Ha reunido evidencia de personas que la han visto en bares, hoteles y otros sitios vigilados por personas armadas
Texto: Margena de la O
Foto: Luceli Pastrana
Miércoles 8 de agosto del 2024
Chilpancingo
Con todos los indicios reunidos por Sandra Luz Román Jaimes a lo largo de estos 12 años que su hija Ivette Melissa Flores Román fue privada de su libertad de manera ilegal, todo apunta a que además de ser víctima de desaparición forzada lo es de trata, porque algunas personas la han visto en bares y hoteles de diferentes lugares del país donde hay indicios de esta práctica.
Tiene evidencias de cinco puntos donde pudo ser vista Ivette Melissa, en dos de ellos, personal de la Fiscalía General de la República (FGR) ya hizo diligencias, pero tardías, y en los otros tres están pendientes por revisar, aun cuando en un par de éstos ya pasaron varios años del reporte. Sandra Luz también denunció que ha tenido que lidiar con una reacción lenta y hasta omisa de las instituciones del Estado que llevan la investigación de su hija.
Sandra Luz coordina el colectivo Madres Igualtecas, el cual creó al emprender la búsqueda de Ivette Melissa por su cuenta, después de poner en evidencia, junto a otros familiares de personas desaparecidas, que Iguala, de donde son originarias, era el lugar de la desaparición consentida en Guerrero. Esta situación fue denunciada en el contexto del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Desde entonces ha emprendido una lucha donde los obstáculos principales devienen de servidores públicos, que han obviado el caso de Ivette Melissa, aun cuando hay actores clave como probables responsables de su desaparición.
Cuando se la llevaron de la casa de su madre hombres armados con pinta de policía (la madrugada del 24 de octubre del 2012), después de vivir por mucho tiempo el acoso de la familia de su expareja, en particular de su suegro, Humberto Velázquez Delgado, apodado El Guacho, un agente ministerial asesinado en 2021, ella tenía 19 años; ahora tiene 31 años. El resto de los detalles del caso están aquí.
“Con la perspectiva de género y viendo cómo está encuadrando el tema de mi hija, es trata de personas y desaparición forzada. Esos son los delitos”, comentó en entrevista Sandra Luz al evaluar todos sus hallazgos.
Cuando logró que la FGR atrajera el caso de su hija, en 2013, el expediente lo llevaba la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), pero después se hizo cargo la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) porque el caso reunía otros componentes.
Las desapariciones en Iguala eran graves, de acuerdo con lo que dejó en evidencia la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, caso que impulsó a muchas otras personas de la ciudad a denunciar otras desapariciones, como la de Ivette Melissa. Las desapariciones expusieron la relación y complicidad entre autoridades y grupos criminales.
“Yo relaciono mucho el caso Ayotzinapa (la desaparición de los 43 y asesinato de otros tres normalistas) con el de mi hija, porque fueron los mismo perpetradores”. La situación de desaparición en Iguala llevaba años, según las apreciaciones de Sandra Luz, porque el caso de su hija ocurrió dos años antes que la de los normalistas.
La primera evidencia que reunió de que su hija puede ser víctima de trata es desde 2013, cuando le dijeron que la vieron en una especie de casa de citas sexuales y de venta de alcohol en Juliantla, Guerrero, donde no era fácil entrar; la siguiente es de 2017, resultado de la Caravana Internacional de Búsqueda de Personas en Vida en Los Reyes, en Michoacán, donde supo que podría ser una de las chicas de un bar y que usaba el nombre de Kenia, al año siguiente obtuvo un indicio que apuntaba hacia Cuernavaca, Morelos, pero este último aún no es rastreado por las autoridades aun cuando ya pasaron seis años.
Además tiene el indicio que la misma Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) le notificó en 2021, de que una persona con la CURP de Ivette Melissa acudió a vacunarse contra la Covid-19. La fecha de su último registro de vacunación fue el 5 de julio del 2021, pero en la información no hay registro del estado, municipio, código postal, teléfono, correo electrónico ni dosis que le administraron.
Producto de las diligencias ordenadas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al Estado mexicano para buscar con vida a Ivette Melissa, Sandra Luz supo por un interno del penal de Chilpancingo que su hija podría haber estado en un hotel de Acapulco usado para el negocio de encuentros sexuales.
La queja de Sandra Luz en estas últimas diligencias es que no les acompaña un agente federal del Ministerio Público que recoja estos indicios para que dé fe de ellos, lo que dilata más la acción oficial para dar con Ivette Melissa. Sandra Luz encabeza todas las diligencias.
El ordenamiento de la ONU, en particular a la Fiscalía General de la República (FGR) y a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas ocurrió hace dos años, las instancias oficiales comenzaron a cumplirlo apenas el 15 de julio pasado, en Ayutla, aun cuando fue dictado en 2022, hace dos años. Ya suman dos jornadas de una semana cada una, está pendiente la del 19 al 24 en Costa Grande.
Esto también pone en evidencia la dilación de las instituciones del gobierno mexicano para investigar el caso. En un texto anterior de Ivette Melissa publicado por Amapola, periodismo transgresor hay más datos de todas las omisiones y los atropellos que ha enfrentado Sandra Luz en la búsqueda de su hija.
En esta ocasión agregó, por ejemplo, que después de la privación de su hija, ella misma hizo el peritaje en su casa, para resguardar los casquillos de las armas de alto poder que usaron para balear su casa.
“Todo lo que llevo a la Fiscalía (FGR) yo lo investigo, yo tengo que enfrentar al delincuente para que me suelten información, por ejemplo, para dar con los puntos de Tijeritas (un punto ubicado entre Iguala y Taxco), que ahí trabajo Ayotzinapa, son datos que a mí me dio la delincuencia organizada”, dijo en entrevista.
Insistió en que en ambos casos hay coincidencias grandes, porque están detrás las mismas personas.