Zirándaro está sin luz eléctrica por la quema de subestación de la CFE y con temperaturas de 42 grados

Texto: Amapola periodismo

Fotografía: Oficial H. Ayuntamiento de Zirándaro

Chilpancingo

La alcaldesa de Zirándaro, Tania Pacheco Duarte, informó este miércoles que comunidades de su municipio carecen del servicio de luz porque se quemó la subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que está en Huetamo, Michoacán.

La falta de energía eléctrica complica la situación porque las temperaturas en algunos puntos de la Tierra Calente de Guerrero llegan hasta los 45 grados centígrados. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil indica que las temperaturas de hoy en Zirándaro llegarían a los 42 grados centígrados.

“Les pido a la gente de las comunidades que si no les ha llegado el alumbrado, la luz al 100 por ciento, que me digan”, dijo la edil morenista en una transmisión en vivo que subió por su cuenta personal de facebook.

“No se me desesperen, yo los entiendo, ahorita estamos a 42 grados centígrados de temperatura”, agregó.

La alcaldesa informó a través de esa misma transmisión que personal de la CFE colocó un generador de energía al sistema de bombeo de agua para abastecer a los habitantes de la cabecera del municipio y eso provocó la quema de la subestación.

Esto ocurrió el pasado sábado 17 y provocó que miles de habitantes de comunidades de los municipios de Huetamo, Michoacán y Zirándaro, Guerrero se quedaran sin el servicio de luz eléctrica.

En la imagen una brigada de Protección Civil de Zirándaro, suministran agua a diferentes colonias de la cabecera municipal, ante los perjuicios al sistema por la falta de energía eléctrica durante los últimos tres días en el municipio.

Según la edil morenista con la colocación del generador en la planta de bombeo nuevamente habrá agua en el municipio. Así que ahora en Zirándaro no hay agua ni hay ni luz eléctrica.

“Hoy no va a caer mucha agua, y le pido a la ciudadanía que la cuide, que solamente la ocupe para bañarse, lavar los trastes y la ropa”, dijo Tania Pacheco.

El reporte de las últimas 24 horas de Protección Civil es que Pungarabato, otro municipio de la Tierra Caliente, la temperatura de hoy alcanzará los 44 grados centígrados, la más alta de todo el estado. La Tierra Caliente vive su periodo de más altas temperaturas, lo que pone de manifiesto la necesidad de energía eléctrica para artes y ventiladores artificiales.

Casos de golpes de calor en Guerrero

La Secretaría de Salud estatal informó que las altas temperaturas que se han registrado provocaron golpes de calor en tres personas habitantes de Costa Chica.

“En la entidad no se han presentado defunciones asociadas a las altas temperaturas, esto gracias a que la dependencia de salud realiza campañas informativas en las ocho regiones de Guerrero, donde se dan a conocer las medidas preventivas para evitar malestares por el presente clima”, dijo el director de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud, Rufino Silva Domínguez.

 

Onda de calor mantiene a la población de Tierra Caliente en máxima alerta

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Cortesía

Chilpancingo

Enfermedades, suspensión de clases, golpes de calor y ríos secos son algunas de las afectaciones que generan las altas temperaturas en la Tierra Caliente de Guerrero que, aseguran los pobladores, llegan hasta los 46 grados.

«Nunca se había sentido algo así, de por sí aquí es una zona de calor, pero este año de plano es una situación insoportable», mencionó Silvina Arenas Mendoza habitante de Amuco de la Reforma, en el municipio de Coyuca de Catalán.

Silvina sufrió un cuadro de deshidratación del que apenas se recupera y expresó su preocupación por las altas temperaturas.

«Ya muchos optamos por andar en la calle o muy temprano o ya en la tarde, porque en el día es insoportable», contó Silvina.

María Valenzuela, otra habitante de Tierra Caliente, contó que hay muchos casos de diarrea y de deshidratación en la población derivado de las altas temperaturas.

En el caso de los alumnos, en planteles de nivel básico, se tomaron medidas de suspensión de clases.

«Se suspenden clases a las 11:30, por el tema del calor para que los niños no estén encerrados en los salones y ya aquí los encerremos en la casa y con aire acondicionado, sino no se podría estar», contó Silvina.

Otro tema que preocupa a los pobladores es la falta de lluvias; los arroyos y los pozos de agua que surten las casas están secos y los campesinos todavía no pueden sembrar maíz.

De acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado, las altas temperaturas en Guerrero, sobre todo en la Tierra Caliente y zona Norte, continuarán hasta el próximo sábado, debido a la tercera ola de calor que azota a todo el país.

Datos del Sistema Meteorológico Nacional (SMN) indica que las altas temperaturas se deben a un sistema anticiclónico que afecta a más de 22 estados del país, el cual genera temperaturas de entre 40 y 45 grados en Guerrero.

Las regiones más afectadas por la tercera ola de calor en Guerrero son la Tierra Caliente, Norte y zonas costeras.

De acuerdo con el pronóstico de la Secretaría de Protección Civil, durante el día se mantendrán condiciones de cielo despejado y soleado.

«Se pide no exponerse de forma directa y prolongada a los rayos del sol, beber abundantes líquidos y usar ropa ligera y de colores claros. También se sugiere utilizar sombrilla, gorra, sombrero y protector solar, evitar el consumo de bebidas alcohólicas, consumir alimentos bien cocidos, así como frutas y verduras frescas», se lee en el boletín de recomendaciones de Protección Civil.

Finalmente, la dependencia pide reportar cualquier incidencia al número de emergencias 911.

De acuerdo con el Boletín Meteorológico de la Secretaría de de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de Guerrero, las temperaturas en Guerrero van de los 14 a 45 grados centígrados. En la Tierra Caliente las temperaturas mínimas son de 26 grados y las máximas de 44, pero pobladores han expuesto que llegó hasta los 46 grados.

En las costas, las temperaturas van de un mínimo de 24 grados por las mañanas a una máxima de 38 grados.

En la zona Centro, las temperaturas máximas son de 32 a 34 grados, en la zona de valle, y de 18 a 20 grados en las partes más elevadas.

 

10,064 casos de diarrea en menores de cinco años por calor en Guerrero

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo

Chilpancingo

En Guerrero se registraron 10,064 casos de diarrea en menores de cinco años por las altas temperaturas durante abril, mayo y junio, informó el director de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud Guerrero (SSG), Rufino Silva Domínguez.

De acuerdo con el boletín meteorológico de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado, en Guerrero las temperaturas alcanzan los 45 grados en algunos municipios de la Tierra Caliente.

Por las altas temperaturas, las niñas y los niños menores de cinco años es el principal grupo vulnerable por las diarreas que puedan presentar.

Silva Domínguez explicó que además de la diarrea, el dengue y enfermedades transmitidas por vector son de los padecimientos que más se presentan en temporadas de calor.

«En esta época puede presentarse insolación, golpes de calor, que son severos y pueden provocar desmayos y hasta una defunción», agregó.

Los datos de la SSG exponen que son los municipios de Arcelia, Tlapehuala, Coyuca de Catalán y en la zona Norte, Cocula y Copalillo, son donde se registra mayores temperaturas.

Los datos de Protección Civil arrojan que en Acapulco las temperaturas van de los 24 grados por la noche, hasta los 38 durante el día; en la zona Centro las temperaturas van de los 14 a los 34 grados, en la Montaña de los 14 a los 34 grados, en Costa chica van de los 24 a los 38 grados, Costa Grande de los 24 a los 32 y en la Tierra Caliente de los 24 a los 44 grados.

De acuerdo con habitantes de la Tierra Caliente, en la región las temperaturas alncanzan hasta los 45 grados centígrados, lo que provoca «que el calor se sienta insoportable».

Ante las altas temperaturas en la Tierra Caliente, algunos habitantes han presentado golpes de calor y cuadros leves de deshidratación.

Las recomendaciones de Silva Domínguez son usar protector solar, cubrirse del sol con gorra o sombrero, usar manga larga, tomar mucha agua y no hacer ejercicio entre las 12 del día y las cuatro de la tarde.

 

Pueblos latinoamericanos presionan por financiamiento climático

Una delegación de las organizaciones campesinas y de pueblos latinoamericanos se reúne en Washington con donantes y representantes del Banco Mundial, el Fondo Verde para el Clima y la Fundación Rockefeller para plantearles las necesidades de financiamiento de los pueblos en la región a favor del medio ambiente y nuevas formas de patrocinios


Texto y fotos: Emilio Godoy / IPS Noticias / Pie de Página

 

Sembrados en tierra sobre una membrana plástica negra, una tropa de delgados bejucos verdes tiene una misión trascendental: eliminar la suciedad de los desechos líquidos que reciben de los pueblos de la cuenca, para que ese flujo, ya depurado, siga hacia el lago de Pátzcuaro y dotar de líquido limpio al ecosistema.

El sembradío de chuspata, espadaña o carrizo (Typha latifolia), los nombres por los que también se conoce a la planta, forma parte de uno de los dos humedales artificiales que operan en el pueblo de San Jerónimo Purenchécuaro, de 3 mil habitantes, situada en el municipio de Quiroga, en el occidental estado de Michoacán, a 332 kilómetros al oeste de Ciudad de México.

Un humedal artificial es una planta de tratamiento que consta de sedimentos, plantas, piedras, tuberías y una membrana, que elimina la suciedad de los desechos líquidos, como grasas, jabones, excretas y metales pesados.

Además de la visión de los guardianes verdes, el visitante recibe otra impresión al llegar: el olor fétido de los residuos líquidos que se filtran en la primera estación del sistema, que separa la basura del flujo, para impedir bloqueos de la tubería.

“El humedal aporta agua limpia al lago. Es parte de los trabajos de protección y conservación del lago que hacemos”, dijo a IPS, durante un recorrido por la zona, Osvaldo Camacho, presidente de Bienes Comunales de San Jerónimo Purenchécuaro.

La visita formó parte del “Intercambio de saberes sobre mecanismos comunitarios para el financiamiento territorial”, escenificado en Morelia, la capital del estado, del 7 al 9 de octubre, convocado por la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica, la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales y la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (APMB).

En la organización del Intercambio también participaron el Mecanismo de Bosques y Fincas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con el apoyo de la mexicana Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores, y que congregó a delegados de 13 organizaciones de nueve países.

Una delegación del encuentro se reúne estos 12 y 13 de octubre en Washington con representantes del Banco Mundial, el Fondo Verde para el Clima (FVC), la Fundación Rockefeller y otros donantes, para plantearles las necesidades de financiamiento de los pueblos indígenas y nuevas formas de patrocinios.

Rodeado por asentamientos del pueblo purépecha, uno de los 69 que habitan en México, el lago Pátzcuaro, de 260 kilómetros cuadrados, se enfrenta a la pérdida de oxígeno por la materia orgánica que las descargas generan, la deforestación de la cuenca, la erosión, el descenso del nivel de agua y la expansión inmobiliaria.

Como la salud del ecosistema depende del cuidado del bosque y la limpieza del agua, el pueblo indígena de San Jerónimo Purenchécuaro se enfoca en la preservación de la cuenca, en una responsabilidad compartida con autoridades y otros pobladores de la zona.

Con financiamiento de la no gubernamental Fundación Gonzalo Río Arronte, la comunidad instaló en 2007 el primer humedal con capacidad de 0,8 litros por segundo (lts/seg), de una hectárea de extensión y a un costo de 150 000 dólares. El segundo arrancó en 2011, para filtrar 1.8 lts/seg, sobre dos hectáreas y mediante una inversión de 250 mil dólares.

Además, la comunidad, que se autoorganiza según usos y costumbres tradicionales y posee 3 mil 146 hectáreas de pino, ya aporta 2 mil 300 hectáreas a un área destinada voluntariamente a la conservación, una categoría reconocida por la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.

En los últimos tres años, ha reforestado 20 hectáreas y creó un centro de investigación acuícola y forestal, que comenzará sus actividades con 15 mil dólares del gubernamental Instituto Nacional de Pueblos Indígenas.

Vista del pueblo de San Jerónimo Purenchécuaro, junto al lago de Pátzcuaro, cuyos 3000 habitantes pertenecen mayoritariamente al pueblo indígena purépecha. La comunidad se ha convertido en guardiana de las aguas lacustres, con humedales artificiales que depuran el líquido proveniente de asentamientos cercanos antes de su desagüe. Foto: MichoacánTravel / Facebook

A cuentagotas

San Jerónimo ha emprendido esas obras con financiamiento gubernamental, una bolsa que tiene límites draconianos por los recortes aplicados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien organizaciones ambientalistas acusan de desdeñar el tema.

A nivel mundial,  los pueblos indígenas y las comunidades locales batallan por conseguir fondos para cuidar sus territorios. Por ello, el encuentro en Morelia sirvió para revisar el estado del financiamiento y las alternativas para resolver la problemática.

La evidencia científica más reciente demuestra que los pueblos originarios son los protectores más eficaces de los bosques tropicales, por lo cual se requiere de mayores esfuerzos para su conservación, ante las crecientes amenazas.

Pero organizaciones ambientales y participantes en el encuentro en Morelia coinciden en que el financiamiento internacional resiste a la ley de la gravedad, pues los fondos no caen hasta los territorios.

Se estima que cada año solo 270 millones de dólares se destinan al cuidado forestal en el mundo y apenas 46 millones llegan a los guardianes directos del bosque: los pobladores nativos.

El financiamiento multilateral directo a comunidades indígenas ha sido una barrera recurrente para sus esfuerzos por proteger recursos naturales.

Por ejemplo, el FVC, creado en la cumbre climática del balneario mexicano de Cancún de 2010, ha financiado 128 proyectos de medios de vida de comunidades y 57 iniciativas forestales y de uso del suelo y ha entregado para ello un total de 1500 millones de dólares para cada rubro. Para el total de 200 proyectos, ha destinado 8 mil 200 millones de dólares.

Además, ha acreditado a 113 instituciones para recibir fondos, pero ninguna de índole indígena.

La indígena brasileña Valeria Payé, directora ejecutiva del Fondo Indígena de la Amazonia Brasileña, resaltó en su intervención en un encuentro latinoamericano en la ciudad mexicana de Morelia que ese mecanismo surgió con amplio apoyo de las organizaciones originarias, pero que obtener recursos para el financiamiento de proyectos de conservación resulta muy difícil. Foto: Emilio Godoy / IPS

Intentos latinoamericanos

Ante ello, varias iniciativas tratan de promover proyectos en zonas indígenas dentro de América Latina, según se destacó en el encuentro de Morelia.

En Brasil, el Fondo Indígena de la Amazonia Brasileña (Podaali) –palabra del pueblo baniwa que significa “celebración”–, creado en 2019, incluye entre sus líneas de acción la gestión territorial y ambiental, así como la economía sostenible y garantía de derechos. Abarca a 64 organizaciones de base, 400 mil indígenas y 114 pueblos en aislamiento voluntario.

“Nace con mucho apoyo de las organizaciones. Pero el gobierno brasileño ha sido un obstáculo, no hay apertura para los pueblos indígenas. Pero esta coyuntura negativa ha fortalecido a las organizaciones”, aseguró a IPS la indígena kaxuyana Valeria Payé, directora ejecutiva del fondo y asistente al encuentro de Morelia.

El gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro aplica políticas destructoras del ambiente y de acoso a territorios indígenas, como la promoción de la minería, la ganadería y la agroindustria en la Amazonía brasileña.

En unas semanas, Podaali lanzará su primera convocatoria para proyectos, por 384 mil dólares, de los no gubernamentales The Nature Conservancy (Estados Unidos), Fundación Porticus (Países Bajos) y el Instituto de Clima y Sociedad (Brasil).

También en Brasil, el Fondo Indígena del Río Negro, vinculado a la Federación de Organizaciones Indígenas de Río Negro, ofrece financiamiento a 12 territorios indígenas del noroeste brasileño. Cubre 13 millones de hectáreas, ha entregado 190 mil dólares a 15 emprendimientos. Su meta programada para 2023 suma 25 iniciativas y 35 para 2024.

Payé espera que el panorama para las comunidades indígenas de su país cambie si Bolsonaro es derrotado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, el 30 de octubre, y que la convocatoria de proyectos sea exitosa, para proseguir con el trabajo.

En 2020, la AMPB lanzó el Fondo Territorial Mesoamericano, para fortalecer la gobernanza y los derechos territoriales de sus 10 integrantes en los seis países donde trabaja.

En una fase piloto entre 2020-2021, invirtió 600 000 dólares para 10 proyectos en seis naciones y seis organizaciones, e inició un segundo piloto, con 500 000 dólares.

Un análisis de FAO halló que estos fondos son jóvenes, trabajan en red, efectúan un intercambio continuo de experiencias, orientados a resolver necesidades de sus socios, y dependen de donaciones. La inversión promedia 19 dólares por hectárea forestal.

Detalle de uno de los dos humedales artificiales instalados en el pueblo de San Jerónimo Purenchécuaro, con los espigados bejucos verdes sobre una membrana plástica negra, con los que se limpian los residuos líquidos residenciales que desaguan en el lago de Pátzcuaro, parte de un ecosistema vital de esta zona del occidente de México. Foto: Emilio Godoy / IPS

Como sea

En Bolivia, la no gubernamental Central de Cooperativas El Ceibo mezcla los aportes de sus socios y el crédito tradicional.

“Siempre necesitamos financiamiento. Depende de muchas condiciones, como tasas de interés y plazos de pago”, declaró a IPS durante el encuentro David Cahuana, gerente general de la organización, con sede en La Paz.

El Ceibo, que aglutina a 48 cooperativas y 1 300 productores de cacao orgánico, posee cuatro unidades de agroindustria, de investigación, inmobiliaria y financiera. Esta última ofrece cinco productos financieros y tiene 649 clientes.

Cada productor debe cultivar al menos tres hectáreas de cacao y producir una tonelada anual. También plantan árboles maderables y cítricos. Exportan 30 % de la producción a destinos como Alemania y Suiza.

“Ahora necesitamos financiamiento por 10 millones de dólares para renovar equipos industriales. Obtendremos los primeros tres millones mediante un crédito bancario”, indicó Cahuana.

En noviembre de 2021, los gobiernos de Alemania, Estados Unidos, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y 17 financistas privados anunciaron la disposición de 1700 millones de dólares para ayudar a las comunidades indígenas y locales a preservar los bosques tropicales entre 2021 y 2025.

Pero hasta ahora, solo el Instituto Internacional de Reconstrucción Rural ha recibido 25 millones y la Alianza Climática y del Uso del Suelo, 250 mil.

Volviendo a San Jerónimo Purenchécuaro, la comunidad busca 850 mil dólares para instalar un tercer humedal sobre dos hectáreas y 1,56 lts/seg de capacidad. Por falta de fondos, dejaron un vivero forestal de pino y encino, capaz de producir hasta 20 mil plantas por año.

“No sé de dónde vamos a sacar el dinero, pero lo vamos a obtener”, previó un optimista Camacho.

En la última estación del sistema antes de que una tubería conduzca el agua al lago, ya no apesta. Con otros esquemas de financiamiento, la comunidad de San Jerónimo Purenchécuaro espera crear otras sensaciones en el ecosistema que protege.

*Esta nota fue realizada por IPS NOTICIAS. Aquí puedes leer la original. 

 

Este trabajo fue publicado por el equipo de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. 

Al Grano: El calentamiento planetario alcanzó a los microorganismos

Texto: Emmanuel González Ortega / Página 3

Fotografía: Página 3

11 de agosto de 2022

 

La semana 29 y 30 de este año 2022 (entre el domingo 17 y el sábado 30 de julio), muchas regiones del mundo, tales como: Reino Unido, Alemania, Canadá, Montenegro, Taiwán, Dinamarca, Suiza, Estados Unidos, México, Francia, y España, padecieron las temperaturas más altas desde que se llevan los registros climáticos.

El calentamiento global causado por la especie humana es innegable, además de afectar a la salud y vida de las personas, está provocando daños a los ecosistemas que ni siquiera empiezan a dimensionarse aún, y muy probablemente son irreparables.

La diversidad biológica es la variabilidad existente entre diferentes organismos vivos y las relaciones complejas que existen entre ellos en la naturaleza. Desde hace algunos años se han evidenciado científicamente los efectos del calentamiento del planeta en la pérdida de animales, plantas y hongos, esto debido a factores diversos, tales como: la erosión del hábitat de muchas especies (por ejemplo, incendios); la incapacidad de adaptación de las especies a las nuevas condiciones climáticas; el rompimiento de la cadena alimentaria por la extinción o migración de una población; la presencia de especies invasoras, entre otras.

Estamos siendo testigos de la sexta extinción masiva de especies, ésta es debida totalmente a acciones provocadas por el ser humano y hasta ahora no se han ejecutado medidas efectivas para frenarla.

La diversidad de microorganismos que existen en el ambiente (microbiota), en particular en los suelos, es inmensa e incluye: virus, bacterias, arqueas, hongos y protozoos. Los expertos estiman que aún se desconoce el 95% de las especies de los microorganismos, y estos se encuentran en ecosistemas urbanos, rurales, bosques y selvas.

Sin embargo, se ha descrito apenas el 1% de las especies microscópicas presentes en los suelos del mundo. Los microorganismos del suelo participan en muchas funciones vitales para los ecosistemas, tales como la circulación de los nutrientes esenciales para las plantas (nitrógeno, fósforo, carbón, etc.), o la producción de moléculas señalizadoras para las plantas y otros organismos.

Aunque se han estudiado las respuestas al cambio climático de especies microbianas a nivel de composición de las poblaciones, la capacidad de degradación de la materia orgánica o biomasa microbiana, aún no se conocen con detalle los impactos potenciales del aumento de la temperatura sobre la viabilidad de la microbiota del suelo ante los escenarios de clima caluroso que vemos actualmente (en bosques, pastizales, selvas, sabanas o incluso, zonas de cultivo).

Un estudio publicado recientemente, aporta información muy alarmante sobre el efecto del cambio climático en la diversidad de los microbios del suelo.

La investigación se centró en un experimento que calentó artificialmente el suelo de pastizales, también se redujo artificialmente la humedad del suelo y se removió el material vegetal anualmente durante 7 años (entre 2009 y 2016).

Esta investigación -nunca antes hecha- tuvo el objetivo de analizar los impactos del calentamiento climático sobre poblaciones de bacterias, hongos y protistas. Se encontró que, obviamente, el calentamiento experimental tiene un efecto en la pérdida de humedad en el suelo, y que ambos factores provocan pérdidas importantes de especies microbianas en el suelo, como la reducción de poblaciones de bacterias benéficas de los géneros tales como Acidobacteria, Verrumicrobia y Plantomycetes.

En general, se registró una pérdida del 9.6% en la diversidad de bacterias y un 14.5% de la diversidad de hongos debido al aumento de la temperatura y la sequía del suelo. Estos resultados se suman a evidencia previa sobre la disminución de micorrizas arbusculares (especies de hongos existentes en el suelo que facilitan la asimilación de nutrientes del suelo y la comunicación entre las plantas), lo cual puede producir impactos muy importantes en el funcionamiento de los ecosistemas.

Muchas especies de microorganismos del suelo absorben o producen gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso); el calentamiento del planeta podría alterar los procesos metabólicos microbianos o los procesos bio-geológicos, por ejemplo, las tasas de desnitrificación, o la formación de metano a partir de la liberación acelerada de carbono que sería metabolizado por bacterias metanogénicas, aumentando así la presencia de gases que calentarán aún más el planeta: un círculo desastroso que ya está ocurriendo.

Adicionalmente, aunque no se tienen datos específicos, es posible que, entre los cambios en la diversidad microbiana, esté promoviéndose la proliferación de especies microbianas potencialmente patógenas o más virulentas para el ser humano, o que afecten a las sociedades en diferentes aspectos. Aunque muchas especies de hongos son benéficas para el ambiente y la especie humana, se han relacionado cambios del clima con el aumento de la capacidad de dispersión, el rango geográfico presencial o la “virulencia” de especies que afectan actividades importantísimas, tales como la agricultura o la salud humana.

La diversidad de microorganismos del suelo tiene propiedades tanto patógenas como promotoras de la salud y del crecimiento de las plantas y los cultivos. Los microorganismos (bacterias y hongos) que habitan el área cercana a la raíz de las plantas inducen la producción de hormonas vegetales que promueven el crecimiento y la activación de los sistemas de defensa de las plantas ante patógenos.

Cada vez se documentan más plagas que afectan a la agricultura y, en consecuencia, a la seguridad alimentaria; algunas plagas (por ejemplo, hongos) han aumentado sus impactos en la agricultura debido a cambios en el clima (por ejemplo, el hongo conocido roya amarilla del trigo –Puccinia striiformis f.sp.tritici-, o el hongo Fusarium graminearum, que provoca la enfermedad conocida como fusariosis de la espiga del trigo).

En resumen, se están evidenciando los impactos negativos del calentamiento global en la producción de alimentos nutritivos, variados y ecológicamente sostenibles a nivel global, pero un efecto muy importante y poco considerado hasta ahora es el papel que jugarán los microorganismos del suelo benéficos (por ejemplo, las bacterias fijadoras de nitrógeno, o solubilizadoras de fósforo) en la producción de alimentos en los escenarios de calentamiento climático, o el potencial aumento de plagas en los cultivos, particularmente en los producidos de manera industrial, en monocultivo y con insumos sintéticos, por ejemplo plaguicidas basados en petróleo.

Un par de aspectos muy importantes relacionados con la diversidad microbiana son la salud humana y animal, y están directamente relacionadas con las condiciones ambientales: los cambios en la temperatura, la humedad, la cantidad de CO2, la disponibilidad de nutrientes en los alimentos, entre otros, podrían influir en el aumento de enfermedades infecciosas o de transmisión zoonótica hacia la humanidad.

Además, desde hace años, las sociedades han expandido de manera acelerada su presencia en regiones naturales mediante actividades agropecuarias e industriales extractivas intensivas, por lo que la cantidad de interacciones con especies silvestres ha aumentado, así como la exposición a patógenos potenciales.

Aún no hay demasiada investigación epidemiológica sobre estos aspectos, aunque puede preverse que, en ambientes más calurosos, los microorganismos podrían adaptarse a las nuevas condiciones y ser más peligrosos. Se han identificado algunas especies de microorganismos que han aumentado su capacidad patogénica en contextos del calentamiento climático, como ejemplos Cryptococcus gatti, que provoca enfermedades fúngicas pulmonares o meningitis, o el hongo Coccidioides immitis, que causa un tipo de infección pulmonar conocida como fiebre del valle.

A este escenario caótico, se suma la realidad actual de la resistencia bacteriana a los antibióticos: debido al uso descontrolado de compuestos antimicrobianos de manera histórica, muchas cepas de bacterias han evolucionado y se han vuelto resistentes a los antibióticos.

Se estima que aproximadamente 1.27 millones de personas mueren anualmente por infecciones producidas por bacterias resistentes a antibióticos, y enfermedades tales como neumonía, tuberculosis o gonorrea, que podrían tratarse perfectamente con antibióticos si no existiera la crisis actual por la resistencia bacteriana.

Como conclusión, el calentamiento global es una de las amenazas más graves para la vida en el planeta y los expertos dicen que es inevitable, es urgente actuar en perspectiva de Una Sola Salud para diseñar e implementar medidas de adaptación y mitigación, considerando los ecosistemas y las especies que en ellos habitan -desde los microorganismos hasta las personas y comunidades, cuidando los territorios y la vida.

Este texto es propiedad de Página 3 y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace. 


Cambio Climático: ¿Estamos llegando al punto de no retorno? (Parte 1)

En 1988, un año después de la publicación del “Informe Brundtland” que introdujo la noción de sostenibilidad a la agenda global, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial inauguraron el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).

La misión del IPCC es agrupar científicas de todo el mundo para estudiar y atender el cambio climático. Esta misión se cumple con la publicación de reportes periódicos, publicados en tres partes correspondientes a los tres grupos de trabajo del IPCC.

En agosto de 2021 se publicó el primer volumen del sexto reporte de evaluación (AR6), atendiendo la base científica y física del cambio climático.

En marzo de 2022 se publicó el segundo volumen, abordando las consecuencias socioeconómicas y las estrategias de adaptación. Finalmente, a principios de abril, se publicó el tercer volumen, que documenta las estrategias existentes para mitigar el cambio climático. Aquí la primera parte de este análisis puntual.


Texto: Andrés de la Peña / Zona Docs

Fotografía: Zona Docs

21 de abril de 2022

 

Punto de no retorno: el primer volumen del AR6 y lo que sabíamos hasta ahora

El primer volumen del AR6 fue un cubetazo de agua fría para el mundo, pues reveló que las consecuencias del cambio climático serán más dramáticas y más inmediatas de lo que creía la comunidad científica internacional; se encontró que varios fenómenos, como el aumento en el nivel del mar, se han vuelto completamente irreversibles, incluso en los mejores escenarios.

Desde 2014, con base en la evidencia sobre vías de solución plausibles y sobre los potenciales daños, se estableció la meta global de limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados sobre el nivel preindustrial para el año 2100.

Este primer volumen del AR6 dejó claro que la humanidad no está nada cerca de lograr su meta. De hecho, con el nivel de emisiones actual, habremos emitido suficientes gases de efecto invernadero como para fracasar oficialmente para el año 2030.

Qué tan atrasados estamos: el “presupuesto de carbón”

Un concepto útil para visualizar la realidad de estos datos es el “presupuesto de carbono”: la cantidad de gigatoneladas de dióxido de carbono que puede emitir la humanidad antes de fracasar en su meta de limitar el calentamiento global.

A partir de 2020, a la humanidad le “quedaban” 400 gigatoneladas de dióxido de carbono si quería mantener un 67% de probabilidades de sobrepasar los 1.5 grados centígrados de calentamiento: cerca de 300 gigatoneladas menos a las que se habían estimado en el reporte anterior.

Consecuencias socioeconómicas: el segundo volumen del AR6

El AR6 innovó sobre el AR5 al pasar del sistema de escenarios “RPC” al sistema de escenarios de caminos sociopolíticos compartidos (SSP por sus siglas en inglés). El panel estableció 5 SSP atendiendo a diferentes niveles de calentamiento global estimados para el año 2100, proyectando desde 1.9 a 8.5 grados centígrados de calentamiento.

El segundo volumen aborda las principales consecuencias socioeconómicas y ecosistémicas del cambio climático bajo el sistema de escenarios SSP, así como las principales estrategias de adaptación que podrían minimizar las pérdidas.

Estos escenarios son útiles para una diversidad de usos. Uno de ellos es la categorización de riesgos. El segundo volumen del AR6 toma estos escenarios y asocia cada uno con 5 causas de preocupación (RFC por sus siglas en inglés), que se refieren a cadenas de eventos preocupantes por el impacto que tienen en los sistemas humanos y naturales.

Las RFC son las siguientes: ecosistemas únicos y amenazados (RFC1); eventos meteorológicos extremos (RFC2); desigualdad en la distribución de los impactos del cambio climático (RFC3); agregación de impactos del cambio climático (RFC4); “eventos singulares de gran escala”: puntos de no retorno y cambios irreversibles (RFC5).

De acuerdo con los escenarios, el riesgo en estos cinco rubros en el escenario más optimista, el SSP1-1.9, es “alto” para los dos (RFC1 y RFC2) y moderado para los demás. Sin embargo, para el escenario medio (SSP2-4.5) ya se considera “muy alto” el riesgo en los primeros dos rubros y alto en los demás.

El principal punto que comunica este cuidadoso trabajo de proyección es el siguiente: cada fracción de diferencia que se pueda hacer en cuanto a la temperatura global tiene un impacto significativo en la sociedad.

Los daños en México hasta ahora: lo que no se puede prevenir

La situación particular de Norteamérica es compleja. Se trata de una región sumamente diversa y con gran variación de latitud: desde las placas árticas con las cuales colinda Canadá hasta las zonas tropicales al sur de México. Por ello es una región con muchos riesgos e impactos posibles.

El cambio climático ya ha reducido la productividad agrícola regional en un 12.5% desde 1961. Sin embargo, México ha sido el país más afectado por este efecto, habiendo perdido entre el 25% y el 30% de su productividad agrícola por efectos relacionados exclusivamente con el cambio climático. Otro riesgo importante para México es el de salud pública: la salud mental, la mortalidad y la morbilidad son sensibles a la temperatura y los climas extremos.

Igualmente, como uno de los países más biodiversos del mundo, México enfrenta un riesgo de degradación de ecosistemas marinos, costeros y terrestres. Esta degradación tiene efectos secundarios, ya que los ecosistemas amortiguan diferentes choques. Por ejemplo: los manglares rompen olas cuando hay huracanes, evitando inundaciones.

El IPCC estima que Norteamérica también ve amenazadas sus reservas de agua dulce, por lo cual se espera que la región tendrá menor superficie arable y menor acceso a agua de calidad. Esto perjudica a la alimentación en el continente, y amenaza todas las cadenas de alimentos.

La temperatura promedio anual aumentó dentro de Norteamérica, y seguirá aumentando. El noroeste de México observó un aumento en las temperaturas máximas de verano y menos lluvia a lo largo del año, lo cual afectará a la agricultura y ganadería. Son inevitables sequías más profundas y más largas en todo el país, pero el norte será el más afectado por estas.

La precipitación es otro sistema más que se verá gravemente afectado: la intensidad y frecuencia de eventos de precipitación intensa de un solo día ha aumentado desde mediados del siglo XX.

También ha aumentado la proporción de huracanes en categorías altas, afectando a las dos costas del país; los ciclones tropicales estacionales incrementarán su volumen de agua y la velocidad de sus vientos. En todo el mundo, el calentamiento global implica temporadas de lluvias más cortas, con menos lluvia en total cada año pero con eventos de precipitación dramáticos y capaces de producir inundaciones.

El derretimiento de hielo marítimo e incremento en el nivel del mar son seguros, por lo que se esperan mayores inundaciones en las dos costas del país. También se espera una mayor frecuencia e intensidad de olas de calor, particularmente en el norte y en la región del Golfo de México.

Percepción en Norteamérica: ¿existe el cambio climático o es todo una conspiración?

A pesar de que existe un consenso sobre el cambio climático antropogénico en la comunidad científica, existe una polarización y un debate activo sobre su existencia en el nivel público y político, así como sobre sus riesgos para la sociedad.

En un entorno de desconfianza hacia los expertos, las instituciones, los medios de comunicación e incluso los grupos ambientalistas, el IPCC detecta que la percepción pública limita la toma de decisiones.

La politización de la ciencia es un fenómeno más prevalente en Estados Unidos, en el contexto del trumpismo. Sin embargo, el AR6 menciona dos estudios en México: uno encontró que solo el 73% de las mexicanas considera que el cambio climático representa una amenaza mayor a la economía, el medio ambiente y la sociedad; el segundo encontró que solo el 85% cree en el cambio climático causado por la acción humana.

El reporte declara:

“La desinformación retórica sobre el cambio climático y socavamiento deliberado de la ciencia también han contribuido a percepciones erróneas sobre el consenso científico, la incertidumbre, y han desestimado el riesgo y urgencia”.

En el mismo sentido, se señalan las omisiones y actuaciones irresponsables por parte de los medios de comunicación, que han alimentado la creación de un “debate”:

“La norma periodística del “balance” de perspectivas (dar igual peso a lo que dicen la comunidad científica y su oposición en cuanto al reporteo climático) sesga la cobertura al amplificar desigualmente algunos mensajes que no se sostienen en la ciencia, contribuyendo a la politización de la ciencia, el esparcimiento de desinformación, y reduciendo el consenso público para la acción”.

Los riesgos clave para Norteamérica

Dentro de los daños económicos que se esperan, también se incluye la expectativa de impactos en el turismo. En el caso mexicano, el reporte menciona el peligro de blanqueamiento y muerte de los arrecifes de coral en la península de Yucatán y en el Golfo de México. Igualmente, se espera una intensificación en las mareas de sargazo en las costas del Golfo y también en las del Océano Pacífico.

Esta amenaza es de particular importancia para México dado que es una de las potencias turísticas mundiales. El mismo reporte cita un estudio conducido en 2019 donde se encontró que el 30% de los hoteles en el Golfo de México están expuestos a inundaciones por el aumento en el nivel del mar, mientras que 66% se encuentran situados en playas en proceso de erosión. Algunos arrecifes ya se han visto impactados, como el arrecife de la bahía de Akumal, en Yucatán, que perdió un 79% de su cobertura entre 2011 y 2014.

La seguridad alimentaria es otro tema delicado en el reporte. Habrá una pérdida de productividad, pero la inocuidad de los alimentos también se ve amenazada: con mayores temperaturas se espera mayor prevalencia de parásitos y enfermedades transmitidas mediante la ingesta de alimentos contaminados.

El IPCC proyecta ver más prevalencia de la bacteria vibrio parahaemolyticus en almejas, los coliformes, la salmonella, la bacteria campylobacter acarreada por moscas y transmitida en la comida, el cólera, entre otras.

También se verá impactada la producción hidroeléctrica: en Canadá se esperan aumentos debido al deshielo, pero en México se espera una pérdida de por lo menos 20%. Esto es grave, ya que la energía hidroeléctrica representa el 25% de la capacidad instalada y es la energía renovable más prevalente en el país, mientras que la energía solar y eólica no representa más del 5%. Al mismo tiempo, las altas temperaturas incrementarán la demanda eléctrica al intensificar las necesidades de refrigeración.

Finalmente, las siguientes décadas producirán grandes números de desplazados climáticos, que tendrán, desde el marco del derecho internacional público, la facultad de solicitar refugio en México:

“La migración y los desplazamientos asociados con los peligros climáticos se están volviendo más frecuentes en Centroamérica y Sudamérica, y se espera que continúen aumentando”.

La frecuencia de sequías, tormentas tropicales, huracanes, deslaves e inundaciones ya intensifican el desplazamiento en Guatemala, Honduras y El Salvador, donde se ve amenazada la seguridad alimentaria. Brasil podría perder 900 mil habitantes debido al desplazamiento que producirá tan solo el aumento del nivel del mar.

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