A tres normalistas detuvo la Policía Estatal después del ataque en el que asesinó a Yanqui Kothan

En la imagen, normalistas de Ayotzinapa bloquean de manera parcial la Autopista del Sol la tarde de ayer 11 de marzo como parte de su plan de acción en exigencia del esclarecimiento del ataque a sus compañeros.

Vidulfo Rosales Sierra reveló que en la detención también participaron elementos del Ejército. Pide que la FGR finque responsabilidades a los secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública por falsear y ocultar información


Texto y foto: Margena de la O 

Martes 12 de marzo del 2024

Chilpancingo

Elementos policiacos y del Ejército detuvieron a tres normalistas de Ayotzinapa después del ataque de agentes estatales donde asesinaron a su compañero Yanqui Kothan Gómez Peralta, de 23 años, en el punto conocido como el viejo libramiento a Tixtla, al oriente de Chilpancingo, y no sólo a uno, como lo dieron a conocer autoridades locales, denunció el abogado de los estudiantes, Vidulfo Rosales Sierra.

El único detenido que reconocen las autoridades es Osiel Faustino Jimón Dircio, el joven de 22 años que iba de copiloto en la camioneta que manejaba Yanqui, a quien, denunció el Centro de Derechos Humanos de Personas Víctimas de la Violencia Minerva Bello, presentaron hasta la mañana siguiente de los hechos ante el Ministerio Público.

En las imágenes, normalistas de Ayotzinapa bloquean de manera parcial la Autopista del Sol la tarde de ayer 11 de marzo como parte de su plan de acción en exigencia del esclarecimiento del ataque a sus compañeros.

También detuvieron, contó el abogado, al otro estudiante que viajaba con Yanqui y Osiel, quien bajó a comprar un cigarro en el punto del ataque, al que sólo identificó como Arenita, y a uno de los dos estudiantes que minutos más tarde llegaron al lugar a auxiliarlos.

Por estos y otros detalles ocultados por los secretarios estatales de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez y el de Seguridad Pública, Rolando Solano Rivera, quienes salieron a ofrecer la versión oficial de los hechos, el abogado plantea que la investigación que realiza la Fiscalía General de la República (FGR) por el ataque a los normalistas incluya a estos servidores públicos.

El abogado que forma parte del Centro de derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, quien también es asesor de las madres y los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace casi 10 años, sostiene que estos servidores públicos manipularon y crearon pruebas de los hechos para responsabilizar a los estudiantes de Ayotzinapa de su propia agresión y avalaron las detenciones ilegales de los tres normalistas.

La versión que tiene el abogado sobre cómo pasaron los hechos es la siguiente: tres estudiantes, Yanqui, Osiel y Arenita, vinieron de Tixtla a Chilpancingo y se detuvieron en la entrada oriente de la ciudad; Arenita bajó a comprar un cigarro y a lo lejos vio cuando los policías estatales les dispararon a sus compañeros. En esa agresión mataron a Yanqui; Osiel se salvó porque se agachó dentro de la cabina.

“Arenita estuvo detenido. Arenita huye después de los hechos que se da la balacera; sale corriendo calles hacia abajo, entre la Viguri y la Indeco. En la barranca se esconde. Pide auxilio a dos de sus compañeros, van por él; cuando le hablan sus compañeros ya estamos aquí, sale de su escondite, al salir es detenido por elementos del Ejército mexicano y su compañero, uno de ellos, el que llevaba la moto”, compartió el abogado en entrevista.

En realidad, insistió, fueron tres los estudiantes detenidos, pero los llevaron en direcciones distintas, y los cargaron “dando vueltas en la ciudad alrededor de tres, cuatro horas. Después los sueltan”.

Los secretarios estatales citados dieron una conferencia de prensa para informar de lo ocurrido con los normalistas alrededor de las dos de la mañana del día siguiente en la calle, muy cerca de Palacio de Gobierno. Ahí dijeron que no habría impunidad en el caso, pero que el hecho se desprendía de la persecución de un delito porque la camioneta tenía reporte de robo y, además, que dentro del vehículo hallaron alcohol, una arma y una sustancia granulada, lo que se sugería como un tipo de droga. En ese momento mencionaron que sólo había un normalista detenido, sin más detalles.

Hasta la mañana siguiente los defensores de derechos humanos que acompañan a los normalistas informaron que se trataba de Osiel Faustino, a quien las autoridades presentaron varias horas después.

“Cuando está dando la conferencia de prensa el secretario de Seguridad Pública y el secretario General de Gobierno están detenidos los (otros) dos. En ese momento las policías andaban cargando a los chavos”, detalló el abogado.

Para el abogado esto indica que la Policía Estatal ocultó las dos detenciones ilegales y los dos secretarios nunca lo aclararon. Además, insistió, a Osiel Faustino lo presentaron hasta la siete de la mañana en el Ministerio Público.

Todas las versiones del presidente

El primer día que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, habló sobre el ataque de policías hacia los estudiantes asumió la versión de la Policía Estatal, pero ayer su versión fue diametralmente opuesta, al reconocer que en el caso hubo un abuso de autoridad de los policías estatales en el ataque contra los normalistas.

Lo expuso en su conferencia de prensa de la mañana donde, además, mencionó que el estudiante asesinado nunca disparó un arma. El caso estén manos de la FGR y “no vamos a permitir ninguna injerencia, tentación, de querer proteger a los responsables”, expuso.

Ayer por la noche, al cuarto día de los hechos, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda salió a hablar por primera vez del caso. Sólo expuso que el asesinato de Yanqui Kothan no quedará en la impunidad y que se reunió con el Comité Estudiantil de la Normal de Ayotzinapa, a quien le refrendó que los seguirá escuchando.

“Este gobierno no defenderá a nada ni a nadie que haya actuado fuera de la ley”, dijo la gobernadora.

Pero fue su gobierno, a través de los secretarios de despacho, el General de Gobierno y de Seguridad Pública, que sin una investigación de por medio, sugirió que los normalistas eran responsables de su propia agresión.

La gobernadora nunca se retractó, aun cuando el presidente dio una versión distinta a la de sus funcionarios, que siempre hablaron de un hecho plasmado en la persecución de un delito, de la versión que su gobierno ofreció.

El abogado de Tlachinollan expuso que esta nueva agresión contra los normalistas no puede quedar una vez más sólo en la responsabilidad de servidores públicos de bajo perfil, sino en aquellos que maquinaron la versión de los hechos, como los secretarios.