Sin Límites. Majahua, la primera línea de labiales costeños creada por Abraham y Ana

Texto: Yaretzi Pigeonutt

Fotografía: Cortesía 

4 de mayo del 2021

Zihuatanejo

 

Abraham Jesús Hernández Coro es un joven de 26 años que estudió Química Farmacéutico Biológica y tan pronto terminó sus estudios superiores trabajó con una doctora en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en Ciudad de México, por una beca que ganó del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), pero que venció cuando inició la pandemia por la Covid-19. Sin ingresos y sin trabajo regresó hace unos meses a Zihuatanejo, de donde es originario, y donde hace poco comenzó su etapa de creador y emprendedor.

 

La oferta laboral para un químico farmacobiólogo en un puerto donde la principal actividad económica es el turismo, es casi nula, y peor en medio de una pandemia. Así que Abraham montó un laboratorio con lo necesario para comenzar a crear.

 

Entre vasos de precipitado y probetas ideó su propia fuente ingresos: Majahua, una línea de labiales propia, pero con el sello de su región, la Costa Grande de Guerrero.

 

Majahua es una de las playas más bellas del puerto, pero poco conocida. En algunos portales en internet que dan cuenta de ella la anuncian como un paraíso escondido y favorito de surfistas y pescadores, ubicada rumbo a Ixtapa, en lo que se conoce como camino viejo.

 

Pero en realidad Majahua es una planta arbórea malvácea que crece hasta 12 metros de alto, con tronco recto y grueso, y copa poblada que da flores purpúreas y un fruto amarillo.

 

Pero la idea de crear esta línea de labiales no es sólo suya, le surgió en una plática con su amiga Anaiss Alcaraz Alcantar, su ahora socia, quien es una joven administradora de profesión y una emprendedora con pasión. Hicieron una gran mancuerna.

 

Para encontrar la fórmula, Abraham dedicó tres meses en hacer pruebas, hasta que halló un resultado que le satisficiera en términos de calidad. Pero es exigente, aunque está contento con el producto, todavía trabaja para perfeccionar la línea.

 

 

Majahua nació como una opción de cosmética que fuera amigable en todos los sentidos. Los labiales están hechos a base de manteca de cacao.

 

“Además de venir en empaques y con etiquetas amigables con el medio ambiente, la fórmula también es amigable con tu piel. Contiene ceras, mantecas y aceites naturales que mejoran el aspecto natural de tus labios, parecido a un bálsamo, pero con pigmento”, explica Abraham después de comentar que no hay algo igual en el mercado.

 

El nombre de la línea de labiales no es una ocurrencia. Abraham y Ana querían que su marca reflejara su contexto, su origen: las palmeras, el mar, la arena y la diversidad de los paisajes.

 

Eso quedó fijado en el nombre de la línea y en el de los tonos de los labiales. La línea se compone de siete tonalidades: arena, coral, flamenco, palapa, papaya, sandalia y chilate. Los primeros seis tonos capturan la esencia del puerto y el último, representa uno de los símbolos identitarios de Guerrero, porque el chilate es la bebida más tradicional del estado. Cada uno viene en presentación de seis gramos dentro de un empaque de cartón que está a un costo de 199 pesos.

 

A estas alturas, Abraham ya está involucrado en todo el proceso creativo y de negocios su línea. Hace poco tomó un curso en Photoshop para él crear el logotipo, el empaque y los contenidos en redes sociales (https://www.facebook.com/majahua.zih), además de su trabajo en el laboratorio, que incluye la compra de insumos, que por ser productos de uso cosmético, tienen especificidades y códigos para un manejo seguro que garanticen alta calidad en los labiales.

 

Ahora Abraham y Ana están ocupados en alianzas con otras pequeñas empresas en Zihuatanejo para romper sus horizontes iniciales. A inicios de marzo participaron en el Mercadito Zanka, una feria de emprendedores organizado por una publicista local.

 

Su trabajo hasta ahora se ha conocido por las redes sociales y por los showrooms o muestras que hace Ana ante posibles clientes, pero nada por apoyos institucionales o gubernamentales. Ellos hablan de la importancia de tejer redes entre los propios emprendedores, porque, en realidad, es donde han tenido eco.

 

Con su emprendedurismo, Abraham y Ana también colocan en el radar turístico a Majahua, una playa que seguirá ofreciéndoles más tonos para labios.

 

 

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