La falta de separación de residuos, entre el inexistente apoyo institucional y la responsabilidad social

Hoy es el Día del Medio Ambiente y el debate fue qué hacer con los plásticos cuando falta participación ciudadana y políticas públicas sobre la separación de residuos para reciclaje


Texto: Amapola periodismo con información de Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

A las nueve de la mañana, Lauro David Ocampo Peralta empieza a recorrer diferentes colonias de Chilpancingo o comunidades cercanas en busca de residuos plásticos que intercambia por insumos para alimentos.

Lleva 12 años con su trabajo como recolector con la asociación civil Ecología y Compromiso Empresarial (Ecoce). “Me gusta el medio ambiente, me gusta contribuir al cuidado del medio ambiente porque tengo hijos y me interesa cuidar el entorno en el que ellos se desarrollan”, menciona.

Ecoce es una asociación civil a nivel nacional, David es el encargado de recolectar los residuos de Chilpancingo, capital de Guerrero.

De acuerdo con él, en este municipio hace falta participación ciudadana en la separación de residuos para reciclaje.

Una de las actividades que realiza con Ecoce, es el intercambio de residuos plásticos por productos de la canasta básica.

Las personas recolectan el plástico pet y lo llevan a la colonia Indeco, al oriente de la ciudad, donde David tiene su centro de reciclaje y canjea por productos de la canasta básica.

El kilogramo de Pet tiene un valor de seis puntos, los cuales tienen su equivalencia en productos de la canasta básica y otros productos.

Una bolsa de sopa o azúcar tiene una costo de 12 puntos, es decir, dos kilogramos de pet. Un dulce de chocolate tiene un valor de dos puntos; con un kilo de pet se puede canjear por tres de estos dulces.

David, como parte de su trabajo, visita las colonias en las que los vecinos se organizan y juntan sus residuos plásticos; lleva su camioneta con la despensa para intercambiar el pet.

Todos los días hace rutas distintas, no sólo en la ciudad de Chilpancingo, también en las comunidades cercanas.

En su experiencia como recolector, David cuenta que en Chilpancingo generan por día de 10 a 15 kilos de plástico. Al mes recolecta de tres a cinco toneladas.

Esta actividad de intercambiar pet por productos de despensa, es aprovechada principalmente por las personas de las comunidades.

Para estas personas representa la oportunidad de que por juntar sus residuos plásticos tengan acceso a arroz, azúcar, frijoles y papel de baño.

En la capital es más complicado que las personas junten sus residuos plásticos, David cree que es “porque la gente está acostumbrada a tener un beneficio económico” y en su actividad no hay dinero de por medio, es el intercambio.

La falta de difusión sobre los centros de acopio es otra de la dificultades, muchas personas no conocen Ecoce o algún otro centro de acopio.

“En Chilpancingo no acopiamos mucho material como en las comunidades”, aclara.

Para David es importante que las personas conozcan y asistan a los centro de acopio, considera que con pequeñas acciones, como el intercambio de despensa por residuos plásticos, es una ayuda mutua. ”Es ayudar al medio ambiente y ayudarnos nosotros», mencionó.

Por el Día del Medio Ambiente, David acudió con su camión recolector y su despensa a un evento organizado por el Consejo del Medio Ambiente, en el que participan varias dependencias federales y estatales.

“Acudimos a la invitación pero no hubo difusión y, pues, nadie trajo algo de pet para cambiarlo”, comentó.

El Día Mundial del Medio Ambiente 2023 fue dedicado a la reducción de plásticos, aunque en casos como el de David, donde su labor se centra en los plásticos no hubo el apoyo suficiente de parte de las instituciones, por lo que la ciudadanía no respondió al llamado.

Se tienen que crear las condiciones para generar una cultura de separación

Para la coordinadora del Departamento de Sustentabilidad de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), conocido como Uagro Verde, María Guadalupe Díaz Salazar, asegura que no es la falta de una cultura en la ciudadanía en el tema del reciclaje, si no de falta de apoyo institucional.

“La gente muchas veces separa sus residuos, pero no hay centros de acopio donde puedan llevarlos, por lo que se les hace más fácil tirarlo al camión recolector”, mencionó en entrevista, Díaz Salazar.

En la Uagro Verde mucha de su labor consiste en recolectar residuos, que van desde pilas, aparatos electrónicos, ropa, colillas de cigarro, medicamento y llantas, para evitar que todo esto termine en los tiraderos de basura.

“Si seguimos igual, sin reducir, sin llevar a los centros de acopio todo ese plástico se puede ir al mar y después ya no vamos a tener tantos peces, vamos a tener más plásticos que peces en el agua”, dijo.

“Todo lo que consumimos, la mayoría de las cosas tienen plástico, si hablamos de cartuchos tienen plástico, los refrescos, si vamos a mercado nos dan plástico, el shampoo, plástico”, agregó.

Aun cuando el plástico, uno de los principales residuos, en el centro de acopio de la Uagro Verde representa sólo el 10 de todo el residuo que acopian.

“La gente no lleva porque le queda lejos, porque no le das nada, porque no le interesa, porque le da flojera, pero en el caso de nosotros todos los viernes recibimos así sea una botella y la gente responde”.

 

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