Las obras en Chilpancingo del recién fallecido escultor Víctor Manuel Contreras, en el abandono oficial

En Chilpancingo tiene cuatro obras a las que, de acuerdo con el cronista Héctor Contreras, no les dan mantenimiento ni el reconocimiento que merecen por ser patrimonio de la ciudad


Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Chilpancingo tiene cuatro obras del escultor internacional Víctor Manuel Contreras, las cuales están en el olvido y en el abandono por parte de las autoridades, denunció el periodista, escritor y cronista de la ciudad, Héctor Contreras Organista.

Víctor Manuel Contreras falleció apenas el 25 de mayo pasado, y ninguna autoridad ni municipal ni estatal dedicó una esquela en reconocimiento de su aportación artística a Chilpancingo y Guerrero.

“Es lamentable que nadie haya hecho algo, una esquela o reconocimiento a Víctor Manuel por su gran labor y las obras que son patrimonio de todo Chilpancingo”.

El artista tiene obras en 74 ciudades alrededor del mundo, entre las que destacan París, Bruselas, Denver, San Antonio, Nueva York, Cuernavaca, Guadalajara, Acapulco y Chilpancingo.

En Chilpancingo, Víctor Manuel Contreras tiene cuatro obras a las que, de acuerdo con Contreras Organista, no les da mantenimiento ni el reconocimiento que merecen.

Las esculturas de Víctor Manuel Contreras tienen un espacio en gran parte del centro de Chilpancingo. El himno al trabajo y El hombre hacía el futuro forman parte de la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac. Están en la fachada principal del edificio que hoy es el Ayuntamiento de Chilpancingo, antes Palacio de Gobierno.

Las otras dos se ubican en la Alameda Granados Maldonado: el Monumento a la Madre y el Monumento a Los niños héroes.

Estás esculturas fueron creadas en 1972, por encargo del entonces gobernador interino Israel Nogueda Otero, para conmemorar la erección del estado de Guerrero.

La encomienda fue crear un grupo de esculturas para embellecer la capital de Guerrero.

En entrevista, para Amapola, periodismo transgresor, Contreras Organista contó parte de la vida de Víctor Manuel, sus obras y su estancia en Chilpancingo.

“Víctor Manuel era el escultor más importante del mundo, un hombre muy inteligente y sencillo, iba al café, platicaba con todos nosotros”, cuenta.

De acuerdo con la Enciclopedia Guerrerense, Víctor Manuel Contreras nació en Atoyac, Jalisco, el 6 de agosto de 1941, sus primeros pasos dentro del arte fueron en la Academia de San Carlos de la Ciudad de México.

A los 15 años viajó a Nueva York e ingresó al Instituto de Arte Moderno, donde se especializó en escultura y pintura.

Tomó cursos de psicología, filosofía e historia del arte en la Universidad Bucconni, Italia y otros más de dibujo, pintura, escultura y modelado en la Academia de Arte de Brera, en Milán.

En 1961 ingresó a la Escuela Superior de Bellas Artes de París. Asistió a la Sorbona, donde hizo cursos de Filosofía del Arte, Historia y Civilización Francesa.

Regresó a México en 1965 e ingresó a trabajar a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y a la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), donde impartió la materia de Historia del Arte en la Facultad de Humanidades.

A través de estas dos universidades organizó siete festivales culturales internacionales que fueron presentados en Cuernavaca, Chilpancingo, Taxco y Acapulco. En la Uagro estableció el Museo de Pintura Contemporánea.

De sus obras en Chilpancingo, Contreras Organista contó que “en la época de René Juárez Cisneros hubo un temblor muy fuerte que cuarteó el palacio y se ordenó que se retiraran las esculturas para reparar los daños del edificio”.

En el caso del Hombre hacía el futuro, la escultura original tenía elementos ornamentales, como planetas, cometas y estrellas, que le retiraron para aminorar su peso y colocarla de nuevo en Palacio de Gobierno.

La obra Himno al trabajo la colocaron en la parte norte de la Plaza Cívica, lugar donde estuvo algunos años; en 2010 fue colocada frente al Ayuntamiento de Chilpancingo.

El Monumento a los Niños Héroes y el Monumento a la Madre permanecen en la alameda.

En 1972, el Monumento a la madre se colocó en una explanada construida para ella, pero en 1990, después de una remodelación, en ese espacio levantaron el Teatro hundido, y la escultura la movieron a una jardinera contigua, donde permanece.

Para Contreras Organista las esculturas están en el abandono y descuido institucional.

“El Monumento a la Madre está puesto sobre la tierra, eso la daña, no se le tiene el cuidado que merecen”, mencionó.

En el caso de las esculturas que están en la Plaza Cívica, las heces de las palomas las corroe y las desgasta.