Una historia familiar entre las piñatas del paseo Cervantes en Chilpancingo

Texto: Yasmín García / Especial 

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

La familia Bautista, que encabeza Margarita Bautista Martínez, lleva más de 30 años elaborando piñatas. Comenzó a crearlas por la necesidad de mantener a los 11 hijos que tuvo; ahora este negocio es un referente del paseo Alejandro Cervantes, en Chilpancingo.

Margarita, quien ahora tiene 85 años, recuerda que vendía cena en la antigua terminal de autobuses, pero una día le impidieron volver a hacerlo.

Al no tener apoyo de su esposo y con la necesidad de tener ingresos económicos, ella y sus hijos aprendieron a elaborar piñatas y desde entonces se han dedicado a este oficio que ya heredaron a otras generaciones.

Ahora los nietos de Margarita saben elaborar las piñatas. El negocio, que tiene el nombre de Ximena Itzel, es uno de los más popular del paseo Alejandro Cervantes Delgado. En sí la zona por completo es popular en Chilpancingo, porque confluyen otras familias dedicados al oficio, de hecho un callejón aledaño fue denominado Las Piñatas.

Las tradicionales estrellas de siete y 12 picos son las piñatas populares en el negocio y tienen su significado. La primera representa los pecados capitales, según la religión católica, la segunda los meses del año; en la época decembrina, como como ahora, es cuando más las venden, pero durante todo el año producen piñatas distintas.

Si en estos días visitan la piñatería de Margarita para comprar piñatas para las posadas o la navidad, puede que ella misma les atienda o alguna de sus hijas, porque el negocio, se dijo al principio, es familiar.

Salir de la versión móvil