Rememorar la muerte después de un huracán

En Huitziltepec, el Día de Muertos de este año también fue un momento para celebrar la vida, a tan solo unos kilómetros de Chilpancingo, Guerrero


Texto y fotografía: Duilio Rodríguez / Pie de Pagina

Huitziltepec

2 de noviembre 2023

 

Muy cerca de Chilpancingo, en Guerrero, los pobladores de la comunidad nahua de Huitziltepec no dejaron de recordar a sus muertos.

Las puertas de las casas en el pueblo están abiertas de par en par. En el piso, flores de cempasúchil forman un camino que guía a las ofrendas de sus familiares difuntos.

El señor Adán y su familia ponen un altar en su casa para recordar a sus padres.

Colocan sus retratos. Hay tamales, mandarinas, peras, uvas, guayabas, pan, refrescos, velas, flores y copal.

Adán agradece que el huracán Otis no haya llegado hasta su comunidad.

“El papá Dios nos cuida, aquí no se sintió fuerte y eso que estamos muy cerca de Acapulco”.

Como todos los años, a las seis de la tarde, los pobladores de Huitziltepec comienzan a llegar al panteón del pueblo para colocar flores y encender velas en las tumbas de sus seres queridos.

Las calles que conducen de la parroquia al cementerio tienen un camino con veladoras para guiar a los muertos.

A las ocho de la noche, el padre de la Iglesia ofrece una misa para los niños difuntos y pide en sus oraciones por la gente de Acapulco.

Entre tumbas, las personas, encienden todas las velas que les es posible.

Con el tono amarillo de las flores de cempasúchil y la luz cálida de las candelas, el panteón queda completamente iluminado.