Nuevo Cuartel de la GN en Ocotito, en una expansión de la militarización del estado en nombre de la seguridad

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Después de varios hechos violentos que sucedieron en Chilpancingo y sin la presencia de la alcaldesa de Chilpancingo, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, colocó la primera piedra del cuartel de la Guardia Nacional, ubicado en Ocotito, poblado marcado por la inseguridad en los últimos años.

La denominada zona del valle, que comprende varias comunidades de Chilpancingo y Juan R Escudero y que atraviesa la carretera federal 95 y la Autopista del Sol, desde 2012 tiene varios problemas relacionados con la violencia a grupos criminales que tienen otras asociaciones.

Hace nueve años, en 2014, la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), coordinada por Bruno Placido Valerio, un ex líder comunitario muy cercano a actores políticos–como en su momento lo fue el entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien le apoyó para crear esta organización–, entró al municipio de Juan R Escudero para encargarse de la seguridad con este sistema de autodefensas.

En 2015 expandió las autodefensas hasta Chilpancingo con retenes de civiles armados sobre la carretera federal Chilpancingo-Acapulco. Pero ese mismo año, por una diferencia interna de integrantes, un grupo se separó y formó el Frente Unido por la Seguridad del Estado de Guerrero (FUSDEG), después contrarios a la UPOEG.

En estos nueve años han ocurrido diversos enfrentamientos entre integrantes de grupos de civiles armados; estas diferencias dejaron alrededor de 43 personas asesinadas, de acuerdo con información que dio a conocer el entonces comandante de la UPOEG en Ocotito, David Barrientos Salazar, meses antes de su detención. A este líder de la autodefensa lo detuvieron por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y estupefacientes.

Ambos grupos, UPOEG y FUSDEG, eran señalados, por fuentes de seguridad, de tener vínculos con grupos delictivos de la zona Centro y Acapulco. Pero la expansión de estas autodefensas necesitó más que el respaldo que grupo criminales.

Algunos de los asesinados ocurridos en esta zona son el del comandante y maestro de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), Mario Zamora Maldonado, ocurrido el 23 de enero del 2022, en el poblado de Buena Vista de la Salud, durante un enfrentamiento armado.

Otro caso fue el de Salvador Catalán Barragán, quien fue secuestrado y asesinado el 12 de diciembre del 2021.

A inicios de este 2023, después de una operación policiaca entre la Fiscalía General del Estado, Policía Estatal, Guardia Nacional y Ejército desarmaron a los grupos de autodefensa que operaban en este corredor.

Con la detención del líder de la UPOEG, David Barrientos Salazar, en Puebla, contuvieron las acciones de estos grupos.

Aunque la situación no termina con eso, en los últimos días Chilpancingo vivió una serie de hechos violentos que demostraron que el tema de la seguridad no es garantizado por las autoridades.

Siete cadáveres desmembrados, cinco taxistas asesinados y cuatro unidades incendiadas, el asesinato de un ex regidor de Chilpancingo y su colaborador en un negocio de su propiedad, la irrupción de 2,000 pobladores de cinco municipios donde opera el grupo criminal Los Ardillos y el día de hoy, el asesinato de una mujer en el Mercado Central, son algunos de los hechos de violencia que comenzaron desde el 24 de junio.

Todo esto en medio de un contexto donde queda expuesta la convivencia de autoridades como líderes criminales. La alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, fue exhibida en imágenes cuando estaba reunida con uno de los presuntos líderes de Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez.

Con este antecedente, esta mañana la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y el coordinador de la Guardia Nacional en Guerrero, Andrés Ramírez Xochicalli, encabezaron la ceremonia de instalación de la primera piedra para iniciar la construcción de la coordinación estatal de la Guardia Nacional, en el poblado de Ocotito.

Durante el evento, Salgado Pineda dijo que la Guardia Nacional y las fuerzas armadas “son clave para territorializar la estrategia de seguridad que planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

La gobernadora mencionó que en su administración “han habido días muy buenos y días complicados que han enfrentado con diálogo y responsabilidad de trabajo”.

El comisario de la Guardia Nacional en Guerrero, Ramírez Xochicali, informó que el proyecto de obra que hoy arrancó contempla una inversión de 450 millones de pesos. En un predio de 10 hectáreas construirán 40 edificaciones, habrá alojamiento para 776 elementos, contará con plantas tratadoras de aguas, un helipuerto, y otras áreas.

Al evento la ausente fue la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, quien desde hace 15 días no aparece en acto públicos o asiste de invitada a algún del gobierno del estado.

Actualmente, y de acuerdo con datos oficiales de la Guardia Nacional, dados a conocer por el presidente en sus conferencias matutinas, en Guerrero hay nueve cuarteles de esta corporación, aparte de ocho instalaciones militares.

Acapulco, Tlapa, Chilpancingo, Zihuatanejo, Ciudad Altamirano, Cuajinicuilpa, San Marcos, Tepecoacuilco y Chilapa tienen cuarteles de la Guardia Nacional.