Jorge, Pedro y Vicente, un trío cortafuegos en Chilpancingo

En el Día del Bombero, tres integrantes del Cuerpo de Bomberos comparten sus experiencias


Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Ser bombero no estaba en los planes de Jorge Luis Nava. Se dedicaba a colocar ensambles de invernaderos y sistemas de riego. No sabía qué era Protección Civil y qué hacían o cuáles eran las funciones de los bomberos.

Un amigo le dijo que en Protección Civil solicitaban personal en esa área y Jorge Luis sin tener conocimientos sobre protección civil se inscribió y realizó un curso de tres meses en los que aprendió primeros auxilios, área de rescate, salvamento acuático y el área de bomberos.

El curso cambió su perspectiva sobre los bomberos.

Jorge Luis creía que los bomberos sólo se dedicaban a combatir incendios. “Una vez que entré me di cuenta de que abarca muchísimas cosas no sólo apagar incendios”.

Accidentes vehiculares, extracción de personas en algún accidente automovilístico, rescate o recuperación de cadáveres y salvamento acuático, son algunas de las acciones que realizan los bomberos y que Jorge Luis aprendió.

Después de su ingreso al Cuerpo de Bomberos de Protección Civil, Jorge Luis estuvo un mes a prueba.

Acudía a los servicios acompañado de bomberos con más experiencia, lo movían a diferentes áreas para saber en cuál se desempeñaba mejor.

Mostró habilidad en el área de rescate y es donde se desempeña con otros de sus compañeros.

“Mi primer servicio es algo que nunca se me va a olvidar, fue un accidente vehicular donde desafortunadamente fallecieron dos niños. Fue algo impactante para mí, poco a poco fui agarrando más experiencia”.

En ese primer servicio vio a sus compañeros actuar con rapidez, con el tiempo adquirió la destreza para desarrollarlas.

Sus primeros servicios repercutieron en su estado de ánimo, al ver a personas accidentadas y ver morir a personas, dañó su estabilidad.

Jorge Luis comenta que con el tiempo desarrollan “de alguna manera una cierta frialdad en los servicios, sí empático con las personas, pero al final te vuelves frío”.

Jorge Luis está casado y tiene una hija, estos cambios afectaron su convivencia familiar, en algún punto se comportó de manera fría con sus familiares, tomó terapia para aprender a separar el trabajo y lo personal.

Su jornada es de 24 horas corridas y 48 horas de descanso, antes trabajaban 24 horas y descansaban 24, lo que les impedía convivir y ver a sus familiares de manera constante.

Jorge Luis vio fallecer a algunos de sus compañeros en estos 15 años de servicio, algunos por enfermedades y otros en accidentes, esto le causó tristeza. Entre todos crearon un ambiente de hermanad y amistad.

Jorge Luis planea continuar como bombero «voy a continuar aquí hasta que Dios me lo permita porque es algo que me gusta mucho».

Un bombero es un ser noble

«Un bombero es alguien noble», así define Pedro Torres Castañeda a sus compañeros bomberos.

Pedro lleva 11 años como bombero, actualmente está como jefe de un grupo de bomberos. Pedro coincide con Jorge Luis en que ellos como bomberos se arriesgan en cada servicio por mínimo que parezca.

Para realizar su labor los bomberos utilizan un traje que pesa unos 20 kilogramos, es un pantalón y una chamarra confeccionados con un material especial que les permite mantener la temperatura corporal adecuada y, al mismo tiempo, resistir a las llamas de un incendio y a las altas temperaturas. Las botas y los guantes complementan el uniforme.

De acuerdo con Pedro, además de la temporada de incendios, la temporada de lluvias es una de las más complicadas.

“En temporada de lluvias es cuando hay más daño. Hay inundaciones en hogares y no puedes decir mañana subo. En un incendio se trata de combatir lo más que se puede y si no puedes en ese día, puedes ir al día siguiente y con las lluvias no es así”.

Los paramédicos se complementan con los bomberos, Vicente Jerónimo es paramédico desde hace 14 años y trabaja en conjunto con los bomberos.

En cada servicio los bomberos van acompañados de un paramédico, para atender cualquier emergencia de algún bombero.

“Cuando hay alguna emergencia que tiene que ver con fuego y van los bomberos, tenemos que ir también los paramédicos”, dice Vicente.

Él tiene una buena relación con sus compañeros bomberos, cada uno realiza labores diferentes, pero ambos tienen el mismo objetivo: salvar vidas.

Vicente, al igual que los bomberos, ha salvado vidas. En esos momentos se siente contento de contribuir y ayudar a alguien que no conoce.

El sentimiento cambia a tristeza cuando no se logra el objetivo de salvar a alguna persona. “Pero no somos dioses para decidir quién se queda y quién se va, hacemos lo que está en nuestras posibilidades”.

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