A golpes, pobladores nahuas de Acatlán piden por buen temporal

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero

Acatlán

A golpes y vestidos de tigres, mujeres y hombres nahuas de Acatlán, municipio de Chilapa, en la Montaña baja de Guerrero, piden y ofrendan por una buena temporada de lluvia y abundancia para sus cosechas.

Esta es una tradición milenaria, los pueblos originarios la enseñanza generación tras generación para que no se pierda la costumbre de pedir todos los años a la Santa Cruz un buen temporal de lluvias.

Los primeros días de mayo, desde las cuatro de la mañana, los pobladores de Acatlán emprenden una caminata de cuatro horas de camino.

Esas horas son de subida por un sinuoso camino que lleva hasta la cima del cerro del Cruzco, el punto más alto de la zona.

Una vez arriba comienza un ritual que incluye peleas de tigres, comida, rezos y mucho humo de copal, y es llamado Atlzazilistle. La comida es el resultado del sacrificio de decenas de gallinas que los mismos pobladores ofrendan.

Otro elemento muy característico de este ritual de petición de lluvia son las peleas entre mujeres y entre niñas y niños.

Como una sacrificio donde ofrendan su fuerza, los peleadores se enfrentan a puño limpio. En las peleas, los golpes son una ofrenda para que las lluvias lleguen a tiempo y puedan cosechar buena cantidad de maíz y frijol, los principales cultivos de la región.

Benjamín Calzada Terrero, comandante de la Comisaría de Acatlán, contó que estos rituales son milenarios y siempre tuvieron el objetivo de pedir porque haya buenas lluvias, y como consecuencia abundancia en maíz, frijol, chile y calabaza.

«Aquí la gente viene a dejar pollos, comida, todo como una ofrenda, y aquí los señores de antes y ahora nosotros venimos a ofrendar a las cruces», mencionó.

Las ofrendas de comida van desde tamales, mole, caldo de pollo, que después de ofrecerlo a las cruces, los participantes y visitantes los degustan.

Las tripas y visceras de los pollos se colocan y se cuelgan de las ramas de los árboles como una ofrenda a la naturaleza.

«Las pelas de tigre son para que pedir que la temporadas de lluvias llegue bien y las personas que siembran tengan buenas cosechas», mencionó Benjamín.

Este ritual es uno de tantos que realizan las comunidades nahuas de la zona Centro de Guerrero para pedir por una buena temporada de lluvias.

Acatlán, es un pueblo originario ubicado a 15 minutos de Chilapa, cabecera de este mismo municipio.

El ritual y las peleas en lo alto del cerro iniciaron casi a las tres de la tarde y concluyeron unas dos horas después.

 

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