Tlacolol – ¡El corralito!

En las últimas semanas el clan de los Salgado puso en marcha una mafufada marciana, por no decirlo de otra manera. Se trata de limitar la labor de los periodistas, sobre todo, a los de Chilpancingo.

Resulta que a los reporteros que cubren los actos oficiales de la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, se les impide que se le acerquen para cuestionarla sobre los hechos que ocurren día a día en el estado. La mafufada consiste en que los reporteros y fotógrafos estén lo más lejos de la mandataria.

Lo risible del asunto es de que, por ejemplo, en lugares públicos como la explanada del Palacio de Gobierno o en Casa Guerrero, los guarros y enviados del director de Comunicación Social, René Posselt Aguirre —sobrinazo del defenestrado ex gobernador Ángel Aguirre—, obligan a los reporteros a colocarse en un espacio reducido, el cual es rodeado de vallas metálicas, un corral pues.

El corral está muy distante del presidium que encabeza Salgado Pineda y, por supuesto, es vigilado por un guarro que, con arma al cinto, impide que los reporteros salgan, incluso, aunque alguno requiera ir al baño a satisfacer sus necesidades fisiológicas.

La orden es tajante: ninguno de los periodistas puede salir del corral hasta que concluya el acto y la gobernadora ya esté en sus oficinas en Palacio de Gobierno o Casa Guerrero o bien esté cómodamente sentada en su camioneta blindada y resguardada por sus guardaespaldas.

Nos cuentan que esta estrategia de comunicación la diseñó el grupo compacto de Salgado Pineda y tiene el propósito evitar que informe sobre temas espinosos como la inseguridad y la violencia que no para en casi las siete regiones de Guerrero, el caso Ayotzinapa y la corrupción que impera en algunas esferas del gobierno estatal.

Evelyn Salgado casi cumple un año al frente de la administración estatal y, nos cuentan, que aún no toma sus propias decisiones y es influenciada por dos fuegos. Por un lado, está el nuevo cacique, su papá el senador Félix Salgado Macedonio y, por el otro, los catrincitos: su jefe de oficina, Jesús Urióstegui y Rubén Hernández Fuentes, director general del Poder Ejecutivo.

El que tiene la encomienda de cumplir estas órdenes es Posselt Aguirre, quien libera los convenios de publicidad a los medios de comunicación impresos, electrónicos y de plataformas digitales, además de entregar los sobres (chayotes) a los periodistas adictos al apoyo oficial.

En este gobierno, que también es del Primor, porque está integrado por morenistas y priístas, impera la rancia consigna de López Portillo en el contexto de la relación prensa-poder: “no te pago para que me pegues”.

Eso lo han entendido muy bien el 99.9 por ciento los dueños de los medios porque en sus publicaciones no hay críticas al gobierno estatal.

Es por eso que el clan de los Salgado y los catrincitos ningunean a los reporteros porque saben que los dueños de los medios no van a defender a sus trabajadores.

Pero como dice AMLO, no todos somos iguales. Los que escribimos esta columneja no sólo somos críticos sino también propositivos, le hacemos una propuesta en materia de comunicación al clan de los Salgado y a los catrincitos.

1.- Que la gobernadora acepte que los reporteros la cuestionen de todos los temas, incluidos los de la violencia que no para.

2.- Que la gobernadora no se preocupe si la riega: ¡tenemos la solución! Una fórmula vieja, la que aplicó Vicente Fox cuando fue presidente. Que designe a un vocero para que salga ante los medios y diga: “lo que la gobernadora quiso decir”. Y listo.

Como nosotros no aplicamos la austeridad en nuestras propuestas, ya tenemos a su vocero: René Posselt, y esto no nos lo sacamos de la manga, pues este personaje ya hace esa función, pues cuando la gobernadora no sabe qué contestar, se le acerca al oído y le dice lo que tiene que responder.

Por cierto, eso se ve muy feíto, por eso le sugerimos que apliquen la de: “lo que la gobernadora quiso decir”. Será mejor y, sobre todo, más divertido.

En caso de que algún medio se salga del huacal —como Amapola periodismo— que le copie de la mañanera la sección “quién es quién en las mentiras”, si de por sí ya le pirateó todo su discurso al presi. ¡Qué tanto es tantito!

Chirrionazo. Hoy se cumplen ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el próximo 15 de octubre un año de que Evelyn Salgado está al frente del gobierno. En estos casi 365 días, la gobernadora no se ha reunido con las madres y padres de los estudiantes desaparecidos, ni siquiera para darles un mensaje de aliento en forma personal. Nos recuerda un dato: en septiembre del 2014, cuando ocurrieron los hechos en Iguala, Evelyn, cobraba como funcionaria en la Secretaría de la Mujer, en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero. A lo mejor es por eso que no se acuerda.