Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Amílcar Juárez
17 de abril del 2023
Chilpancingo
La plaza central de Chilpancingo es un lugar donde converge la historia y los recuerdos de los capitalinos; los edificios históricos que la rodean y los habitantes que descansan en ellos conviven de mañana, tarde o noche. Todo eso forma parte del paisaje cotidiano del centro de la ciudad.
En medio de la plaza central está el kiosco, enfrente la Catedral de Santa María de la Asunción y a un costado la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac.
Alrededor y en distintas partes de la plaza central hay diversos árboles y jardineras que decoran el lugar.
La mayoría de estos árboles son grandes, frondosos y con hojas verdes; no todo el tiempo es así, también hay árboles descuidados que necesitan atención.
Ese espacio no siempre estuvo como ahora. La última remodelación y más importante fue la de 1981, ordenada por el entonces Alejandro Cervantes Delgado.
Lo que hoy conocemos como plaza central hace 200 años fue el Jardín Bravo, después Jardín Cuellar y en la actualidad esta divida en dos partes, en el jardín central y la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac.
En el jardín central permanecen algunos árboles y jardineras y algunos boleros optaron por quedarse debajo de los árboles, donde realizan su trabajo.
Los árboles y jardineras sirven como punto de encuentro y brindan sombra a quienes se sientan a esperar a alguien o para quienes deseen descansar en ese lugar.
Pasó por algunas remodelaciones, momentos en los que integraron estatuas y monumentos.
En 1981 construyeron el paso desnivel, que corre por debajo de la plaza central, anteriormente la calle corría sobre lo que hoy es el Museo Regional de Guerrero y la Catedral de la Asunción.
En un primer momento se le conoció como Jardín Bravo porque a un costado vivió el insurgente Nicolás Bravo, en el lugar donde hoy esta la Secretaría de Cultura del estado.
Lo que hoy es la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac hace 100 años, de acuerdo con una litografía que pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), estaba llena de jardineras y arboles y al centro un monumento a Nicolás Bravo.
De acuerdo con el historiador Héctor Gutiérrez Muñoz, la estatua de Nicolás Bravo quedaba exactamente frente a la entrada del hoy Museo Regional, en aquel entonces Palacio de Gobierno, «y cuando se abría la puerta, dentro hay un mural de Cuauhtémoc que esta con los brazos abiertos, parecía que Bravo y Cuauhtémoc estuvieran retándose», contó.
Datos del cronista Edgar Pavia Miller mencionan que el jardín Bravo fue demolido en su totalidad en 1950, durante el gobierno de Raymundo Abarca Alarcón «para hacer una plaza que al parecer sólo le gustaba a él y a quien la hizo, y probablemente ni a ellos, tal vez sólo la hicieron para ganar algunos pesos. Pero por esa avaricia destruyeron vestigios históricos e identidad de muchos años», relató el investigador de la historia de Chilpancingo en un artículo sobre la plaza central.
Algunos de los problemas a los que se enfrenta la actual plaza central es con sus árboles, en tantas remodelaciones que hubo muchos fueron cortados y otros más cambiados.
Desde hace 100 años que el jardín lucía natural, los arboles que había eran nativos y endémicos de la zona, algunas especies de burceras, balanzos y arbustos nativos era lo común que había en el jardín Bravo y Cuellar.
Con las remodelaciones estas especies de arboles fueros desplazadas por flora traída de otras partes del mundo por una cuestión estética.
Actualmente la especie que predomina en la plaza central son ficus, laurel de la india y roble rosa, arboles endémicos de países de Asia y Australia.
De acuerdo con la directora del Herbario de la Universidad Autónoma de Guerrero, Natividad Herrera Castro, la introducción de esta especie de arboles desplazan a las especies nativas y endémicas de la región.
«Además al requerir condiciones especiales, necesitan muchos cuidados, como agua y estar constantemente podándolos para que se vean bonitos y eso implica mucho dinero obviamente», mencionó Herrera Castro.
La falta de estos cuidados en ocasiones genera que arboles se sequen y mueran, como es el caso de uno que esta a un costado del quiosco.
La mitad de dicho árbol está completamente seco y ninguna autoridad municipal lo voltea a ver.
Aunque sin especias de árboles introducidas, eso no impide que se vuelvan alguna referencia, el conocido como árbol de los huevones es un Laurel de la India que se convirtió en un sitio de referencia para todo Chilpancingueño.