Texto: José Miguel Sánchez
Fotografía: Óscar Guerrero
7 de agosto del 2023
Chilpancingo
La población de Chilpancingo, por tercera ocasión en menos de 30 días, se quedó sin transporte público después del asesinato de tres conductores de urvans de la ruta Los Ángeles-Mercado, la mañana de hoy.
El transporte en la zona oriente de la capital, lugar donde ocurrieron los hechos, pararon desde las 10 de la mañana después del ataque armado.
Las primeras rutas en suspender el servicio fueron las que se dirigen a las colonias Anahuac, San Rafael Oriente, Trincheras, La Herradura, Plutarco Elías Calles e Indeco.
En el resto de Chilpancingo, otras rutas del transporte locales y foráneas redujeron sus unidades, horarios o cambiaron sus rutas por motivos de seguridad.
Ante la situación, la población de Chilpancingo quedó varada en varias paradas a la espera del transporte público.
Información de varios colonos de la capital mencionaron que por ruta solo operó una unidad y la suspensión totol del servicio se dio a las seis de la tarde.
Las pocas urvans que circularon por la ciudad se llenaron de usuarios que querían acercarse a su destino.
«Voy al tomatal, aunque me acerque», dijo un usuario que se subió a una urvan de la ruta Héroes de Guerrero-Plaza Chilpancingo.
En el centro de la ciudad, las paradas lucieron con gente y una nula circulación de transporte.
La ciudadanía tuvo que buscar otras alternativas para trasladarse, ya sea a pie o pagar uno de los pocos taxis que circularon.
Los rutas foráneas Ocotito-Chilpancingo, Colotlipa-Chilpancingo y Mochitlán-Chilpancingo cambiaron su base a la entrada de la colonia La Cinca, en la zona sur de la ciudad, donde está el cuartel de la Guardia Nacional.
Esta situación se dio después del asesinato de los tres choferes de la ruta Los Ángeles-Mercado.
El conductor de una unidad contó que en grupos de whats app de los transportistas circularon audios donde les piden paren las unidades por los hechos de violencia y precaución.
Este conductor mencionó que a pesar de la petición de sus líderes de parar el servicio, los dueños de las unidades les exigen cuentas «como si fuera un día normal, entonces pues lo más que podemos queremos trabajar, por lo menos hasta que se meta el sol», mencionó el transportista.
Algunas unidades solo recorrieron el primer cuadro de la ciudad y las personas caminaron el resto del camino a su destino.
«Yo quiero llegar a mi casa que está por Liverpool, y esta combi nada más llega al centro, aunque no quiera voy a tener que caminar el resto del camino», menciono la usuaria.
Dentro de las unidades las personas comentan la situación y culpan a las autoridades de permitir que sucedan estas cosas.
«Nosotros siempre somos los más afectados, ya pasó una vez y vuelve a pasar, pero como ellos (los gobernantes) se mueven en carro parece que no les importa lo que pase con la gente», dijo Maria Salazar, quien esperaba una unidad que la llevara a la colonia Villas Laurel.
La primera vez que se suspendió el transporte fue el pasado 8 de julio, por la tarde, el servicio fue suspendido después que hombres armados incendiaron cinco taxis y asesinaron a cuatro de sus conductores .
La segundo ocasión fue el 11 de julio después de la irrupción violenta que 2,000 pobladores del cinco municipios de la Montaña baja y zona Centro, que, de acuerdo con ellos mismo, pedían la construcción de caminos.
Aunque el gobierno federal aseguró que pedían la liberacón de un líder transportista detenido por portación de arma de fuego y estupefacientes.
Hoy, después del asesinato de tres transportistas fue que por tercera ocasión se suspendió dicho servicio.