Marchan reporteras en Chilpancingo para exigir alto al acoso, hostigamiento laboral y violencia

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

Reporteras y fotorreporteras de diferentes medios de comunicación marcharon esta mañana en Chilpancingo para exigir un alto a los asesinatos de periodistas y el cese a la violencia, acoso y hostigamiento laboral que sufren muchas de ellas

La marcha de las comunicadoras en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que se conmemoró ayer miércoles.

La movilización de las periodistas y fotorreporteras inició en el Parque Bicentenario, al norte de la capital, y avanzó por las principales calles con dirección al sur de Chilpancingo.

Durante la marcha, el contingente realizó paradas en algunas dependencias e instituciones: la Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios y el Tribunal Universitario de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), la Procuraduría de la Defensa de la Mujer, que depende de la Secretaría de la Mujer, la Dirección General del Colegio de Bachilleres, las instalaciones de la delegación 17 del Sindicato de Redactores de la Prensa (SNRP), para finalizar en el monumento Unidos por Guerrero, que las comunicadoras renombraron como Violetas del Anáhuac.

En los edificios a los que acudieron, las reporteras colocaron carteles en los que se leía: «Rompan el pacto» «Gobierno de simulación» y «Ni una más, ni una más, ni una periodista asesinada más».

En dichas instituciones las reporteras han sufrido algún tipo de violencia en la realización de su labor periodística, cometidas por funcionarios o actores sociales.

Las reporteras acudieron a las oficinas de la delegación 17 del SNRP, donde colocaron una pancarta con la siguiente leyenda: «Mujer periodista contra el periodismo patriarcal».

Antes entraron a las oficinas de la dirección del Colegio de Bachilleres, ubicado en la avenida Benito Juárez.

Protestaron ahí porque un trabajador de esta institución hostigó a la reportera de El Sur, María Avilés Rodríguez, tomándole fotografías cuando cubría una protesta de maestros en la zona sur de Chilpancingo, el 22 de noviembre del 2022.

La marcha culminó con un mitin en la Plaza Unidos por Guerrero, donde dieron un pronunciamiento con los motivos de su movilización.

«Exigimos un alto a la violencia contra las mujeres periodistas. Las compañeras Jessica Torres Barrera y María Avilez Rodríguez, fotógrafa y reportera de El Sur, así como Alina Navarrete, de Réplica Guerrero, han enfrentado en distintos momentos, de diferentes actores políticos, sociales y universitarios, obstáculos, agresiones verbales y físicamente en su ejercicio, que representan una violación grave al derecho a la libertad de expresión, y de acceso a la información», dijo la reportera de El Sur, Lourdes Chávez, al leer el pronunciamiento.

Otro tema que consideraron preocupante para el libre ejercicio de sus labores es el exceso de seguridad que hay en los eventos oficiales del gobierno estatal «para evitar que hagamos entrevistas, (lo que) fomenta un ambiente hostil hacia las periodistas».

Denunciaron que existe un acoso y hostigamiento sexual constante en espacios públicos y privados, como escuelas, oficinas de gobierno y en la misma calle.

«Ante ese tipo de agresiones, los mandos de dirección recurren a la negación del problema para la salvaguarda de la imagen pública de la institución o del gobierno. Si no es posible negar los hechos, dan declaraciones sobre la atención del problema que persiste en el tiempo. Seguimos esperando acciones contundentes».

A los reporteros hombres les hicieron un llamado para que reflexionen sus actitudes discriminatorias en contra de las mujeres, sus conductas machistas, racistas y homofóbicas.

Por último realizaron un pase de lista por las 19 periodistas asesinadas en México de 2005 a la fecha: Lourdes Maldonado,  Miroslava Breach, María Elena Ferral, Norma Sarabia, Pamela Montenegro, Anabel Flores, Zamira Esther Bautista, María del Rosario Fuentes Rubio, Regina Martínez López, Elizabeth Macías Castro, Yolanda Ordaz de la Cruz, Selene Hernández León, Indira Rascón García, Isabella Cordero Martínez, María Elvira Hernández Galeana, Felicitas Martínez Sánchez, Teresa Bautista Merino, Flor Vázquez López y Dolores García Escamilla.

 

Mujeres periodistas de Chilpancingo exigen cese a la violencia y acoso laboral

En la marcha también participaron familiares de la videobloguera de sátira política, Pamela Montenegro. Las mujeres periodistas en México, dijo Alina Navarrete, constatan a diario los múltiples tipos de agresiones, amenazas y riesgos que a lo largo y ancho del país que se ciernen en contra de ellas en el desempeño de su trabajo, del derecho a informar


Texto: Beatriz García

Fotografía: Óscar Guerrero

9 de marzo del 2022

Chilpancingo

 

Mujeres periodistas de Chilpancingo marcharon en la capital para exigir cese a la violencia y acoso laboral en el marco del 9M, el paro nacional de mujeres, un día sin nosotras.

En el contingente también participaron familiares de la videobloguera, Pamela Montenegro del Real, quien fue asesinada el 5 de febrero del 2018 en Acapulco, exigiendo justicia por el caso que sigue en la impunidad a cuatro años.

“¡Reporteras informando también están luchando!”, “¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”, “Libertad, libertad a la prensa, libertad!”, fueron algunas de las consignas que las periodistas lanzaron en el trayecto de la marcha que comenzó en la explanada del Monumento al bicentenario, en la avenida Insurgentes, al norte de la ciudad.

Las reporteras nombraron a las cuatro periodistas asesinadas durante lo que va de la administración del presidente, Andrés Manuel López Obrador: Norma Sarabia Garduza, asesinada en Huamanguillo, Tabasco; María Elena Ferral Hernández, asesinada en Papantla, Veracruz; Mitchell Simón, en Ciudad de México y María de Lourdes Maldonado López, en Tijuana, Baja California.

“Nos queremos vivas e informando”, dijeron las colegas.

En el 2017, las reporteras de Chilpancingo se integraron simbólicamente a la huelga global en defensa de los derechos y la justicia para las mujeres. Desde entonces se pronunciaron al día siguiente, los 9 de marzo, día en el que también se hace el llamado al paro nacional de mujeres.

Sin embargo, es el tercer año consecutivo, en el que además, toman las calles de la ciudad y hace visible la violencia contra ellas.

La marcha siguió por las avenidas Juárez, Ignacio Ramírez y Miguel Alemán, para llegar al Parque Unidos Por Guerrero, para hacer parada en el monumento que las periodistas renombraron como Violetas del Anáhuac, un lugar que ahora simboliza la lucha y la exigencia de las colegas en la entidad.

“Presentamos la noticia procurando una sociedad más igualitaria, y frente una realidad que avasalla los esfuerzos en la defensa y el acceso a la justicia de las mujeres, nos sumamos a las protestas del 8M para reivindicar nuestros derechos”, es parte del pronunciamiento que leyó la reportera, Alina Navarrete Fernández.

Este camino ha permitido a las reporteras comenzar un diálogo sobre las difíciles condiciones a las que se enfrentan y así vincularse con los movimientos de mujeres periodistas en el país, como en el caso de la Red Nacional de Periodistas.

Las mujeres periodistas en México, dijo Alina Navarrete, constatan a diario los múltiples tipos de agresiones, amenazas y riesgos que a lo largo y ancho del país que se ciernen en contra de ellas en el desempeño de su trabajo, del derecho a informar y de ejercer ambos de manera segura, sin riesgo para su integridad, seguridad física, emocional, económica y de sus familias.

Es cada vez más frecuente carecer de un contrato por escrito que establezca la relación laboral con las empresas, las prestaciones sociales son nulas y se trabaja sin acceso a servicios de salud, vivienda, o guarderías y eso también es violencia, de la que poco se habla, enunció la reportera como parte de las violencias que enfrentan las colegas.

Tanto para Alina como para las que participaron en la actividad, según postularon mediate su posicionamiento colectivo: se debe dejar de ver el ejercicio periodístico como sinónimo de precariedad, de penurias y violencia.

No hay justicia para Pamela Montenegro “Nana Pelucas”

La hermana de Pamela Montenegro, Ana Guerra del Real, en su participación, externó las gracias a las colegas que alzaron la voz para exigir justicia por la comunicadora.

Recordó que cuando fue asesinada su hermana, el entonces fiscal Javier Olea Peláez, a hora y media del hecho, dijo que había sucedido por las notas de sátira política que subía a su página web, además de que era parte de un grupo criminal. Es decir, para su hermana, Olea criminalizó y revictimizó a Pamela.

Denunció que a raíz de la exigencia de justicia por su hermana, hombres armados la retuvieron ilegalmente por tres días, posteriormente la abandonaron en un lugar solitario y huyó de Acapulco, además de que la despidieron de su trabajo en el gobierno del estado.

Exigió que el hijo de su hermana sea integrado al Fondo de Apoyo a Periodistas (FAP) del gobierno del estado. Lamentó que este beneficio sí se lo han dado a los familiares de periodistas hombres asesinados, pero no ha sido así con Montenegro del Real.

El mitin culminó con consignas en apoyo a Pamela Montenegro. Las reporteras encendieron luces de bengala moradas y verdes.

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