Texto: Beatriz García
Fotografía: Amapola Periodismo
16 de abril del 2021
El Calvario
Son las once de la mañana de este jueves y en El Calvario no queda ningún hombre, todos están en el cerro que conecta con Llanos de Tepoxtepec, otro pueblo de la parte alta de Chilpancingo, intentando apagar el incendio forestal que inició el martes pasado. En el lugar, a primera vista, sólo está Angélica, quien dejó las brigadas de auxilio para recibir los víveres de ayuda que comenzaron a llegarles desde temprano.
Cinco horas después, a las cuatro y cuarto de la tarde, el incendio se salió de control. Los brigadistas dejaron sus actividades de combate para evitar quedar atrapados en el fuego. Fue una decisión de vida o muerte.
Este incendio en el cerro que une a ambas comunidades es uno de los 15 que Protección Civil estatal tiene registrados en Guerrero como activos hasta la noche de este jueves. Según el reporte de la dependencia, este incendio está controlado desde distintos puntos, pero los habitantes cuentan lo contrario.
En las calles estrechas del pueblo hay silencio. Los hombres están en el incendio, y unas 15 mujeres, niñas y niños en un techado en medio de la comunidad. Las mujeres preparan chorizo con huevo, sardina frita y arroz. En un rato bajarán del cerro los brigadistas que no han comido ni dormido; necesitan recobrar fuerzas.
Los víveres que donan voluntarios poco a poco llegan: queso, sardina, sueros orales, frijoles, arroz. El miércoles, los habitantes de El Calvario bajaron a pedir cooperación en la caseta de cobro de Palo Blanco de la Autopista del Sol, como una manera de exponer sus necesidades en este momento de contingencia.
En el mismo techado está Angélica, es una joven de 21 años que el martes que inició el fuego se sumó a la brigada de rescate; era urgente. El fuego que inició en la localidad de El Tejocote se propagó hacia El Calvario y después a Llanos de Tepoxtepec.
Este incendio es el tercero más fuerte que enfrenta El Calvario. Hace ocho años se quemó la misma zona, es decir, la parte más alta de este valle, que estos momentos está prendida. El 4 de mayo de hace dos años, se quemaron cerca de 300 hectáreas de cultivo de maguey, pero en la parte contraria a la zona que hoy está en llamas.
Habitantes de Llanos de Tepoxtepec, junto a personal de Protección Civil Guerrero, Bomberos y Conafor, continúan con los trabajos para sofocar el incendio forestal que inició desde el martes en su ejido. Fotografía: José Luis de la Cruz
El martes cerca de las tres de la tarde, Angélica y los habitantes vieron humo en el cerro, entonces se apresuraron a reunir a pobladores; sólo llegaron 10 porque el resto estaba fuera de El Calvario trabajando.
Angélica con el resto de brigadistas subieron al cerro pero no pudieron apagar el fuego, ya se había expandido hacia el punto conocido como el Plan del Tigre y al ojo de agua que surte al pueblo. Este jueves esa parte estaba calcinada por completo.
De El Calvario a la zona del incendio es un tramo largo y de difícil acceso. En camioneta te tardas alrededor de una o dos horas para llegar al incendio, según el punto de combate, pero ahora sólo se puede avanzar caminando.
En el pueblo, el olor del humo por el incendio es penetrante, tanto que provoca picazón en la garganta. Las mujeres coincidieron que días antes el ambiente era totalmente opaco, ahora es menos porque los vientos direccionaron el humo.
Aun así, el incendio ya arrasó unas 2,000 hectáreas, la mitad del ejido. El fuego continúa.
A Angélica le preocupa que se perdió la vegetación que rodea al ojo de agua y teme que se queden sin agua. Mira a lo lejos una y otra vez la humareda y las llamas del incendio que se alcanzan a ver, cada que platica del siniestro.
Para este jueves el incendio llegó a la Yerbabuena, zona verde, una zona protegida. “Lo estábamos cuidando, nosotros no recibimos ningún apoyo de ninguna institución, lo cuidamos porque es el pulmón de muchos”, dice Angélica en entrevista mientras recibe víveres de voluntarios que llegaron a la localidad.
Los vientos de estos días impidieron que los brigadistas apagaran el incendio, además de que son pocos colaborando. A El Calvario no ha llegado suficiente personal institucional. Lo cierto es que en Guerrero hay varios incendios activos y el personal de Protección Civil y Bomberos, Comisión Nacional Forestal (Conafor), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), resulta insuficiente.
La joven dijo que de todos los brigadistas que participan, la mayoría, cerca de 150 brigadistas, son habitantes de las comunidades del Tejocote, El Calvario y Llanos de Tepoxtepec.
Los días que Angélica estuvo en el incendio hicieron guardarrayas. Explicó que junto con el resto de brigadistas limpiaron los alrededores y ahí prendieron fuego para que el incendio que avanzaba con fuerza chocara con éste y se parara.
A los brigadistas les fue difícil llevar agua, porque deben caminar o ir en camionetas repletas con palas, rastrillos y machetes. Sólo quienes tienen bombas aspersoras optaron por llevar un poco de agua.
El olor de la humareda se entremezcla con los diferentes guisos de las mujeres. Sobre una mesa hay bolsas de bolillos; sólo esperan la llegada de algún brigadista para acercar la comida. Han transcurrido dos horas desde mi llegada al pueblo y las llamas del cerro son más nítidas, hay más humo y eso indica que el fuego se expandió.
Fotografía: Arturo de Dios Palma
El fuego se sale de control
“Corre compadre, con mucho cuidado. Nos quedamos atrapados en el fuego, de volada. Estamos huyendo del fuego, quedamos atrapados, ojalá logremos salir. Vamos corriendo”, se escucha decir agitado a un brigadista de Llanos de Tepoxtepec en un video que se difundió la tarde de este jueves en redes sociales.
A las cuatro y cuarto de la tarde, cuando la presidenta del DIF del estado, Mercedes Calvo, acudió a la localidad, los habitantes repicaron las campanas, en auxilio de los brigadistas que quedaron atrapados en el fuego, pero que lograron salir de las llamas.
A Mercedes Calvo le dijeron que el fuego se salió de control y no podían sofocarlo, que necesitaban helicópteros y helibaldes. Ella respondió tajante que no les ayudaría porque ellos fueron los culpables del incendio, contó vía telefónica el brigadista voluntario Steve Jiménez, justo en el momento que huía del fuego.
“El incendio se nos salió de control, ya no está en nuestras posibilidades. Las personas llevan trabajando desde el día martes con las guardarrayas. Se estuvo sofocando el incendio, yo soy un brigadista voluntario. De hecho no hemos dormido, toda la noche, todo el día”, contó para Amapola. Periodismo transgresor.
Mensajes difundidos en Facebook y WhatsApp alertaron a la población. Lo habitantes de Llanos de Tepoxtepec y El Calvario pidieron ayuda para evacuar, todo indica que el incendio puede llegar a las viviendas.
“El siniestro de El Calvario sigue siendo atendido por poco más de 197 brigadistas de los tres órdenes de gobierno en coordinación con grupos voluntarios. Ayúdanos no compartiendo rumores en redes sociales”, se lee en un reporte que difundió Protección Civil del Estado.
Pero Steve confirmó lo que dijo Angélica, no cuentan con apoyo gubernamental suficiente. Dijo que el miércoles acudieron a la zona elementos de Protección Civil del estado y municipal, pero sólo para tomarse fotos. Les prometieron que emplearían a 100 personas para ayudar a mitigar el fuego. No lo hicieron.
La voz de Steve delata preocupación e impotencia, luego suelta el llanto y dice: “Los hombres aún cansados, fatigados, heridos están haciendo lo posible por todavía proteger su ejido y ahorita no sabemos cómo le vamos hacer. Vamos a empezar a valorar la evacuación”.
Más tarde, Steve informó que no iban a evacuar, pero que estaban en alerta. Los habitantes al ver la falta de apoyo gubernamental retomaron los trabajaos de sofocación del fuego.
Los pobladores pidieron a la población de entre 20 y 25 años, que aun cuando no tengan experiencia en sofocar fuego, pero que conozcan el campo, suban a apoyarlos.
En El Calvario las mujeres preparan la comida para los brigadistas que andan en los cerros apagando el fuego. Fotografía: Arturo de Dios Palma