El obispo Salvador Rangel se encuentra estable pero sin poder hablar debido a una sustancia suministrada por sus captores

Texto: Amapola Periodismo 

Foto: Amapola Periodismo/Archivo 

Martes 30 de abril del 2024

Chilpancingo

 

El obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza sigue sin poder hablar debido a que sus captores le suministraron una sustancia que lo mantiene adormitado, declaró su abogado Pedro Martínez Bello.

Dijo que el obispo está estable, pero que la sustancia que le suministraron tardará tres días para que le salga del cuerpo, por lo que hasta el momento no han podido platicar con él.

Afirmó que una vez que el prelado ya pueda estar en buenas condiciones de salud se estará en condiciones para acudir a la Fiscalía General del Estado, para que rinda su declaración ministerial.

El abogado dijo no saber qué tipo de sustancia le aplicaron al obispo, y que la fiscalía se encargará de profundizar en la investigación.

El obispo Salvador Rangel está internado en una clínica privada, luego de recibir una primera atención médica en el hospital «Dr. José G. Parres», a donde fue llevado por personas desconocidas.

«Desde que se interpuso la denuncia por la desaparición del obispo, la Fiscalía General del Estado inició su búsqueda e incluso se le pidió al gobernador interino de Morelos (Samuel Sotelo Salgado) que se dispusiera de un helicóptero para que sobrevolara el estado», refirió Pedro Martínez.

«Nos informan este lunes de la fiscalía que ya habían encontrado el obispo y que estaba en el hospital en donde ingresó en calidad de desconocido y no sabemos quién o quiénes lo llevaron, pero eso lo dirá el obispo cuando ya pueda hablar», agregó.

De acuerdo con la versión del abogado, hasta ahora no existen indicios de que Salvador Rangel haya sido golpeado por quienes se lo llevaron, le quitaron su camioneta y le sustrajeron el dinero de sus tarjetas bancarias.

«Nos dimos cuenta de la sustracción de dinero porque la banca móvil que tiene instalada en su teléfono celular empieza a dar las notificaciones», comentó Pedro Martínez.

De acuerdo con la denuncia que presentó ante la FGE de Morelos el sacerdote Juan Ricardo Negrete Cárdenas, el obispo salió a las 19:30 horas de su domicilio en el fraccionamiento Las Flores, en Jiutepec, Morelos, sin su teléfono celular, por lo que su chofer se percató de la sustracción del dinero al llegar la notificaciones en su banca móvil.

Se manejó que de la tarjeta le robaron alrededor de 20 mil pesos.

La vocería de la diócesis Chilpancingo-Chilapa informó el lunes 29 que el obispo estuvo este fin de semana en una localidad de Guerrero en donde ofició una misa.

En forma extraoficial se supo que Salvador Rangel ofreció una homilía en la iglesia de la Virgen de la Natividad, en el barrio El Santuario, en Tixtla, el sábado 27 a mediodía y después se trasladó a Morelos.

Ricardo Negrete, quien interpuso la denuncia por la desaparición del obispo, es párroco de la iglesia de El Santuario.

Después de su retiro como obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa en 2022, Salvador Rangel se fue a vivir a una casa cerca de la iglesia de El Santuario y a la vez rentó una vivienda en Jiutepec, Morelos, que es donde actualmente vive.

A finales de febrero de este año, el obispo declaró que se iba a mantener de bajo perfil porque habría recibido amenazas de muerte sin precisar de quiénes provenían las amenazas.

Sin embargo, venía a Guerrero a oficiar misas cuando los feligreses de alguna localidad se lo solicitaban.

«Nosotros no llevábamos la agenda del obispo emérito (Salvador Rangel), pero él viene a Guerrero a oficiar misas», confirmó una fuente de la diócesis Chilpancingo-Chilapa.

También en febrero, Salvador Rangel advirtió de que a pesar de la situación de violencia que existe en Guerrero, él seguiría dialogando con los integrantes de las organizaciones criminales para lograr la pacificación.

A mediados de ese mes, Salvador Rangel y el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio lograron que tres jefes de los grupos criminales, Ardillos, Tlacos y Familia Michoacana, hablaran para establecer una tregua.

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