Texto y foto: José Miguel Sánchez
8 de febrero del 2024
Chilpancingo
Lo primero que se notó este quinto día de la crisis del transporte público, es que las pocas unidades en circulación por la ciudad aumentaron el pasaje de ocho a diez pesos.
Ayer, durante la marcha para exigir seguridad a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, algunos transportistas indicaron que la situación escaló a este nivel de violencia porque hace un mes y medio un grupo del crimen organizado, a través de la organización que los representa, exigió una cuota de 1,000 pesos mensuales.
Las urvans y taxis que ya circulan son pocas y no se dan abasto. La mayoría de la gente paga los dos pesos sin chistar, pero otros reclaman.
En la base del mercado central, una de las principales y más concurridas de la ciudad solo hay tres urvans de tres rutas distintas, la gente duda en subirse, aún hay miedo por los ataques violentos contra las unidades de días pasados.
El caso de los taxis es parecido, hay una fila de unidades, pero los usuarios dudan en subirse.
Entre el sábado 3 de febrero y el miércoles 7, 10 unidades del transporte público fueron atacadas; cinco taxis y cinco combis que dejó el saldo de seis conductores asesinados y cuatro unidades incendiadas.
El cansancio y la fatiga de caminar o buscar ray por cuatro días seguidos hace que la gente se decida por subir al transporte público, a pesar del miedo.
De inmediato, y al ser la única de las otras tres que va hacia el poniente de la capital, se llena.
Al subir el conductor hace una aclaración, “estamos cobrando 10 pesos”, algunos usuarios se voltean a ver y aceptan el precio.
Algunos otros se oponen al cobró.
– ¿Dónde está tu documento pa’ ver si es cierto?
– No ve cómo están las cosas jefe, responde el conductor
– pues sí, pero es una arbitrariedad
– Nos estamos arriesgando, dice el conductor.
Al final, aceptan pagar las 10 pesos.
Más adelante ocurre otro incidente parecido.
Un joven corpulento, camisa a cuadros y pantalón gris se sube, escucha al conductor “estamos cobrando 10 pesos”.
El usuario hace una mueca, suelta una risa burlona y dice “con el permiso de quién”.
“No ves cómo está la situación”, responde el conductor.
– “¡Pues eso dime, no hace falta que te pongas en tu plan!”, revira el usuario que al final pagó sus 10 pesos.
Mientras ocurre la discusión, los demás usuarios se voltean a ver, las miradas eran de de temor de que escalara a otro hecho violento.
Una mujer trata de calmar los ánimos. “Yo prefiero pagar dos pesos más a tener que caminar, de esta ruta ahorita solo hay dos combis”, dice y se suelta la plática entre los usuarios, algunos a favor y otros en contra de este aumento.
El conductor mantiene una mano en el volante y otra en el teléfono, manda mensajes y audios.
“Yo creo que doy esta vuelta y me voy a guardar, nos estamos arriesgando y la gente no entiende, al contrario, nos estamos ganando más problemas”, dice por mensaje de voz.
En el caso de los taxis, también aumentaron Su tarifa mínima de 60 a 80 pesos.
Sobre estos aumentos, las autoridades estatales y de transporte no se han pronunciado al respecto.
Ayer el secretario de Gobierno solo informó de manera virtual que se restableció el 30 por ciento de las unidades.
También se notó que la mayoría de rutas foráneas ya empezaron a trabajar este viernes.