Agua, tierra y libertad, clama la 5ta Asamblea Nacional por el Agua

Este fin de semana se llevó a cabo la quinta edición de la Asamblea Nacional por el Agua, la Vida y el Territorio. Los de arriba quieren que olvidemos que somos parte de la naturaleza, pero nosotros nos empeñamos en defender a nuestra madre tierra, advirtieron.


Texto y foto: César Ernesto Hernández / Revista Espejo 

19 de agosto del 2024 

 

Ciudad de México – Con el lema “No habrá paz, vida y futuro sin Agua”, este fin de semana se llevó a cabo la 5ta Asamblea Nacional por el Agua, la Vida y el Territorio en la Ciudad de México.

Con presencia de 800 delegados de 269 organizaciones y colectivos de los territorios y pueblos indígenas de todo el país, la Asamblea trabajó en seis mesas en las cuáles respondieron a tres preguntas: ¿Cómo y quién despoja y contamina el agua y el territorio?, ¿Cuál es la respuesta del narcoestado? y ¿Con quiénes caminamos para fortalecer la resistencia?

El trabajo de la Asamblea, iniciado tras la toma del edificio del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en 2021 como una iniciativa del Congreso Nacional Indígena, busca generar procesos de cooperación para fortalecer la lucha de los pueblos y organizaciones en defensa del agua, la vida y el territorio.

Desde su nacimiento, la asamblea se ha declarado como autónoma, autogestiva, antipartidista, anticapitalista, antipatriarcal, antifascista y antimilitarista.

“La asamblea es una respuesta necesaria a la violencia gubernamental, ante el saqueo capitalista que amenaza la vida y los territorios. Busca unir esfuerzos para resistir y luchar dignamente sin pedir permiso ni perdón”, señala la organización.

En sí, a través de las mesas, la asamblea y la redacción de acuerdos y conclusiones, la asamblea busca fortalecer la organización comunitaria y propone acciones efectivas frente a la crisis hídrica desde la acción y la denuncia.

Existimos porque resistimos

Este año, la asamblea se llevó a cabo los días sábado 17 y domingo 18 de agosto en la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas “Samir Flores Soberanes“, dónde con una gran carpa, pósters y los camiones que traían a los delegados desde las regiones del país, se cerró la avenida México-Coyoacán en una especie de protesta organizativa para acordar las próximas acciones de los pueblos frente a la crisis hídrica y la lucha por los territorios en todo el país.

Luego de llevarse a cabo las mesas de trabajo, el domingo 18 de inició el día con un desayuno comunitario con arroz, tortas de huevo, pozole, té y café como un primer gesto de comunidad y convivencia entre los asistentes. Más tarde, en reunión plenaria se leyeron las conclusiones de las seis mesas de trabajo y se llevó a cabo una rueda de prensa en la cual se dieron a conocer los acuerdos tomados por los pueblos organizados.

Tras una presentación de los delegados presentes, durante la amplia rueda de prensa se leyó la declaratoria final, en la cual los pueblos indígenas reiteraron a empresas, autoridades y crimen organizado que para los pueblos indígenas el agua es sagrada; esto ante la intención reiterada de “los de arriba” para que las comunidades olviden que son parte de la naturaleza.

En ese sentido, la asamblea reiteró su compromiso por defender a la madre naturaleza de las nuevas formas de despojo, destrucción y acaparamiento escuchadas durante los dos días del evento, como “la perforación de pozos y construcción de tuberías para la industria, simulando el cumplimiento del derecho al agua, pero otorgando concesiones ilimitadas para las industrias, mineras y empresas, mientras a la población es limitada”.

“Para los pueblos el agua es sagrada porque nos da vida, nos da existencia, nos da comida, nos da medicina; por eso pedimos permiso al territorio, por eso no lo traicionamos, no lo vendemos. Si la tierra y el agua enferman nosotros también, si el agua muere, nosotros y la vida, todo se acaba; si el agua ya no cae nada florece, nada vive”, se indicó en la declaratoria.

“Para ellos, los de arriba, resulta fácil mirar nuestro territorio e identificar las fuentes de agua, minerales y tierras fértiles; trazar carreteras, vías de tren, gasoductos para transportar mercancías y proveer a la industria. Les es fácil mirar el mapa y decir que población desplazar y eliminar. ·En esta guerra sangrienta, que no es más que una continuidad de la que inició hace más de 500 años, los pueblos seguimos en resistencia, caminando en ese territorio llamado México, en ese lugar llamado mundo, y en este caminar nos encontramos con nuestra historia y con nuestros pueblos y comunidades”, se puntualizó.

Por otro lado, la organización repudió el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador, al cual calificaron de capataz al servicio de los grandes intereses económicos con proyectos como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, y el proyecto integral Morelos, entre otros; además señalaron que el próximo sexenio ha dado muestras de que seguirá con está línea.

“El sexenio termina y contrario a lo que prometieron no termina la guerra ni el despojo. Peor aún el próximo gobierno promete continuidad un segundo piso para los de arriba construido sobre los y las de abajo”, indicaron.

Entre las exigencias de la Asamblea se mencionó el cese de criminalización de defensores del territorio, la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y los miles de desaparecidos; la investigación a Omar García Harfusch, justicia para los Yaquis desaparecidos por el estado, entre otros llamados a defensa del territorio en sitios como la Sierra del sur de Guerrero, la comunidad mazateca de los Ojitlán de Flores Magón Oaxaca, el alto a la destrucción de las reservas de agua de ríos subterráneos y cenotes en la Península de Yucatán y a la selva Calakmul.

Durante la asamblea participaron personas de comunidades de Ciudad de México, Michoacán, Querétaro, Veracruz, Edomex, San Luis Potosí, Colima, Chiapas, Hidalgo, Tlaxcala, Nuevo León, Puebla, Quintana Roo, Baja California, Sonora, Jalisco, Guerrero, Yucatán, Tamaulipas y Chihuahua. Asimismo, se contó con observadores enviados de países como Alemania, Italia, Francia, España, Canadá, Colombia, Perú, Suiza, Guatemala y Estados Unidos.

Este texto es original de Revista Espejo y es reproducido por Amapola Periodismo como parte de una alianza de medios. Puedes leer la nota original aquí.

La falta de separación de residuos, entre el inexistente apoyo institucional y la responsabilidad social

Hoy es el Día del Medio Ambiente y el debate fue qué hacer con los plásticos cuando falta participación ciudadana y políticas públicas sobre la separación de residuos para reciclaje


Texto: Amapola periodismo con información de Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

A las nueve de la mañana, Lauro David Ocampo Peralta empieza a recorrer diferentes colonias de Chilpancingo o comunidades cercanas en busca de residuos plásticos que intercambia por insumos para alimentos.

Lleva 12 años con su trabajo como recolector con la asociación civil Ecología y Compromiso Empresarial (Ecoce). “Me gusta el medio ambiente, me gusta contribuir al cuidado del medio ambiente porque tengo hijos y me interesa cuidar el entorno en el que ellos se desarrollan”, menciona.

Ecoce es una asociación civil a nivel nacional, David es el encargado de recolectar los residuos de Chilpancingo, capital de Guerrero.

De acuerdo con él, en este municipio hace falta participación ciudadana en la separación de residuos para reciclaje.

Una de las actividades que realiza con Ecoce, es el intercambio de residuos plásticos por productos de la canasta básica.

Las personas recolectan el plástico pet y lo llevan a la colonia Indeco, al oriente de la ciudad, donde David tiene su centro de reciclaje y canjea por productos de la canasta básica.

El kilogramo de Pet tiene un valor de seis puntos, los cuales tienen su equivalencia en productos de la canasta básica y otros productos.

Una bolsa de sopa o azúcar tiene una costo de 12 puntos, es decir, dos kilogramos de pet. Un dulce de chocolate tiene un valor de dos puntos; con un kilo de pet se puede canjear por tres de estos dulces.

David, como parte de su trabajo, visita las colonias en las que los vecinos se organizan y juntan sus residuos plásticos; lleva su camioneta con la despensa para intercambiar el pet.

Todos los días hace rutas distintas, no sólo en la ciudad de Chilpancingo, también en las comunidades cercanas.

En su experiencia como recolector, David cuenta que en Chilpancingo generan por día de 10 a 15 kilos de plástico. Al mes recolecta de tres a cinco toneladas.

Esta actividad de intercambiar pet por productos de despensa, es aprovechada principalmente por las personas de las comunidades.

Para estas personas representa la oportunidad de que por juntar sus residuos plásticos tengan acceso a arroz, azúcar, frijoles y papel de baño.

En la capital es más complicado que las personas junten sus residuos plásticos, David cree que es “porque la gente está acostumbrada a tener un beneficio económico” y en su actividad no hay dinero de por medio, es el intercambio.

La falta de difusión sobre los centros de acopio es otra de la dificultades, muchas personas no conocen Ecoce o algún otro centro de acopio.

“En Chilpancingo no acopiamos mucho material como en las comunidades”, aclara.

Para David es importante que las personas conozcan y asistan a los centro de acopio, considera que con pequeñas acciones, como el intercambio de despensa por residuos plásticos, es una ayuda mutua. ”Es ayudar al medio ambiente y ayudarnos nosotros», mencionó.

Por el Día del Medio Ambiente, David acudió con su camión recolector y su despensa a un evento organizado por el Consejo del Medio Ambiente, en el que participan varias dependencias federales y estatales.

“Acudimos a la invitación pero no hubo difusión y, pues, nadie trajo algo de pet para cambiarlo”, comentó.

El Día Mundial del Medio Ambiente 2023 fue dedicado a la reducción de plásticos, aunque en casos como el de David, donde su labor se centra en los plásticos no hubo el apoyo suficiente de parte de las instituciones, por lo que la ciudadanía no respondió al llamado.

Se tienen que crear las condiciones para generar una cultura de separación

Para la coordinadora del Departamento de Sustentabilidad de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), conocido como Uagro Verde, María Guadalupe Díaz Salazar, asegura que no es la falta de una cultura en la ciudadanía en el tema del reciclaje, si no de falta de apoyo institucional.

“La gente muchas veces separa sus residuos, pero no hay centros de acopio donde puedan llevarlos, por lo que se les hace más fácil tirarlo al camión recolector”, mencionó en entrevista, Díaz Salazar.

En la Uagro Verde mucha de su labor consiste en recolectar residuos, que van desde pilas, aparatos electrónicos, ropa, colillas de cigarro, medicamento y llantas, para evitar que todo esto termine en los tiraderos de basura.

“Si seguimos igual, sin reducir, sin llevar a los centros de acopio todo ese plástico se puede ir al mar y después ya no vamos a tener tantos peces, vamos a tener más plásticos que peces en el agua”, dijo.

“Todo lo que consumimos, la mayoría de las cosas tienen plástico, si hablamos de cartuchos tienen plástico, los refrescos, si vamos a mercado nos dan plástico, el shampoo, plástico”, agregó.

Aun cuando el plástico, uno de los principales residuos, en el centro de acopio de la Uagro Verde representa sólo el 10 de todo el residuo que acopian.

“La gente no lleva porque le queda lejos, porque no le das nada, porque no le interesa, porque le da flojera, pero en el caso de nosotros todos los viernes recibimos así sea una botella y la gente responde”.

 

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