Hubert Matiúwàa y su poesía me’phaa de resistencia

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Facebook: Hubert Matiúwaá

Chilpancingo

 

Hubert Martínez Calleja desde niño supo que quería contar historias; la poesía y la escritura llamaron su atención.

Es originario de Malinaltepec, municipio de la Montaña de Guerrero. Pertenece al pueblo me’phaa. Estudió filosofía y letras en la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) e hizo una maestría en estudios Latinoamericanos en la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Una de las inspiraciones de Hubert para escribir en su lengua originaria.

«Cuando nosotros salimos a estudiar a otra ciudad no se enseña nuestro idioma, no se enseña nuestro pensamiento y todos los que salimos regresamos a nuestras comunidades con otras formas de pensamiento y eso acelera también la pérdida del idioma», comentó en entrevista.

Su nombre como escritor es Hubert Matiúwàa y el pasado 28 de marzo la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), en conjunto con el gobierno de Hidalgo, mediante su Secretaría de Cultura, le otorgaron el Premio Bellas Artes de Traducción Literaria Margarita Michelena 2022.

Este premio reconice su obra titulada Comisario Jaguar, texto que se basa en los rituales de cambio de gobierno en la zona de Acatepec, otro municipio de la Montaña.

El libro narra, desde la poesía, los problemas que enfrentan los comisarios por la violencia que enfrentan en la zona.

En la región de la Montaña una de las necesidades básicas es la educación; es difícil acceder a una escuela. Hubert es consciente de eso, por ello sabe que muchas personas adultas de su comunidad no leen sus escritos en me´phaa, porque muchos no saben leer.

Su apuesta son las niñas y los niños de su pueblo originario. «La apuesta de escribir en la lengua es más bien enfocado al futuro, a los niños, que un momento puedan leer y escribir en su idioma».

En 2017, por el poemario Las sombreras de Tsísídiin, a Matiúwàa le otorgaron el quinto Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA), donde expresó lo significativo que es poder dar oídos y ojos a diferentes problemas e invitar a la acción.

“Cuando era muy niño mi padre, mi madre me contaban historias y durante mi proceso de estudio, en primaria, secundaria, te enfrentas a otros textos y la escritura, fue cuando me hice consciente de que escribir era también una manera de contar historias, a partir de la palabra escrita”.

sus escritos describen y nombran su mundo y el territorio donde vive, es consciente de las injusticias cotidianas que resiste la población de la región de la Montaña de Guerrero.

“A mí la poesía no me libera de la pobreza, me hace consciente de que esa pobreza es por una injusticia, y la poesía sirve para apoyar a los movimientos que ya existen».

La obra de Matiúwàa también está escrita en español, pero su mayor dedicación es en me’phaa, porque, sostiene, los únicos que podrán salvar su lengua son los hablantes, ningún programa de gobierno lo hará.

“Todos los eventos que se hacen en foros para hablar de la pobreza, para hablar de los indígenas, ¿para qué sirven? Si yo no veo a esa gente en una comunidad dando talleres a los niños, formando a la gente”.

El poeta me’phaa guerrerense ganó en 2016 del premio a la Creación Literaria en Lenguas Originarias Cenzontle; también el VI Premio Estatal de Cuento, Poesía y Ensayo Literario joven 2017 y el Quinto Premio de Literatura Indígena de América en 2017.

Es fundador del Colectivo Gusanos de la Memoria. Desde este colectivo pretende dar talleres de creación literaria en las comunidades para que más niños y niñas sean conscientes de su realidad y de su historia, en especial, para que su lengua no desaparezca. Con su obra, de alguna manera, él ya llevó a una dimensión de la posteridad su lengua.