Texto: Margena de la O
Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo
Acapulco
14 de noviembre del 2023
La reactivación económica ya se percibe en Acapulco, en particular en la costera Miguel Alemán, donde ya hay negocios abiertos y puestos ambulantes establecidos con comida, pero en la zona también hay malos olores y las moscas vuelan alrededor.
La basura, producto de la magnitud de la destrucción del huracán Otis en Acapulco, sigue apilada en las calles. Es basura de todo lo que derribaron los vientos, pero también la materia orgánica descompuesta de lo que no perduró por la falta de energía eléctrica. Aun cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reporta que ya se restableció la energía en los hogares, muchos habitantes se quejan de la falta de servicio.
En la costera Miguel Alemán, que congrega la zona dorada del puerto, una de las tres áreas turísticas más importantes, conviven estos dos rasgos: la necesidad de los prestadores de servicios de reabrir y retomar sus actividades y los montones de basura que ahora distinguen la costera.
Esta mañana, a la altura de Galerías Acapulco, pero del lado del hotel Ritz en adelante, los trabajadores del Ayuntamiento de Acapulco levantaban con palas parte de los cerros de basura, y aun cuando con eso despejaron la zona, quedó un olor penetrante a materia orgánica descompuesta.
Los trabajadores siguieron sobre esa franja recogiendo la basura con sus posibilidades, porque no llevaban equipo especializado. En algunos tramos intervino maquinaria pesada para recoger escombros y desechos más pesados.
En esa misma zona de costera se observó muy temprano a jóvenes de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), distinguidos porque llevaban ropa y accesorios, como gorras, con el logo y siglas de la institución, pero en particular porque llevaban impreso el nombre de Javier Saldaña, el rector universitario que acaba de comenzar su tercer periodo y se ha distinguido por sus aspiraciones permanentes de contener por un puesto de elección popular.
En medio de esta contingencia por el huracán Otis sobran políticos, porque también se atraviesa por un proceso electoral, que aprovecharon el desastre para promocionarse. El rector de la Uagro, quien es cercano a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, y ha vestido muchos de sus actos con universitarios acarreados, no dejó pasar la oportunidad.
La Uagro como institución puso sus camiones institucionales para trasladar personas de Chilpancingo a Acapulco y viceversa. Este martes había una de esas unidades al lado de los universitarios que colaboraron con remover algunos escombros y basura; después se retiraron.
Los empresarios, comerciantes y prestadores de servicios turísticos, de acuerdo con lo que reportó Amapola Periodismo, anticiparon que reactivarán sus negocios lo más pronto posible, en particular el próximo periodo vacacional de diciembre. Llamaron a los turistas a que vengan a Acapulco, porque dependen de ello para tener ingresos.
Lo que se percibe hoy en gran parte de la zona turística dorada son los malos olores, aun cuando no se esté cerca de un cerro de basura, porque los vientos los dispersan.
La Secretaría de Salud en sus redes sociales no han alertado de los riesgos sanitarios de que los establecimientos de comida convivan con estas condiciones.
Sólo han difundido a los habitantes que de presentar “fiebre, dolor de pecho, diarrea de seis o más evacuaciones o que tengan moco o sangre, deshidratación, ojos hundidos, dolor abdominal, somnolencia, entre otros; o si tienes una herida que requiere curación acudan a una unidad de atención o brigada médica”.
El tema acá también es que el tiradero de Acapulco ya no tiene capacidad, de acuerdo con lo que alertaron autoridades estatales.
Por otro lado, todo el personal que participa en la reactivación de Acapulco busca dónde comer u otros servicios elementales, y eso beneficia a prestadores de servicios turísticos afectados.