Guerrero sin protocolos para practicar el aborto a casi un año de su despenalización

Colectivas ofrecen el acompañamiento a mujeres que deciden abortar, una responsabilidad de las instituciones


Texto: Margena de la O

Ilustración: Saúl Estrada

Chilpancingo

 

“En Guerrero puedes acceder a un aborto en los servicios de salud o desde casa”, es la frase que tiene fijada en su perfil de Facebook la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres. La organización que aglutina diversos grupos de activistas ofrece asesoría y acompañamiento a las mujeres que desean abortar antes de las 12 semanas a través de tres números de teléfono.

El acompañamiento ofrecido por las activistas es relevante porque aun cuando en Guerrero las diputadas y los diputados locales despenalizaron el aborto desde el 17 de mayo del 2022, las instituciones de salud pública carecen de un protocolo para ofrecer el servicio.

Lo que sigue pendiente en Guerrero y en gran parte de México, es “la despenalización social” en relación al aborto, plantea la coordinadora de la Red, Ana Grabiela Candela Garzón, cuando explica la importancia y necesidad del acompañamiento que ofrece la colectiva.

Desde 14 de julio pasado, cuando comenzaron a brindar información y asesoría, hasta el cierre del 2022, habían acompañado a más de 100 mujeres que tomaron la decisión de abortar, informó Janiseli Renata González Moreno, otra de las integrantes de la Red pendiente del acompañamiento.

Lo iniciaron de manera pública en un contexto importante de reconocimiento de los derechos de las mujeres de Guerrero a decidir sobre sus cuerpos. Las diputadas y los diputados locales despenalizaron el aborto en “cumplimento también a la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y respuesta a la Alerta de Violencia contra las Mujeres por Agravio Comparado en Guerrero”, de acuerdo con lo que difundió el Congreso local el día de la aprobación.

La segunda alerta de género para Guerrero fue decretada el 5 de junio del 2020, por el agravio cometido contra las mujeres víctimas de abuso sexual a quienes les negaron el derecho de abortar establecido en el Código Penal Federal.

El Observatorio de Violencias contra las Mujeres Guerrero, una de las organizaciones de esta Red, la solicitó y después gestionó, mediante un cabildeo con diputadas de la bancada de Morena, la iniciativa, después ley, que quitó todos los candados jurídicos en Guerrero al aborto, informó la coordinadora, Viridiana Gutiérrez Sotelo.

Guerrero se convirtió en el noveno estado en despenalizar el aborto de las 32 entidades en el país. En total, 11 estados han despenalizado parcial o total el aborto en México hasta este momento. En el estado es legal antes de las 12 semanas.

A esta despenalización de aborto le suceden otras reformas secundarias, como ajustes a la Ley de Salud, para establecer el protocolo que garantice un servicio de salud de calidad.

La incitativa de modificación ya está en el Congreso local, pero aun falta la discusión al interior de la Comisión de Salud, y que sea tratada y votada en pleno por las diputadas y los diputados.

Gutiérrez Sotelo tiene la claridad que aun con estos pendientes no existe impedimento legal para que las mujeres tenga garantizado el derecho de abortar, porque se los garantiza el marco jurídico federal y local.

En este punto también coincide que María Luisa Garfias Marín, una activista feminista por los derechos de las mujeres que abrió brecha en Guerrero, al exponer que negar el aborto a una mujer en Guerrero no sólo es privarla de un servicio médico, “es violentar derechos humanos”, agrega quien ahora es integrante de la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres.

Apremia porque las instituciones de salud pública en Guerrero construyan de manera urgente el protocolo de atención médica para las mujeres que deseen abortar.

“Como no hay una garantía de una atención de calidad y de calidez por eso se sigue dando el acompañamiento, porque se les han negado los servicios y, entonces, por eso las mujeres buscan a las colectivas para que les den el acompañamiento”, analiza Garfias Marín.

El acompañamiento que ofrece la Red privilegia y comprende el contexto de las mujeres. Candela Garzón expuso que llevan años haciéndolo, desde antes de la despenalización, amparadas en los lineamientos de la Organización Mundial de Salud.

La Red tiene disponibles tres números de teléfono celular para orientar a las mujeres que desean abortar, ya sea por llamada o mensajes: 7621057057 para la zona Norte, y 7472194211 y 7442576612 para el resto del estado o de cualquier otro lugar. Porque a estos números, dice la coordinadora, han llamado mujeres de otras partes de México, y hasta de Guatemala y El Salvador.

González Moreno mencionó al principio que la Red respalda el aborto autogestivo o aborto en casa, aun cuando su lucha más fuerte sea con toda una narrativa social y moral que le ha impregnado muchos tabúes.

A partir de este punto están los detalles del procedimiento que la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres emplea para acompañar.

Primero conversan con las mujeres que se acercan con dudas y, después, intentan saber su contexto: edad, lugar de origen, si han tenido hijos o no, si se aplicaron alguna prueba y cuál fue o si hubo algún ultrasonido, si están o no con pareja y otros tantos datos que broten de una charla cálida, comprensiva.

La coordinadora de la Red aclara que es importante el contexto porque existe el prejuicio de que las mujeres que más abortan son jóvenes o solas, casi como un prejuicio de irresponsabilidad, cuando no es un patrón. Les ha tocado acompañar a madres, con parejas estables o de muchos años.

Después les proporcionan la información asociada con el derecho de las mujeres a abortar y la garantía que tienen de servicios médicos en instituciones de salud pública, porque es importante “devolverles al Estado su responsabilidad” en el tema, puntualiza Candela Garzón.

La Organización Mundial de la Salud avala medicamentos para la interrupción del embarazo de manera segura, efectiva y no invasiva, el misoprostol o el régimen combinado de mifepristona y misoprostol, con las dosis reglamentadas para la ingesta. Esta información la comparten las activistas para que las mujeres sepan que un aborto no siempre es un proceso quirúrgico e invasivo.

De tal manera que cuando las mujeres decidan acudir a un centro, clínica u hospital de salud pública sepan que el legrado no es la primera ni única opción.

Las integrantes de la Red creen que ahí radica el problema en los servicios de salud. “Cuando nosotras hacemos el acompañamiento lo que seguimos viendo es que a pesar de que tienen la información de que el aborto puede ser con medicamento o con procedimientos menos invasivos para el cuerpo de las mujeres siguen privilegiando el legrado como una forma común de hacerlo, y eso es sumamente violento para las chicas”, explica Gutiérrez Sotelo, también integrante de la Red.

La penalización social es lo que más pesa en las mujeres; acudir a un hospital o clínica les resulta impensable. Muchas de las mujeres que han pedido información o acompañamiento a la Red, incluso hacen su primer contacto por mensajes, para guardar lo más posible su identidad, cuenta Candela Garzón.

Entonces, es cuando brindan el acompañamiento para un aborto autogestivo o aborto en casa.

Las activistas monitorean a las mujeres que lo dicen desde el horario de la toma de los medicamentos, las dosis que deben ingerir hasta sus síntomas, que pueden variar: cólicos, dolor abdominal, sangrado vaginal, sensación de vómito, algunas de diarrea. El cierre de esta fase es cuando las mujeres dejan de sangrar, es decir, terminan su proceso de aborto.

La fase final del monitoreo es al mes siguiente, cuando la mujeres recuperan su menstruación, pero no todas continúan hasta este punto.

“En la mayoría los casos son exitosos, sino es que todos, por una u otra situación, nada de gravedad, terminan el procedimiento, y al mes algunas nos cuentan ya me bajó, me sentí bien o algunas simplemente ya no más, desaparecen; también parte del acompañamiento no es saturarlas, ellas necesitan un espacio y lo sabemos”, dice Candela Garzón.

Pero lo que siempre ocurre es que las mujeres les recomiendan con otras.

En la misma Red hay colectivas que acompañan a mujeres de sus entornos para el proceso de aborto, como la Red Feminista de Acapulco Revolución Violeta, asentada en el puerto, o las integrantes de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en Mexico (ddeser), a través de Marea Verde, establecidas en Tlapa, a quienes también las han contactado mujeres de otras regiones o estados.

Lo cierto es que todas estas campañas y servicios que brindan las colectivas son un responsabilidad de Estado, que las instituciones aún no asumen.

 

La Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres acompañó de manera política el caso de Aurelia García Cruceño, la mujer nahua que estuvo encarcelada por una emergencia obstétrica, en plena discusión por la despenalización total del aborto en Guerrero.
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