Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Óscar Guerrero
13 de agosto del 2023
Chilpancingo
Rafael Miranda es originario de Chilapa de Álvarez, municipio conocido por sus artesanías de palma, pero él emprendió a partir de 2020 con accesorios artesanales que realiza junto a su hermana Lupita y a su amigo Gerardo.
Su emprendiendo lo llamaron Tochán, una palabra en náhuatl, que en español significa nuestra casa.
Los accesorios son ideas de ellos. Sombreros, collares, aretes, bolsas de palma y monederos son parte de sus productos. Todos son realizados a mano y llevan un toque artesanal, como bordados de las regiones de la Montaña y la Costa Chica.
Tochán ayudó a Rafael a mantenerse durante la pandemia pasada, aunque en esa temporada bajaron las ventas. “La artesanía fue lo que nos ayudó a sobrevivir a la pandemia”, menciona Rafael.
Por la pandemia, que inició el mismo año de su emprendimiento, Tochán se dio a conocer por redes sociales, todas sus ventas comenzaron en línea debido a las restricciones sanitarias.
Pero cuando hubo las condiciones para salir nuevamente a las calles, Rafael comenzó a asistir a bazares y expos ventas para dar a conocer su emprendimiento.
Algo que distingue a Tochán de otras marcas de accesorios, de acuerdo con Rafael, es que sacan modelos nuevos de manera constante e invierten en materiales de calidad. Para la elaboración de los collares tardan entre un día y día y medio para, según el diseño.
Gracias a los clientes que hicieron a través de redes sociales han enviado collares a otros estados de la República; sus collares también llegaron a Estados Unidos y España.
Una de las dificultades para Tochán, es la falta de reconocimiento al trabajo artesana de la gente.
“La gente aquí muy poco lo valora. Lo importante es tener creatividad, sacar algo nuevo y plasmarlo en los diseños que elaboramos”, comenta.
Tochán reúne y apoya a otros artesanos. Muchos de los insumos que utiliza los consigue con artesanos de Chilapa y de otros municipios, con eso genera algunos empleos.
Para Rafael Lupita y Gerardo son parte fundamental de Tochán, cada uno aporta su creatividad, tiempo y talento en las piezas que realicen.
Una de sus metas es ser reconocido a nivel estatal, nacional e internacional; que sus accesorios lleguen a muchos lugares.
Tochán ya está registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y tiene un espacio en la plaza Alcatraz, ubicada en el andador Emiliano Zapata, en Chilpancingo. Rafael no descarta en un futuro tener su local propio con diferentes sucursales.
“Valoren lo que está hecho a mano y lo que tenemos aquí (en Guerrero), porque en otros lados lo quieren”, agrega.