Cuando fue apresaso por gente del presidente Carranza se disparó asimismo; falleció en ese sitio
Texto: Alberto Ramírez
23 de marzo del 2024
Chilpancingo
El general Heliodoro Castillo Castro, militar mexicano, participó en la revolución mexicana junto al caudillo del Sur Emiliano Zapata.
Fue el 4 de octubre de 1912 cuando se levantó en armas en el poblado de Huerta Vieja municipio de Tlacotepec, que años más tarde adoptaría el nombre del general Heliodoro Castillo.
De acuerdo con la enciclopedia guerrerense, Castillo Castro junto a Encarnación Chon Díaz, Jesús H. Salgado, Julián Blanco y Emiliano Zapata planearon acorralar al huertista general Luis G. Cartón, quien no resistió y tuvo que huir rumbo a Acapulco, pero fue alcanzado en la comunidad de El Rincón y fusilado junto con sus aliados, en 1914.
Después del triunfo zapatista, fue electo como gobernador provisional el general Jesús H. Salgado quien se ausentó por algunos días para atender las tropas del distrito de Aldama.
En su ausencia dejó su puesto en manos de Heliodoro Castillo, tiempo en el que como gobernador encargado equipó escuelas comunales e inició la explotación de la mina La Delfina, en el municipio de Leonardo Bravo.
Otra de las encomiendas de Heliodoro Castillo fue entrevistar al presidente provisional de la República, Eulalio Gutiérrez, para obtener la legalización del Banco Revolucionario de Guerrero, sin embargo no tuvo una respuesta positiva.
Al no obtener el resultado esperado, gestionó con éxito víveres y ropa.
El 1 de enero de 1915 llegó el general Silvestre Mariscal a Chilpancingo y con él un numeroso ejército carrancista para posteriormente llevar a cabo más enfrentamientos cuando, se suponía, que después de la Convención de Aguascalientes los combates habían terminado.
La Soberana Convención de Aguascalientes fue una reunión que tuvo lugar durante el proceso de la revolución mexicana y que se celebró desde el 10 de octubre hasta el 9 de noviembre de 1914.
Uno de los principales objetivos de la Convención era unificar a los grupos de revolucionarios antagónicos, lo cual no se cumplió por completo.
Otro objetivo fue precisar los fines de la revolución y con ello construir las bases de una convivencia social progresista, aspectos que no se cumplieron con la llegada del general Silvestre Mariscal a Chilpancingo.
Cuando el general Heliodoro Castillo tuvo conocimiento acerca de la venta de los pozos de petróleos de Tamaulipas y Veracruz, publicó un manifiesto bajo el título: El nefasto Carrancismo, con el cual dio a conocer su total repudio a estas acciones.
Siguió la lucha en el país y fue herido en enero de 1917, este suceso lo obligó a regresar al pueblo de donde era originaria su esposa Micaela Nava, a Chichihualco, para recuperarse junto a ella.
Fue ahí dónde recibió una carta que lo hizo dirigirse a Zumpango donde fue acorralado junto a su asistente el Chancaseli Alarcón, pero antes de ser apresado se disparó a sí mismo.
Fue sepultado en el panteón municipal de Chilpancingo con todos los honores y reconocimientos por sus acciones, su desempeño y valor durante la revolución en la Rotonda de los Hombres Ilustres de Guerrero.