Ha habido 1,003 personas fallecidas por el virus SARS-Cov-2 en estos cuatro meses. Supera con creces las muertes del otro virus que se instaló en Guerrero desde hace 13 años, el de la violencia
Texto: Amapola Periodismo
7 de julio del 2020
En 10 días, Guerrero cumple cuatro meses de pandemia.
Desde el 15 de marzo, fecha en que se confirmó el primer contagio en Acapulco, a este lunes 6 de julio, transcurrieron ya 113 días.
En estos 113 días, los guerrerenses transitaron por diferentes ánimos; del pánico que originó compras desmedidas en las tiendas departamentales, a la incredulidad y a la indiferencia, a pesar del número de fallecimientos.
Junio es el mes con más muertes por el coronavirus. De los 1,003 muertos que ha habido en estos casi cuatro meses, sólo en junio se registraron 601 fallecimientos.
Los fallecimientos por esta causa, en sólo un mes, superaron a los muertos del otro virus que desde hace 13 años tiene en contingencia a Guerrero: la violencia.
De enero a junio ha habido 432 homicidios. En junio, de acuerdo con el registro de Amapola. Periodismo transgresor, basado en reportes policiacos y publicaciones periodísticas, hubo 91 asesinatos.
Un solo día, el 17 de junio, 50 personas fallecieron por la Covid-19. A pesar de la mortalidad, una gran parte de la población ha sido indiferente al peligro que significa andar en la calle: ignoró la medida del confinamiento. En Acapulco y Chilpancingo, las ciudades con más casos confirmados y fallecimientos, poca gente hizo la cuarentena que se decretó el 20 de marzo.
De los 81 municipios guerrerenses, únicamente en cinco no se tienen casos registrados: San Miguel Totolapan, en la región de Tierra Caliente; Juchitán y Azoyú, en la zona de la Costa Chica y Cualac e Iliatenco, en la Montaña.
En Guerrero, la pandemia facilitó que grupos armados extendieran su influencia. En Tierra Caliente, Costa Grande y zona Centro, los grupos criminales se hicieron cargo del control de los accesos, determinaron quién entraba y salía de las cabeceras municipales y comunidades. En Teloloapan, por ejemplo, el grupo que se hace llamar Policía Tecampanera propinó castigos físicos a jóvenes que salían a la calle en medio de la cuarentena.
El Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG) tomó el control de todo el corredor hacia Tlacotepec, cabecera de Heliodoro Castillo, en la región serrana.
La Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), otro grupo armado con características similares, también colocó filtros en la carretera Acapulco-Ometepec.
Mientras grupos armados se hacían de mayor control, en Acapulco, la cantidad de muertes por coronavirus, generó en la autoridad municipal la necesidad de abrir fosas para sepultar a las víctimas, en lugar de habilitar más espacios en los hospitales, para evitar los fallecimientos.
Esta pandemia ocurre en Guerrero en el año previo a las elecciones. En 2021 se elegirá al próximo gobernador, se renovará al Congreso local y alcaldes.
Pandemia y elecciones no son un buen binomio. Los electores estarán más necesitados que nunca de una despensa, de una promesa de empleo, de una oferta de alguna recompensa económica.
Amapola. Periodismo transgresor preparó, por región, este especial a casi cuatro meses de pandemia, para dar cuenta de cómo se ha vivido el coronavirus en Guerrero.
En Chilpancingo, la gente nunca dejó de andar en las calles. Aún en semáforo rojo. Fotografía: José Luis de la Cruz.
Acapulco cerró actividades turísticas pero de nada le sirvió
Por ser un polo turístico, no fue novedad que en Acapulco se registrara el primer caso de coronavirus en Guerrero. Tampoco que el portador fuera un turista. Se trató de un argentino de visita en el puerto. El 15 de marzo se confirmó el resultado. Fue el día uno de la pandemia en Guerrero.
Desde entonces, el puerto es el epicentro de la epidemia. De los 6,198 casos confirmados en Guerrero, hasta el lunes 6 de junio, 3,560 corresponden a Acapulco; de las 1,003 defunciones, 507 decesos ocurrieron en el destino turístico preferido durante décadas.
El 22 de mayo, la alcaldesa Adela Román planteó que por la cantidad de enfermos, los hospitales del puerto estaban a un paso del colapso. Al día siguiente, la Secretaría de Salud federal confirmó que Guerrero era la entidad con mayor ocupación hospitalaria del país, porque 76 por ciento de los espacios estaban ocupados.
En Acapulco en tres hospitales se destinaron espacios para los enfermos de la Covid-19. El Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Hospital Vicente Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Ambos anunciaron el 22 de mayo que ya no tenían camas disponibles.
A la autoridad municipal se le ocurrió la siguiente solución. Dado que los hospitales colapsaban, lo mejor era abrir fosas para los fallecidos. En China vieron otra salida a la saturación de los hospitales: construyeron otros.
En Acapulco, la autoridad municipal ordenó abrir 300 tumbas en el cementerio El Palmar, en la zona rural del puerto, lejos del paraíso de sol y playa que atrae a los turistas.
La pandemia se descontroló en Acapulco a pesar de las medidas para evitarlo. El miércoles 18 de marzo se decretó el cierre de la mayoría de las actividades turísticas en el puerto, medidas establecidas a dos semanas del periodo de las vacaciones de Semana Santa, la temporada más importante para el sector turístico, ramo del que viven la mayoría de los acapulqueños y es el principal sostén de la economía estatal.
El 2 de abril se ordenó el cierre de las playas, porque la gente, aun con la contingencia y el aislamiento recomendado por las autoridades sanitarias, llenaba las playas.
En medio de esta tregua humana, la noche del 20 de abril, en Acapulco tuvo lugar uno de los eventos más espectaculares de los océanos: un resplandor azul en la orilla del mar causado por criaturas microscópicas conocido como bioluminiscencia. Al día siguiente otro regalo: una lluvia de peces de diferentes tamaños y especies.
Hace menos de una semana, el jueves 2 de julio, Acapulco retornó a la actividad turística. Las playas se reabrieron, con restricciones, hasta el sábado 4 de julio. (Información de Marlén Castro)
En Acapulco, los dos hospitales principales se saturaron de contagiados de la Covid.19. Fotografía: Carlos Carbajal.
Zona Centro: la población de la capital vivió sin enterarse del semáforo rojo
Un día un campesino de la comunidad de San Miguel, municipio de Mochitlán, sintió dolores musculares, un poco de fiebre y tos. Pensó, al igual que sus familiares y vecinos, que era dengue.
A finales de junio le dieron los resultados de los estudios. Dio positivo a la prueba de coronavirus. Pero para esas fechas ya había contagiado a su hermano. El resto de su familia y sus vecinos tuvieron que ponerse en cuarentena.
San Miguel es una localidad pequeña, a 15 minutos de Mochitlán, municipio que al igual que los otros 12 de la región Centro, incluido Chilpancingo, capital de Guerrero, desde hace casi una década son azotados por la violencia provocada por grupos criminales.
Ahora, los habitantes de estas 13 demarcaciones son también víctimas de la pandemia de la Covid-19.
Hasta este domingo 5 de julio, la Secretaría de Salud tenía reportados 974 casos de enfermos de coronavirus y 137 defunciones en estos 13 municipios. En Ahuacuotzingo seis casos, en Chilapa 70, en Chilpancingo 653, Eduardo Neri 55, uno en Heliodoro Castillo, seis en Leonardo Bravo, tres en José Joaquín Herrera, seis en Juan R. Escudero, ocho en Mártir de Cuilapan, siete en Mochitlán, cuatro en Quechultenango, 92 en Tixtla y ocho en Zitlala.
En estos casi cuatro meses que han transcurrido de pandemia, pareciera que los habitantes son ajenos a las cifras de contagios y defunciones, sobre todo en la capital, a pesar de tener el segundo lugar estatal por la cantidad de fallecimientos. El semáforo rojo, el punto de máximo contagio, se vivió con lugares públicos llenos de gente. En Chilpancingo se confirmó el segundo caso de coronavirus en Guerrero, el 17 de marzo. Se trató de una estudiante de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) que se contagió en España, donde estuvo de intercambio escolar.
A casi cuatro meses de ese primer caso exportado, Chilpancingo lleva 653 casos de coronavirus y 95 muertos, ocupando el segundo lugar a nivel estatal, después de Acapulco.
Aquí en la capital, al igual que Acapulco, la presión del sector empresarial, obligó a las autoridades locales a que se reiniciaran actividades económicas.
Antes, cuando las autoridades amenazaban con clausurar los establecimientos comerciales no esenciales, los dueños de los negocios desobedecían estas medidas.
A partir de este 30 de junio, la Secretaría de Salud instaló seis módulos para que la gente con síntomas del virus acuda a estos lugares para que se les realice la prueba.
Esta jornada por la Covid-19 que pusieron en marcha las autoridades de Salud estatal y municipal empezó de manera desorganizada: el primer día sólo se instalaron cinco de los seis módulos y cuatro de éstos horas después de lo programado. (Información de Jesús Guerrero)
El día que se cerró el zócalo de la capital para prevenir contagios. Fotografía: Franyeli García.
La Montaña: lo más difícil está por venir
Hasta el domingo 5 de julio en los 19 municipios que componen la región Montaña, donde se concentra la mayor parte de la población indígena del estado, la Secretaría de Salud estatal coincide en número de casos con las estadísticas proporcionadas por la federación: 185 personas contagiadas de Covid-19 y 30 fallecidas, todas en Tlapa de Comonfort, aunque no todas son originarias del municipio.
Tlapa tiene una de las más altas tasas de letalidad: 22 por ciento. Está sólo debajo de Acapulco, que concentra el mayor número de casos con 3, 456 y una tasa del 15 por ciento; Chilpancingo con 655 casos, 15 por ciento; Iguala con 222 casos y una letalidad del 36 por ciento, Pungarabato con 178 casos y el 15 por ciento en el número de muertos.
Ejemplos como Zihuatanejo, que al domingo creció a 160 casos y 26 defunciones, ilustran la vulnerabilidad de los habitantes de la Montaña, de los pueblos Ñu Savi, Nahua, Me´phaa y Ñomdá.
En la región, hay alrededor de 600,000 pobladores que hablan alguna lengua indígena en la entidad, en estos municipios vive la población de los primeros tres pueblos mencionados.
Cualac, ubicado en la subregión de la cañada, e Iliatenco, no presentan casos. Sin embargo, de acuerdo con las autoridades sanitarias, ya no hay municipios denominados de La esperanza, sin número de enfermos, porque los colindantes tienen personas contagiadas.
Los contagios por municipio son los siguientes: dos en Acatepec, seis Alcozauca, con un caso Alpoyeca, Atlamajalcingo del Monte, Atlixtac, Cochoapa el Grande, Copanatoyac, Metlatónoc, Tlacoapa, Tlalixtaquilla, ocho en Huamuxtitlán, tres en Malinaltepec, Olinalá, Xalpatlahuac y Xochihuehuetlán, 13 en Zapotitlán Tablas y 138 en Tlapa.
En la región sólo hay un hospital para la atención de enfermos Covid-19, ubicado en Tlapa, que es el municipio con la mayor actividad comercial de la región, con 20, 863 habitantes.
Organizaciones defensoras de derechos humanos, como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan con sede en Tlapa, Servicios y Atención para la Paz, Fundar, Oxfam y otras, alertaron de las vulnerabilidades específicas de la Covid-19 en regiones indígenas como la Montaña.
“El número de muertos ha ascendido fuertemente. Usuarios denuncian en redes sociales que el Hospital General se encuentra saturado y que el número de muertos es significativamente más alto que los casos referenciados oficialmente. Asimismo, se ha detectado que el acceso a las pruebas PCR (de Covid) es particularmente difícil en las regiones indígenas”, menciona el documento.
Denuncian que la falta de infraestructura médica y en particular la dificultad de acceder a pruebas de Covid-19 para los pueblos y comunidades indígenas y equiparables, se traduce en una mayor tasa de defunción en personas indígenas detectadas con Covid-19 que en la población general. (Información de Vania Pigeonutt)
En Tlapa, personal de Tlachinollan asesora a jornaleros a punto de salir a otros estados. Fotografía: Lenin Mosso.
Norte: el municipio de Iguala y sus dos contagios masivos
La región Norte del estado, conformada por 16 municipios, presenta 406 casos positivos de coronavirus y 138 defunciones hasta el sábado 4 de julio, de acuerdo con la Secretaría de Salud estatal.
De sus municipios, Iguala es el tercero en el estado con mayor número de contagios: 222 positivos y 81 defunciones. Ocho de los municipios de esta región presentan de uno a tres casos positivos, y cuatro municipios no tienen ninguna defunción.
En la región Norte, los casos están así: Iguala con 222 caso y 81 defunciones, Taxco con 93 positivos y 32 defunciones, Tepecoacuilco con 20 positivos y seis defunciones, Huitzuco con 19 positivos y seis defunciones, Buenavista de Cuellar con 12 y tres defunciones, Teloloapan con 12 positivos y cero defunciones, Copalillo con siete positivos y una defunción.
Cocula seis positivos y cuatro defunciones, Apaxtla tres casos positivos y ninguna defunción, Pilcaya con tres positivos y una defunción, Pedro Ascencio de Alquisiras con dos confirmados y dos defunciones, Tetipac con dos positivos y una defunción; Atenango del Río tiene dos positivos y una defunción, Cuetzala del Progreso un confirmado y cero defunciones, General Canuto Neri mantiene un positivo y cero defunciones, Ixcateopan de Cuauhtémoc un positivo y cero defunciones.
Desde el inicio de la cuarentena en Iguala se disparó en número de casos confirmados.
Amapola. Periodismo transgresor documentó el caso probable de la mujer que pudo traer el virus de Estados Unidos, el 25 de marzo, y que hizo compras en el mercado central, donde posteriormente se registraron brotes de contagios.
En este mismo municipio ocurrió un caso de contagio masivo en la tienda de abarrotes El Zorro, ubicada en el centro de Iguala, donde se registraron 42 contagios.
El 30 de junio, el alcalde del municipio, Antonio Jaimes Herrera, informó que el cambio del semáforo epidemiológico de rojo a naranja permitiría la reapertura de negocios no esenciales.
Pero cierto énfasis en que la reapertura se haría por una presión social. Advirtió del riesgo de regresar al semáforo rojo. Pero esa ya “era responsabilidad de cada quien”. (Información de Beatriz García)
La clínica del ISSSTE es uno de los hospitales donde se atiende a enfermos de la Covid-19. Fotografía: Amapola Periodismo.
Costa Grande: reabren el puerto de Zihuatanejo aun con los contagios en aumento
En la región Costa Grande los casos positivos acumulados de la Covid-19 hasta el sábado 4 de julio sumaron 326 y de éstos, 51 son defunciones, de acuerdo con la cifras de la Secretaría de Salud.
Esta región en términos prácticos es el corredor costero que va de Acapulco hasta los límites con el estado de Michoacán.
Técnicamente la componen los municipios Coyuca de Benítez con 39 casos positivos acumulados y 10 defunciones, Atoyac con 54 casos y ocho defunciones, Benito Juárez con 10 casos y cero defunciones, Tecpan 18 confirmados con dos defunciones.
También Petatlán con 19 positivos y dos defunciones, Zihuatanejo con 148 positivos con 26 defunciones, La Unión con 37 positivos y dos defunciones, y Coahuayutla con un caso positivo que, a la vez, es su única defunción.
Zihuatanejo es el municipio con más casos hasta ahora y eso, al parecer, tiene relación con que, de los ocho, es el de más habitantes, según las estadísticas oficiales, la población rebasa los 118 mil.
Además este puerto es el lugar de gran turismo de la región, es decir, donde los visitantes abundan. Aunque, la actividad turística estuvo suspendida en los primeros tres meses de confinamiento.
Coahuayutla representa el otro extremo. Es el municipio con el menor número de habitantes y el último de la región en sumarse a los casos positivos.
La confirmación de su primer y único caso ocurrió el 18 de mayo, que para el 23 se convirtió en la primera defunción, según los mapas y estadísticas de la Secretaría de Salud estatal.
El primer municipio de la región en tener casos confirmados de la Covid-19 fue Coyuca de Benítez, el 13 de abril. Este municipio colinda con Acapulco, municipio que desde ese entonces se hallaba en la punta de los municipios con contagios, al sumar 43, según Salud federal.
Los ritmos en que crecieron los casos positivos en cada municipio fueron distintos, por ejemplo, La Unión, después de su primer caso confirmado, día en que también se pintó de rojo toda la región, porque todos los municipios tenían casos positivos, sumaba 15, es decir, un 150 por ciento más que Zihuatanejo, que apenas llevaba seis.
El 2 de julio, Zihuatanejo completó los 138 casos positivos, porque sumó 11 más, aunque ese mismo día, a pesar del incremento, se hizo la transición del semáforo rojo al naranja, método para medir la intensidad de la pandemia. Los destinos turísticos más importantes de Guerrero, entre ellos Zihuatanejo, abrieron playas, hoteles y restaurantes con restricciones para reactivar parte de la economía.
El asunto es que la reapertura ocurre cuando los casos positivos crecen en este puerto y otros puntos de la región Costa Grande, donde sólo hay cinco unidades de Salud para atender enfermos de la Covid-19. Los hospitales generales de Zihuatanejo y Atoyac, y los hospitales básicos comunitarios de Coyuca de Benítez, Tecpan y Petatlán que, se supo, han tenido necesidades de equipo y materiales desde mucho antes de la pandemia. (Información de Margena de la O)
Del 2 de abril al 3 de junio, las playas de Acapulco estuvieron cerradas para evitar la propagación. Fotografía: Franyeli García.
Tierra Caliente: la región más violenta tiene uno de los cinco municipios libres de la Covid-19
La región Tierra Caliente, una de las más violentas del estado, tiene uno de los cinco municipios que están libre de la Covid-19: San Miguel Totolapan.
Esta región está conformada por nueve municipios, y en lo que va de la pandemia, hasta el sábado 4 de junio, hay un registro de 466 casos confirmados y 60 defunciones.
Esta región tiene uno de los municipios sin contagios y sin defunciones, también tiene al municipio que ocupa el cuarto lugar en el estado en contagios de acuerdo a la Secretaría Salud estatal: Pungarabato, cuya cabecera es Ciudad Altamirano.
En el último corte, Pungarabato presenta 178 casos positivos y 26 defunciones, Arcelia 66 positivos y seis defunciones, Coyuca de Catalán 59 positivos y 11 defunciones, Tlapehuala 50 positivos y tres defunciones, Ajuchitlán del Progreso 40 positivos y cuatro defunciones, Zirándaro 28 positivos y cero defunciones, Cutzamala de Pinzón 24 positivos y siete defunciones, Tlalchapa 21 positivos y tres defunciones y San Miguel Totolapan cero contagios.
El 29 de abril Pungarabato, el cuarto en contagios en el estado, se sumó a la lista de casos confirmados en el estado, con tres positivos. Fue el segundo municipio de Tierra Caliente con casos de coronavirus.
Hace cinco días, en la cuenta oficial de Facebook, la administración municipal informó que se sumaba a la estrategia del regreso de actividades no esenciales.
“Proteger la salud de los pungarabatenses pero también en la recuperación de su economía”, señala un documento publicado.
Desde el 20 de marzo que se decretó la cuarentena, San Miguel Totolapan, un municipio en el que se han registrado hechos violentos de grupos criminales, no registra casos de contagios.
En el municipio, los habitantes acordaron cerrar accesos a la zona para impedir la entrada de personas que pudieran ser portadores del virus.
El último cierre que se anunció fue el 9 junio. El Consejo Técnico de Salud del municipio informó que tomando en cuenta el aumento de contagios en municipios vecinos se optó cerrar nuevamente un lapso de 10 días los accesos.
Dos días después, habitantes de ese municipio impidieron la entrada de efectivos de la Guardia Nacional, que harían recorridos de vigilancia. (Información de Beatriz García)
En Tierra Caliente, un señor atiende la indicación de lavarse las manos. Fotografía: Itzel Urieta.
Costa Chica: la región con dos municipios sin contagios
La Costa Chica de Guerrero ha sido la zona del estado que más ha resistido y evitado la expansión de la Covid-19, pero en el municipio en el que se registró el primer contagio, los casos se multiplicaron de manera acelerada.
Hasta el sábado 4 de junio, en la región había 216 contagios, de este número total, 31 personas han fallecido en 13 de sus 15 municipios, de acuerdo con la Secretaría de Salud estatal.
En la región, el primer contagio se registró el 3 de abril, en el municipio de San Marcos que colinda con Acapulco, epicentro de la pandemia en Guerrero. Luego de 93 días, hasta este sábado 4 de julio el municipio acumula 26 contagios y dos muertos.
Pero hay otros municipios donde el virus se esparció de manera acelerada como Ometepec. En 37 días se registraron 87 casos acumulados de Covid-19 y ocho personas fallecidas. El primer caso se registró el 28 de mayo.
Ometepec es la ciudad más importante de la región, por su ubicación geográfica. A la cabecera acuden habitantes de 11 municipios de Guerrero y dos de Oaxaca a realizar trámites bancarios o a vender productos.
En medio de los contagios hay dos municipios que resisten: Juchitán y Azoyú. El primero fue considerado como un municipio de la esperanza pero al registrarse el primer caso en Marquelia, el 22 de junio, dejó su estatus verde y pasó al azul.
Los municipios que más casos de contagios registran son Ometepec con 87 y ocho muertos, Ayutla de los Libres con 45 contagios y ocho fallecidos, San Marcos con 26 contagios y dos víctimas, Florencio Villareal con 14 casos de contagios y un muerto, Marquelia con 13 casos y dos muertos.
Tecoanapa con 10 contagios y dos muertos, Igualapa con seis y tres muertos, Cuautepec con cinco contagios y un muerto, Xochistlahuaca con tres contagios y un muerto, Cuajinicuilapa con dos contagios y un muerto, en Copala los dos contagiados fallecieron y Tlacoachistlahuaca dos contagios y un fallecido.
En San Luis Acatlán se registró un caso de un paciente que vivía en Acapulco pero se asignó al municipio porque su credencial de elector tenía registrada dirección de San Luis.
Desde el primer caso detectado en Guerrero, el 16 de marzo en Acapulco, las comunidades de la Costa Chica se aislaron, algunos colocaron filtros sanitarios y prohibieron el acceso a extraños como en Cuajinicuilapa, Marquelia o Copala, donde la Policía Comunitaria se sumó a las acciones.
En otros municipios como Ometepec y Xochistlahuaca se llevó un registro puntual de quienes entraban y salían. Si salían se les pedía permanecer en aislamiento a su llegada a los municipios provenientes de otros estados o ciudades, y estaban en observación por los médicos a pesar de no presentar síntomas. (Información de Jacob Morales)