A 18 días de los primeros casos de Covid–19 en Guerrero, las autoridades informaron que van 24 casos y una defunción. En este contexto, comunitarios de distintas agrupaciones mantienen cercos de seguridad con la intención de evitar que se propague el virus
Texto y fotografía: Equipo Amapola Periodismo
3 de abril del 2020
Policías comunitarios de distintas agrupaciones de varias zonas de Guerrero reforzaron sus retenes de seguridad para detectar a posibles portadores de coronavirus (Covid–19) e impedir que ingresen a las comunidades que tienen bajo su control.
Salvador Alanís Trujillo, quien se asume como vocero del Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG), afirmó que las autoridades de las comunidades de los municipios de Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo (Tlacotepec) determinaron realizar una serie de restricciones a las personas que llegan como una medida de prevención sanitaria.
El líder de ese grupo que se nombra de comunitarios consideró que de lo que se trata es que no haya ningún caso en la Sierra.
Contó que en las comunidades de la Sierra no hay suficientes centros de salud y los pocos que hay carecen de medicamentos, médicos y enfermeras.
«No queremos que aquí (en la Sierra) haya casos (de coronavirus) porque no habría forma de detener una situación grave de contagios», anticipó.
La policía municipal de Tlacotepec revisa los vehículos de transporte público de pasajeros a quienes les hacen un interrogatorio para saber si tienen fiebre, tos seca, gripa o les duele el cuerpo.
Alanís Trujillo dijo que el grupo de policías comunitarios a su cargo lleva a cabo estas mismas acciones de prevención en el corredor Filo de Caballos al Mirabal, un corredor de la Sierra.
A la gente que detectan con gripa, explicó, la llevan al Hospital Básico Comunitario de Filo de Caballos para que le hagan una revisión.
«Aquí todavía no hemos puesto en marcha un toque de queda, la ciudadanía se puede mover con plena libertad pero también con la recomendación de que permanezcan en su casa», señaló el vocero de esta agrupación autodenominada Policía Comunitaria de la Sierra.

La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias realiza revisiones
Por su parte, Juan Antonio García Fidencia, consejero de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de la casa de justicia de El Paraíso, del municipio de Ayutla de los Libres, señaló que en las 33 comunidades donde ellos tienen el control ya operan medidas, como la de detectar a personas que regresan a sus pueblos luego de permanecer en labores del campo en Estados Unidos o en estados del norte del país.
Señaló que a la gente que detectan con alguna sintomatología parecida al Covid-19 la canalizan a algún centro de salud para revisión.
Una de las restricciones que ha establecido la CRAC a los propios ciudadanos de las 33 comunidades es que si tienen que acudir a Ayutla de los Libres para realizar compras o a otro asunto personal, sólo se lo permiten a un integrante por familia.
García Fidencia señaló que se ha establecido una especie de «toque de queda», ya que en muchos de los pueblos las autoridades y policías comunitarios no permiten que la gente salga de sus casas muy de noche. Durante el día les recomiendan que se queden en sus casas.
El consejero de esta agrupación aseguró que la gente de las 33 comunidades, 30 del municipio de Ayutla y 3 del municipio de Tecoanapa, tienen suficientes alimentos para aguantar un mes en “cuarentena».
Dijo que afortunadamente a los campesinos de estos pueblos de origen indígena les fue muy bien en sus cosechas de maíz, frijol, chile y jitomate.
«No tenemos pensado pedirle nada al gobierno porque hay suficientes alimentos básicos», detalló.

Jornaleros agrícolas de la Montaña desprotegidos
Por otra parte, el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, señaló que en muchos pueblos indígenas de esta zona la misma gente ha establecido sus propios cercos sanitarios ante la inacción de las autoridades de Salud federal y estatal.
El activista alertó de un posible brote de Covid-19 en la Montaña debido a que en estos días regresan a sus pueblos decenas de indígenas que se fueron a trabajar a Estados Unidos.
Mencionó que las autoridades locales y federales saben de esto pero no han tomado una serie de medidas de revisión médica a los jornaleros que regresan a sus comunidades luego de que fueron despedidos en los lugares donde trabajaban en Estados Unidos.
Barrera Hernández justificó las acciones preventivas sanitarias que está tomando la policía comunitaria de la CRAC de El Paraíso, en Ayutla y de autoridades de otras comunidades.
Criticó que las autoridades de las jurisdicciones sanitarias de la Secretaría de Salud estatal no han realizado algunas medidas visibles e eficaces de prevención en la Montaña.
«Más bien yo creo que la Secretaría de Salud está cuidando las estadísticas (de casos de Covid-19) para que esto no vaya a generar más pánico», enfatizó.
Barrera señaló que hasta este momento no se ha visto que las autoridades de Salud instalen puestos de control en las entradas de Tlapa o de las comunidades para realizar inspecciones sanitarias a las personas que ingresan y sobre todo a los jornaleros agrícolas que ya vienen de regreso de Estados Unidos que se han quedado sin empleo.

Hay 24 casos de Covid–19 en Guerrero
A 18 días de que en Guerrero se presentaron los dos primeros casos de coronavirus (uno en Acapulco y otro en Chilpancingo) hasta este viernes hay 24 personas infectadas por el virus.
Este jueves, las autoridades de Salud informaron de 22 casos, 14 en Acapulco, cuatro en Chilpancingo, dos en Taxco, uno en Tixtla y uno más en San Marcos.
De los dos casos nuevos que dio a conocer este viernes a mediodía el Secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, no informó de qué lugares de Guerrero son estas dos personas que resultaron positivos del Covid-19.


