convocatoria incluye que serían capacitados en Guanajuato y Jalisco, donde recibirían un pago por su trabajo, además de prestaciones como seguro médico, con la oportunidad de obtener la visa H-2 para irse a Estados Unidos.

Hay fotos disponibles en el ecosistema digital de febrero del 2023, cuando el comedor de la Uagro ofreció alimentos a los jornaleros que partirían a los campos agrícolas.

Luego de la entrevista en Radio Fórmula, tanto la ex alcaldesa de Chilpancingo como la Uagro negaron ser participes de las actividades que se hicieran en el Rancho Izaguirre, en Tehuchitlán, Jalisco.


 

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