El Nuevo Mirador: tres veces afectados, una por la naturaleza, dos por la corrupción

Lluvia tira la construcción de la primera casa reconstruida para afectados de Ingrid y Manuel


 Texto: Amapola Periodismo 

Fotografía: José Luis de la Cruz / Archivo 

Chilpancingo

8 de octubre del 2023

 

Las lluvias del sábado 7 de octubre provocaron el desplome de la pared de la primera casa que se está construyendo para las familias afectadas por el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel, en la colonia de El Nuevo Mirador, al sur de Chilpancingo.

Esta es la segunda vez que los afectados pierden su vivienda. La primera vez fue en septiembre del 2013 cuando los dos fenómenos meteorológicos hicieron tierra al mismo tiempo en Guerrero. La segunda vez, las viviendas fueron demolidas porque las construyeron mal.

A través de las redes sociales, la gente de esta colonia publicó un video donde se ven en el suelo los tabiques de la barda de la primera vivienda que empezó a construirse, para reponer el primer asentamiento en el que fueron reubicados los afectados por Ingrid y Manuel.

El pasado 27 de septiembre varias familias de este asentamiento humano pararon los trabajos de reconstrucción porque, de nuevo constataron, que están haciendo las casas con material de mala calidad. El derrumbe de la barda de la casa es la prueba de que, efectivamente, es lo que está pasando otra vez.

A finales de julio, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) empezó la demolición de 212 viviendas de esta colonia habitada por 500 familias.

Las viviendas son habitadas por los afectados desde el 2014. Desde el primer año, los habitantes reubicados denunciaron la mala calidad de los materiales, pues las casas comenzaron a cuartearse, además de que las autoridades nunca introdujeron los servicios de agua y drenaje.

Aurora Muñoz Martínez, coordinadora general del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR) de la Sedatu, indicó que las viviendas para las familias afectadas por Ingrid y Manuel se realizaron con mala calidad y que eso ha derivado en una investigación que un órgano de la misma Secretaría está investigando para deslindar responsabilidades a los ex funcionarios.

Estas viviendas fueron construidas durante el gobierno del priísta Enrique Peña Nieto y en ese entonces el titular de esta Secretaría era Jorge Carlos Ramírez Marín, actualmente senador independiente.

En agosto del 2017, la Secretaría de la Función Pública (ASF) inhabilitó por diez años al priísta Héctor Vicario Castrejón por presuntas irregularidades administrativas cuando fungió como delegado de la Sedatu, en Guerrero, del 2012 al 2014.

Héctor Vicario, quien ha sido senador, diputado federal y legislador local, fue el que gestionó la compra millonaria del terreno donde se construyeron las 512 casas para las familias damnificadas de El Nuevo Mirador.

Vicario Castrejón es gente cercana al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer.

La sanción administrativa contra Héctor Vicario, establece la ASF, es derivada de 12 denuncias que se interpusieron ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) por supuestas irregularidades en las obras de reconstrucción por Ingrid y Manuel en el asentamiento humano de El Nuevo Mirador.

De acuerdo con la versión de Héctor Vicario, su nombre en la página electrónica de ASF apareció en forma indebida. Aseguró que él no tenía ninguna sanción.

«No sé si él (Héctor Vicario) esté sancionado o tenga una inhabilitación pero lo que sí es cierto es que hubo irregularidades en la construcción de las viviendas de El Nuevo Mirador pero eso lo tendrá que decir la Sedatu», dijo Aurora Muñoz.

Familias afectadas por el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel denunciaron la mala calidad de los trabajos de construcción de sus nuevas viviendas que realiza Sedatu.

La funcionaria de Sedatu dijo que a las familias afectadas se les prometió que tendrían un lugar digno donde vivir, promesa que fue incumplida.

«Las familias no tienen ni siquiera la escritura de su casa, nosotros les dimos un documento que avala su propiedad y vamos a realizar los trámites legales para que tengan su escritura».

Se demolieron 212 viviendas pero se van a tirar otras 90 que también están mal construidas.

«Vamos a garantizar que las familias si tengan una vivienda digna, con servicio de agua, drenaje, un centro de salud y una vía de comunicación».

Están haciendo las cosas igual, aseguran habitantes

Familias afectadas de El Nuevo Mirador dijeron que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador les prometió que ahora si tendrían viviendas dignas pero ya se dieron cuenta de que no es así porque, según ellos, ya se percataron que el material con que las están construyendo es de mala calidad.

«Una prueba de la mala construcción que se hizo es que un muro de la primera casa que están levantando se cayó este sábado con una lluvia», dijo Frida Martínez Hernández, una de las afectadas de la manzana 1 de El Nuevo Mirador.

Habitantes de El Nuevo Mirador en una de las protestas en la Autopista del Sol para exigir la reconstrucción de sus viviendas, en agosto del 2021.

De acuerdo con las versiones de los habitantes de este asentamiento humano, el gobierno federal entregó a cada uno de ellos una tarjeta con un depósito de más de 500 mil pesos para la edificación de su nuevo departamento.

El responsable de las obras es la Sedatu que es la que contrató a las empresas para que construyan los nuevos departamentos.

«En el 2013 cuando ocurrieron las lluvias vivía en la colonia Tata Gildo aquí en Chilpancingo y mi casa se cayó y después de vivir más de un año en distintos albergues me dieron mi departamento aquí pero al poco tiempo nos dimos cuenta de todas las deficiencias», recordó Frida Martínez.

En el 2013, a las 500 familias se les dio a conocer una maqueta de la zona donde serían reubicados.

«Me acuerdo que en esa maqueta estaba contemplado, un centro de salud, un mercado, escuelas, áreas verdes, cancha de basquetbol».

De eso que estaba en la maqueta, no hay nada.

A más de nueve años de que las familias viven en El Nuevo Mirador carecen de casi todos los servicios públicos.

«Nos dijo la señora Aurora Muñoz (funcionaria de la Sedatu) que las casas iban a estar más grandes pero no es cierto porque están haciendo lo mismo que la administración pasada porque siquiera las otras casas tenían varilla y éstas no», dijo en una entrevista una señora días antes de que la pared del primer departamento se viniera abajo.

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