Texto: José Miguel Sanchez
Fotografía: Oscar Guerrero
04 de noviembre del 2022
Chilpancingo
No habían transcurrido ni 15 minutos de que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, había asegurado no andar en campaña por la candidatura presidencial cuando metros adelante del salón José Francisco Ruiz Massieu del Congreso local un grupo de sus simpatizantes lo esperaban para echarle porras y tomarse fotos.
Sergio Montes Carrillo, ex representante de Morena ante el Instituto Electoral de Participación Ciudadana (IEPC), Silvestre Arizmendi Torres, ex funcionario del ayuntamiento de Acapulco, la ex diputada federal, Florentina Rosario Morales, llegaron desde temprana hora al Congreso para que López Hernández notara su presencia.
Unos 20 seguidores del tabasqueño y amigo de la infancia del presidente Andrés Manuel López Obrador se adueñaron de una parte de las gradas del recinto. Desplegaron mantas en donde se leían frases de apoyo.
Eran pocos, pero querían hacerse notar y, sobre todo, que López Hernández, los viera.
Abajo, en el ruedo, estaban los legisladores locales del PRI, Morena, PRD, PT y PVEM, aunque faltó la legisladora panista.
En la tribuna, el secretario de Gobernación habló sobre la minuta de la reforma constitucional que establece la permanencia de la Guardia Nacional hasta el 2028.
Su intervención duró menos de 40 minutos.
El Congreso local aún no aprueba la reforma constitucional.
«Ya 25 congresos locales lo han aprobado, y yo creo el de Guerrero será el número 26 que la aprobará», pronosticó López Hernández ante los medios de comunicación.
Entre los invitados a la sesión especial, estuvieron la gobernadora Evelyn Salgado Pineda. Ella estuvo sentada en las sillas de la mesa directiva. Abajo, también sentados, estuvo su padre, el senador Félix Salgado, el priísta Manuel Añorve, también senador y el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velasco.
Con gritos de «presidente», «presidente», Adán Augusto, ingresó por la puerta principal del salón de sesiones.
El funcionario federal entró al recinto acompañado por Salgado Pineda quien al igual que su padre Félix y la mayor parte de integrantes del gabinete estatal asisten a los actos que encabezó en Acapulco y Chilpancingo la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y la promueven hacia la candidatura presidencial.
A Guerrero vino recientemente el canciller, Marcelo Ebrard, y los Salgado, ni llegaron.
Durante su exposición ante los legisladores, López Hernández defendió el papel que juega el Ejército mexicano en este gobierno.
«Aún hay heridas que no terminan de cerrar, yo creo que con este Ejército mexicano moderno quedaron atrás obscuras noches como la represión de campesinos, ferrocarrileros, maestros, la noche de Iguala ha quedado atrás, no ha sido fácil, pero se hará justicia», dijo.
Durante su exposición ante los legisladores, el secretario de Gobernación no habló sobre el caso de San Miguel Totolapan y el papel que juega el Ejército en este municipio en tareas de seguridad después de la masacre de las 23 personas, entre ellas, el alcalde Conrado Mendoza y su padre Juan Mendoza.
Pero tampoco los diputados opositores a Morena (PRI y PRD) cuestionaron este asunto al gobernador con licencia de Tabasco.
«Se está investigando y se va a castigar a los responsables», fue lo que dijo el tabasqueño sobre la matanza en San Miguel Totolapan a los reporteros después de su presentación ante los diputados.
López Hernández prometió a los diputados y a los periodistas que regresaría a Guerrero para hablar sobre la reforma electoral que propuso López Obrador y que, explicó elimina a los legisladores por la vía plurinominal.
Presumió que hasta el momento ha visitado 25 estados del país para explicarles a los diputados locales
el contenido de la reforma constitucional sobre la Guardia Nacional.
«Me han dicho que es la primera vez que un secretario de Gobernación hace esto para explicar una reforma como esta a los estados del país», dijo López Hernández quien fue recibido como aspirante presidencial.
Aclaró: «no ando en campaña, pero en el 2023, podríamos hablar sobre este tema».
Terminó su visita al Congreso con la conferencia de prensa a los medios y cuando salía del salón José Francisco Ruiz Massieu un grupo de morenistas lo metió a la cafetería.
Un grupo de hombres vestidos de guayabera y que al parecer formaban parte de su grupo de escoltas se colocaron en valla para impedir que los reporteros se acercaran.
Se vio que López Hernández firmaba documentos de recibido que le entregaban. Esta reunión duró máximo diez minutos.
López Hernández salió y atrás de él venían Silvestre Arizmendi y Sergio Montes, dos de sus operadores políticos en Guerrero.
Afuera del Congreso, otro grupo de morenistas, lo abordaron y se tomaron fotos.
«Estamos afinando la estrategia», comentó en corto Arizmendi Torres, el ex funcionario durante la administración de la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo.
Seguido por sus simpatizantes, el tabasqueño siguió caminando hacia la puerta de hierro y afuera en la calle Trebol, se subió a una camioneta Suburban blindada con placas del estado de Morelos.
Todavía sentado en el asiento del copiloto, López Hernández era felicitado por varios morenistas que le entregaban escritos.
En ese momento se decía que el número 2 en el gabinete del gobierno federal se dirigía a la residencia oficial de Casa Guerrero para encabezar una reunión con alcaldes y la gobernadora Evelyn Salgado e incluso que ahí comería con ella y su papá, el senador.
«Se me antoja un pescado a la talla», les dijo a los reporteros López Hernández.
Más tarde se supo que López Hernández suspendió la reunión y se dirigió al estado de Morelos.
Pocos minutos después que el de Gobernación se había retirado, apareció el senador Félix Salgado Macedonio quien era seguido por un grupo de morenistas y un grupo de reporteros conocidos como los pájaros.
«Toro, toro, resuelve», le gritaron a Salgado dos mujeres que protestaron frente al Congreso durante la visita del titular de Gobernación.
El senador siguió su camino. Casi en la entrada de un taller mecánico, Salgado sacó un pequeño fajo de billetes y los repartió a los reporteros.
Sin embargo, Félix hizo que el grupo de reporteros se dividiera porque a uno le entregó 500 pesos y a los otros 300.
Eso provocó que los «pájaros» discutieran y a punto estuvieron de llegar a los golpes. Pero mientras ellos discutían, Salgado Mecedonio se escabulló hábilmente.
Te podría interesar:
Embajador de Polonia habla de violencia en el país y también de futbol