El hedor que sale de la basura acumulada en las calles es evidencia de descomposición de la materia orgánica, uno de los principales factores que acarrean infecciones a la población, alertó personal médico.
Texto: Jesús Guerrero
Fotografía: Oscar Guerrero
Acapulco
3 de noviembre del 2023
Han transcurrido 10 días de que el huracán Otis devastó Acapulco y la acumulación de la basura y el polvo en sus calles están provocando un incremento de enfermedades por esta contaminación, dijeron ciudadanos que acuden a consultas médicas y encargados de las brigadas de salud.
En Acapulco hay 42 carros recolectores de basura del Ayuntamiento municipal y, al parecer, no se dan abasto para recoger los desechos sólidos que ya provocan un intenso hedor.
De acuerdo a versiones de trabajadores de dos hospitales público y uno del sector privado, en esta contingencia derivado del huracán Otis no existen suficientes medicamentos y atención a la salud en un 100 por ciento.
Primero, porque en la mayoría de los nosocomios aún no cuentan con el suministro de energía eléctrica y, segundo, por la carencia de medicinas.
A los pocos días del huracán, el gobierno federal instaló 43 brigadas médicas en distintos puntos de Acapulco.
En un recorrido hecho ayer jueves se observó que mucha gente acude para una consulta o que le surtan una receta médica, pero no existen todos los medicamentos.
«No hay paracetamol», le dice un enfermero a una paciente.
«Entonces si tengo dengue, ¿cómo me quito la fiebre?», le pregunta la mujer al médico.
En la brigada que se instaló en el zócalo de Acapulco hay una mesa y varias sillas en la que están colocadas cuatro cajas repletas con medicamentos, pero en ninguna de ellas hay pastillas de paracetamol.
«A lo largo de la costera (Miguel Alemán) hay alrededor de seis unidades médicas, a lo mejor en una de estas hay paracetamol», contesta el médico.
Desde la noche del 25 de octubre, después del huracán Otis, hospitales públicos y privados se quedaron sin el suministro de la luz eléctrica.
Los hospitales de la Secretaría de Salud y el del IMSS, ubicados en distintos puntos de Acapulco, no funcionan por completo.
En el Hospital General El Quemado, ubicado en la zona rural de Acapulco, sólo atienden las urgencias debido a que las plantas de luz eléctrica de emergencia no están funcionando a toda su capacidad, contó un trabajador.
«Ahorita va aumentar el dengue por la basura acumulada y de hecho por esta contaminación ya se están generando un incremento de enfermedades gastrointestinales y conjuntivitis», dijo Eduardo Rentería Melo, enfermero de la unidad médica móvil del zócalo.
Mencionó que ahí dan entre 200 y 300 consultas médicas, pero que el medicamento que tienen es insuficiente.
«Hay mucha demanda de atención médica y es escaso el medicamento», dijo.
Las 43 unidades médicas trabajan de ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde diariamente.
En la brigada del Bienestar que está en las instalaciones de la Zona Militar, colonia Icacos, hay un registro de 1,000 consultas médicas al día de pacientes que, en su mayoría, tienen gastroenteritis, conjuntivitis e infecciones de la piel.
Si en el sector de salud público la atención médica no está a toda su capacidad, en la mayoría de los hospitales privados no hay servicio porque carecen del suministro de energía eléctrica.
Fernando Jiménez Álvarez, gerente del hospital privado Cristo Rey, ubicado en el centro de Acapulco, contó que sólo ofrecen consultas.
«Aquí no dejamos de atender a la gente, a quien le damos la consulta, pero no pueden comprar el medicamento porque las farmacias fueron saqueadas», comentó.
«Ahorita está llegando gente con problemas gastrointestinales, conjuntivitis e incluso personas que requiere el cambio de sus sonda vesical e incluso han muerto enfermos que no pudieron tener el servicio de hemodiálisis», agregó.
Consideró que la acumulación de basura, charcos de agua sucia en las calles ha provocado un aumento de enfermedades de infección; tampoco descartó una epidemia de dengue.
«Afortunadamente hay brigadas médicas del gobierno federal que atiende a la gente de las colonias de la periferia de Acapulco», aseguró.
Cerros de basura en calles y avenidas
Dos carros recolectores de basura del Ayuntamiento de Acapulco están atascados en el lodo del bulevar Vicente Guerrero, en la entrada del puerto.
El vehículo tiene pegada una manta pintada de color guinda y la imagen de la alcaldesa morenista de este municipio, Avelina López Rodríguez.
«Fuerza Acapulco», se lee en el anuncio.
Las dos unidades no se dan abasto para recoger los cerros de basura de donde sale un intenso hedor.
Desde el bulevar Vicente Guerrero, la avenida Ruiz Cortines, Cuauhtémoc, Constituyentes y otras vialidades hay cerros de basura que incluso es tirada por la gente.
El Ayuntamiento de Acapulco tiene 42 camiones recolectores de desechos sólidos que se generan entre 700 y 800 toneladas diarias.
Las 42 unidades fueron adquiridas por la administración municipal desde el 2022.
De acuerdo a Óscar Barrera, vecino de la colonia Francisco Villa, la basura acumulada en las calles desde que azotó el huracán Otis a Acapulco ya genera problemas de salud muy graves.
«Aquí cerca donde vivimos en la avenida Ruiz Cortines hay toneladas de basura tiradas con un hedor enorme porque ahí seguramente hay ratas, cucarachas y gusanos», dijo.
Óscar Barrera contó que a nueve días del huracán, casi todos los habitantes de Acapulco carecen del servicio de luz eléctrica, agua, gas doméstico y comida.
Según él, la situación se va a empeorar porque se avecina un problema de salud en el puerto debido a la acumulación de miles de toneladas de basura, agua sucia y polvo en las calles.
«Desafortunadamente los servicios de salud están totalmente rebasados en su capacidad y no hay medicinas porque las farmacias no existen ya que fueron saqueadas», agregó.