La doble tragedia de los habitantes del Nuevo Mirador

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

La colonia Nuevo Mirador es un asentamiento, ubicado al sur de Chilpancingo, en el que fueron reubicadas 400 familias afectadas por la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid en 2013, ahora, a 10 años de la tragedia que marcó la vida a estas familias, los actos de negligencia institucional de entonces ocasionaron que de nuevo se queden sin una vivienda.

Algunos departamentos de los edificios lucen vacíos porque sus habitantes optaron por desalojarlos. Muchos habitantes tampoco quieren hablar sobre el tema.

De acuerdo con la delegación del Bienestar, en el Nuevo Mirador se demolerán 42 edificios y van a construir 44 para 176 familias. Los demolerán porque autoridades federales realizaron nuevos estudios al suelo y arrojaron que no es apto para las casas de tres niveles que en la actualidad hay en el asentamiento.

Los edificios que serán demolidos son los que presentan mayores daños en su estructura.

“Cuando tiembla todo se mueve, y ahora en la temporada de lluvias toda el agua se traspasa”, contó otra habitante.

En 2013, con Manuel e Ingrid, 400 familias quedaron sin vivienda porque las lluvias las arrastraron, muchos de los afectados son personas de escasos recursos y su vivienda era el único patrimonio con el que contaban.

Los afectados estuvieron 16 meses en un albergue temporal, en lo que las instituciones les construían un espacio para vivir.

Una de las habitantes de la colonia que prefirió omitir su nombre, mencionó que ella fue de las primeras en asentarse en la colonia.

Lleva nueve años ahí, ahora tendrá que buscar nuevamente dónde vivir. “Ya me cansé de albergues, la gente sólo se mal acostumbra”, dijo.

A decir de los habitantes de esta colonia, con el paso del tiempo comenzó a mostrar los efectos de la corrupción y la ineficiencia gubernamental.

Las casas comenzaron a mostrar deslizamiento, cuarteaduras y en 2018 se derrumbó una sección habitacional porque el suelo era muy inestable.

Hasta la fecha los colonos no tienen escrituras y sus casas están en riesgo porque desconocen si existió un estudio previo del suelo para determinar si era factible construir ese tipo de viviendas en la zona.

Es por eso que en octubre del 2022 la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (Sedatu) realizó un estudio de suelo, que debieron hacer las autoridades antes construir las casas, para determinar sus condiciones, y cuáles son las viviendas que puede soportar .

Hace dos semanas, de acuerdo con el representante de la Nueva Coordinación del Nuevo Mirador, Marcos Briones Vázquez, Sedatu les entregó el resultado de los estudios, el cual indica que las viviendas construidas en 2014 no son aptas para el suelo.

“Tres pisos era demasiado para el tipo de suelo, por eso desde un principio las casas presentaron deslizamiento y cuarteaduras, si tú pones una pelota se rueda, porque ya no están al nivel”, mencionó Briones Vázquez en entrevista.

Esta situación ocasionó que tres manzanas del Nuevo Mirador se declararan inhabitables, y son las que serán demolidas. En su lugar, les dijeron, construirán viviendas de dos pisos.

La semana pasada la Sedatu y Bienestar les informaron a los colonos que tenían que desalojar sus viviendas.

Ahora ellos piden garantía para no perderlas, porque les avisaron de la demolición, pero nunca les informaron de algún albergue u apoyo para renta en lo que terminan la construcción de las nuevas viviendas.

Sedatu tampoco se comprometió a darles fechas para la terminación de las viviendas, por lo que la población está en la incertidumbre de quedarse sin hogar.

De acuerdo con Briones Vázquez los vecinos están preocupados porque se quedarán sin hogar, de momento están buscando departamentos en la misma colonia.

Además de esta problemática, los habitantes del Nuevo Mirador carecen de servicios básicos como el agua.

“Agua no tenemos, el tanque está seco complentamente”, expuso Briones Vázquez.

Esperan que Sedatu y la Secretaría de Bienestar acudan nuevamente a la colonia y les den noticias favorables sobre la reubicación.

“Lo que nos urge es que esas gentes que van a mover estén seguras, tengan el respaldo de la autoridad y puedan reubicarlas en otro lado”, agregó Briones Vázquez.

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