Aun cuando la llegada de los guardias nacionales forma parte de un plan de seguridad, salta otra connotación: la militarización de un territorio donde ocurrieron grandes abusos a los derechos humanos por parte del Ejército
Texto: Margena de la O
Fotografía: José Luis de la Cruz / Archivo
Chilpancingo
20 de diciembre del 2023
La visita a Acapulco del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, desde donde dio su conferencia mañanera para entre otras cosas hablar de la reconstrucción y reactivación del puerto después de Otis, dejó en evidencia el avance del plan de seguridad que tiene proyectado el gobierno federal para el estado, que se traduce en una militarización del territorio, con la permanencia de 10,000 guardias nacionales en la zona afectada.
El número de guardias nacionales sólo en Acapulco y Coyuca de Benítez rebasaría la presencia de los policiales de todo Guerreo, que son un total de 7, 546–de éstos 7,022 son operativos–, según los números oficiales expuestos en esta misma conferencia de prensa.
“Creo que el plan de seguridad para Guerrero, y en especial para Acapulco, Coyuca (de Benítez) va a ser único en el país, porque como lo explicó el secretario se van a construir y van a funcionar cuarteles en distintos puntos de Acapulco, de Coyuca, se van a tener 10 mil elementos de la Guardia Nacional. Nada más para que tengan una idea, lo podemos ver, los policías de Guerrero son como 8,000”, comentó el presidente.
Antes el secretario de la Defensa Nacional, el general Luis Crescencio Sandoval Hernández, expuso que en el puerto están desplegados en este momento 24, 712 elementos, de éstos 14,712 pertenecen a Fuerza Armada, Ejército, Fuerza área y Marina, y los 10,000 de la Guardia Nacional.
El presidente anunció hace algunas semanas de la llegada de este número de guardias nacionales al puerto y, anticipó, que se quedarían de manera permanente como parte de un plan de seguridad que incluye la apertura de varias decenas de cuarteles en la zona afectada que abarca hasta Coyuca de Benítez.
El secretario de la Defensa Nacional informó de los avances en el plan de infraestructura para su permanencia. Necesitaban 56 predios para los cuarteles y “ya tenemos 27 de propiedad pública y dos de régimen ejidal disponibles para poder iniciar en el año o si podemos antes, a finales de diciembre, iniciar la construcción”. Otros 24 predios, agregó, están en la revisión física y tres pendientes por ubicar.
Aun cuando la llegada de los guardias nacionales forma parte de un plan de seguridad ante la incidencia delictiva y las estadísticas de seguridad en Acapulco, salta otra connotación: será militarizado un territorio donde han ocurrido grandes abusos a los derechos humanos por parte del Ejército.
En el pasado reciente, el periodo conocido como guerra sucia, que académicos y sobrevivientes prefieren llamar “terrorismo de Estado”, está asociado al abuso del Ejército en la Sierra de Atoyac. En tiempos más recientes, con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, las madres, los padres de los estudiantes y abogados del caso y miembros de organizaciones sociales que acompañan el moviendo de reclamo de justicia insisten en la implicación de la institución militar en estos hechos.
Los guardias nacionales, que es una policía militar, por ahora están dedicados en Acapulco al patrullaje, al control de tránsito, a la seguridad en las colonias, bancos, casetas de cobro, estaciones de gas, y a la seguridad de las dependencias que participan en la reconstrucción, según comentaron los mismos servidores públicos esta mañana.
Estas nuevas funciones no sólo tienen que ver a las necesidades después del huracán en Acapulco, son reflejo de las nuevas funciones administrativas concedidas a los militares en este gobierno que encabeza López Obrador. Entre otras tantas cosas, El Ejército estuvo a cargo del nuevo aeropuerto del país (Santa Lucía, Ciudad de México), por ejemplo, y en el caso particular del desastre de Acapulco, está al frente de la entrega de enseres.
En la conferencia de esta mañana el secretario expuso que para marzo cerrarán con las entrega de los 2,500 paquetes para este mismo número de familias afectadas en Acapulco y Coyuca de Benítez por Otis. Hasta hoy han entregado 55,196 paquetes, según la tabla de programación que presentó.
En resumen, el Ejército tiene facultades mayores, y el presidente hizo énfasis en que los guardias nacionales serán más que los policías en el territorio y eso será un apoyo para el gobierno estatal y los gobiernos municipales de la zona.
“Va haber mucha seguridad porque esto va a ayudar mucho a que la gente visite Acapulco del extranjero, turistas nacionales, la misma protección para la gente de Acapulco. Todo esto se va a garantizar. No podemos hacer lo mismo si se nos presenta un fenómeno natural que afecta tanto, como este huracán, pues, vamos a hacer las cosas nuevas. Vamos a hacer las cosas mejores aprovechando también estas circunstancias y se va a dar seguridad”.
Para la operación de la GN, las colonias de ambos municipios fueron divididas en 40 sectores para el despliegue de los elementos, 38 en Acapulco y dos en Coyuca que, a su vez, fueron divididas en seis zonas de operación, informó secretario.