Tlacolol – Acapulco lleva 17 años sumido en la violencia con gobiernos distintos, todos vinculados a grupos del crimen organizado

Arturo de Dios Palma, Emiliano Tizapa Lucena y Jesús Guerrero Salgado

Socorro Gil lleva en la mano una varilla que utiliza para escarbar la tierra y la hierba en el cerro del Marqués, al sur de Chilpancingo.

Desde hace cinco años, Socorro como muchas madres de Guerrero y del país se convirtió en una buscadora de fosas clandestinas a raíz de que su hijo sufrió una desaparición forzada.

Eran las nueve de la noche del 5 de diciembre del 2018, Jonathan Guadalupe Romero Gil (hijo de Socorro) y su amigo Carlos González Rojas fueron detenidos por un grupo de agentes municipales en la avenida Costera Miguel Alemán, frente a la playa Tlacopanocha, en Acapulco.

Un día después, el cadáver de Carlos Ignacio fue hallado; Jonathan sigue desaparecido y los policías que se lo llevaron en activo.

Socorro no deja de buscar a Jonathan con la esperanza de hallarlo, vivo o muerto.

Lo de Jonathan es una historia de terror que ocurre desde 2006, cuando la violencia en Acapulco estalló en todas sus formas por la colusión de las autoridades con las organizaciones criminales, que se han dedicado a la distribución de droga en este destino turístico que ahora es uno de los más famosos del mundo por la inseguridad.

En 2006, con Félix Salgado Macedonio como alcalde, Acapulco inició el terror y muerte en las calles, y hasta la fecha sigue sin freno.

Durante la administración de Félix Salgado, su hija Evelyn Salgado Pineda y actual gobernadora de Guerrero, fue la presidenta del DIF municipal.

El asunto no es de partidos, en los últimos 18 años en Acapulco se han alternado la alcaldía el PRD, PRI, Movimiento Ciudadano (MC) y Morena desde 2018.

Desde tiempos de Félix Salgado hasta la actual alcaldesa, la morenista Abelina López Rodríguez, se han registrado hechos con los que a los ediles se les ha vinculado con grupos del crimen organizado.

A Félix Salgado le señalaron de tener tratos con líder del llamado «Cártel» de Sinaloa, versión que él ha rechazado. Cuando ocurrió la primera balacera, el 27 de enero de 2006, en la colonia Garita, fue porque el grupo rival de los sinaloenses, Los Zetas, pretendían ingresar al puerto.

Con el priista Manuel Añorve Baños, que gobernó este municipio del 2008-2012, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer que un testigo protegido llamado «Mateo» señaló al priista de haber recibido 15 millones de dólares por parte de Héctor Beltrán Leyva, uno de los líderes del grupo criminal sinaloense.

Este escándalo estalló en enero del 2011, una semana antes de las elecciones para gobernador y Añorve Baños era el candidato  por el PRI, quien fue derrotado por su primo Ángel Aguirre Rivero, el abanderado por la coalición PRD-PT y Convergencia.

Para 2012, en plena pulverización de los de Sinaloa, derivado de la muerte de su principal líder, Arturo Beltrán Leyva (2009, en Cuernavaca, Morelos), el ex priista y empresario gasolinero, Luis Walton Aburto, ganó las elecciones después de haber competido para ese cargo en dos ocasiones antes.

La detención del principal operador de ese grupo criminal en Acapulco, Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, dividió a este grupo del crimen organizado en Acapulco y la mayoría de sus integrantes fundaron el Cártel Independiente de Acapulco (Cida).

El Cida es uno de los grupos delincuenciales que siguen operando en el puerto y que tienen una fama de ser el más sanguinario.

Desde el gobierno de Félix Salgado en Acapulco hay evidencias ante las autoridades judiciales de que elementos de la Policía Municipal trabajan para los grupos del crimen organizado.

En 2014, durante la administración de Luis Walton, más de 1,200 policías municipales tomaron la Secretaría de Seguridad Pública y pararon labores durante dos días en demanda de la destitución de su jefe, Alfredo Álvarez Valenzuela.

Álvarez fue destituido y después acusó a los elementos de esta corporación de estar vinculados con el grupo criminal de el Cida.

«La Policía Municipal (de Acapulco) es la delincuencia organizada», declaró Álvarez quien estuvo en prisión por desaparición forzada, aunque salió en libertad porque presuntamente no se le comprobó el delito.

¿A poco Luis Walton no sabía que su policía tenía nexos con el crimen organizado? La respuesta muy pocos la conocerán, luego de que el pasado 20 de mayo Walton Aburto falleció a los 73 años.

En 2015 asumió la alcaldía de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, por el PRD, y terminó su mandato acusado ante los organismos de fiscalización de recursos de haber dejado en quiebra las arcas del Ayuntamiento.

Velázquez dejó una afectación en las finanzas municipales de 2 mil 779 millones de pesos, según un reporte que dio a conocer en 2018, la morenista Adela Román Ocampo al asumir la alcaldía.

Evodio Velázquez no solamente goza de la fama de haber cometido actos de corrupción con el manejo del erario, sino también de solapar a su Policía Municipal de los vínculos con el crimen organizado.

El 25 de septiembre del 2018, a cinco días de que Román Ocampo rindiera protesta como alcaldesa, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y del Ejército tomaron la Secretaría de Seguridad Pública municipal, desarmaron a los policías municipales, incluyendo a su jefe Max Lorenzo Sedano.

En esa operación fueron detenidos los comandantes de esa corporación, Luis Fernando, El Fenix, y Brayan Antonio por ser responsables del asesinato de una mujer y un hombre en el 2009 y de pertenecer al grupo del crimen organizado del Cida.

También se dio a conocer que durante la administración de Velázquez Aguirre, en Seguridad Pública municipal se extraviaron 342 armas que estaban registradas en la licencia colectiva que le otorgó la Sedena.

Evodio Velázquez nunca ha sido tocado por la autoridad o responsabilizado por los actos y vínculos de su Policía Municipal con grupos criminales, y a un año de las elecciones federales y locales de 2024, se perfila como precandidato a un cargo de representación popular al igual que su esposa, Perla Edith Martínez Ríos, quien ya fue diputada local.

Es más, en el CEN del PRD, Velázquez Aguirre tiene el cargo de secretario de elecciones. Así se les premia a los políticos señalados de corrupción.

Con la morenista, Adela Román, la situación de inseguridad no cambió nada para Acapulco, pues, siguió en los primeros 10 lugares de las ciudades del país con los mayores índices de violencia.

El Cida, todavía controla las zonas más importantes en lo urbano y lo rural de Acapulco, aunque hay un nuevo grupo criminal denominado Los Rusos.

Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública federal, aseguran que aparte del Cida y Los Rusos, está el Cártel Jalisco Nueva Generación y algunas células del «Cártel» de Sinaloa.

Durante la administración de Adela Román, comenzaron a registrarse los “narcobloqueos” encabezados por los transportistas, también incendios de unidades de transporte y asesinatos de trabajadores del volante.

El cobro de cuota y derecho de piso se extendió al gremio de transporte, comerciantes establecidos y hasta a los vendedores ambulantes.

Socorro Gil es una de las víctimas de la violencia en el inicio de la era del gobierno morenista en Acapulco. Su hijo, Jonathan fue llevado a la fuerza por un grupo de policías municipales en diciembre del 2018, tres meses después que Román Ocampo asumiera el cargo.

Jonathan se dirigía a jugar futbol en una cancha cerca de la playa cuando fue desaparecido.

Con las elecciones de 2021, y la llegada al gobierno estatal de Morena, y una alternancia en Acapulco, públicamente confrontada entre Adela Román Ocampo y Abelina López Rodríguez, la historia tampoco ha cambiado.

En abril de 2022, tres policías municipales que vestían de civil irrumpieron en la plaza Costa Rica, a unos pasos de la playa Icacos, y asaltaron a una pareja de turistas del Estado de México.

Los agentes asesinaron de bala a un turista y a la esposa de éste la hirieron.

A pesar del escándalo que hubo por este hecho, la alcaldesa López Rodríguez lo confirmó en noviembre de 2022, siete meses después, cuando los tres agentes involucrados ya habían sido vinculados a proceso por un juez de control.

Sin embargo, el escándalo que no ha podido apagar la edil morenista y que la involucra a ella (incluso judicialmente), es el caso de los marinos, Victoriano Rodríguez Zurita y Óscar González Andrade, que estaban adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública municipal y desaparecieron en marzo de 2022, cuando fueron enviados como escoltas del senador del PT, José Narro Céspedes, cercano a la edil.

Hay la versión del entonces Secretario de Seguridad, el capitán de corbeta Maximiliano Serrano Pérez, de que Abelina López le habría ordenado que los dos marinos los asignara como escoltas a Narro Céspedes, para acudir a la Ciudad de México a un acto político de revocación de mandato que organizó Morena.

El 27 de julio de 2022, Serrano Pérez fue destituido del cargo después de que en forma pública, la alcaldesa Abelina López lo acusó de actos de corrupción, pero en realidad, la salida de Serrano Pérez fue por el asunto de los marinos desaparecidos y porque destituyó a Samuel Buenfil Espinoza como jefe operativo de la Policía Auxiliar, quien era gente cercana a la edil.

El 28 de junio de este 2023, Maximiliano Serrano fue detenido por la FGR y vinculado a proceso por un juez federal por la desaparición de los dos marinos.

Cuando Serrano Pérez se fue de la Secretaría, Abelina López, restituyó como jefe operativo de la Policía Auxiliar a Samuel Buenfil, quien en enero de este 2023 fue asesinado a balazos, casi en presencia de sus compañeros de la corporación, a unos metros de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, en la colonia Progreso.

Abelina López va a cumplir en septiembre próximo dos años en el cargo, y en Acapulco se han puesto en marcha cuatro operaciones con fuerzas federales y estatales para frenar la inseguridad, la cual sigue a tope en las calles y playas.

En abril de este año, López Rodríguez junto con el entonces canciller, Marcelo Ebrard, dieron el banderazo de la operación policiaca llamada Fuerza Acapulco.

En el evento, que más bien fue un acto político en apoyo a la aspiración presidencial de Ebrard Casaubón, hubo un desfile de 100 patrullas con 423 policías municipales en la avenida costera Miguel Alemán.

Marcelo Ebrard prometió que en tres meses regresaría a Acapulco para hacer una evaluación de la nueva estrategia de seguridad en este puerto y checar las 600 videocámaras que se instalarían en todas las zonas de este puerto.

Pero al carnal Marcelo parece que ya se olvidó de su promesa, porque renunció al cargo y ahora anda metido en su precampaña.

Abelina López sigue metídisima promoviendo a Marcelo, y en Acapulco, como en Guerrero, la violencia está a todo lo que da.

Chirrionazo: Hace unos días nos enteramos de la apertura que hizo el gober de facto, Félix Salgado Macedonio, de su refugio Perritos Felices en Chilpancingo, y que inmerecidamente y en medio de días de pánico, su hija la gobernadora Evelyn Salgado le inauguró, evento al que por cierto ya no invitaron a su ex amiga y ex aliada, Norma Otilia Hernández Martínez.

Todo iba viento en popa, hasta que nos enteramos que Félix también le dio refugio entre los veterinarios que atenderán el lugar a José Rubén Nava Noriega, su amiguísimo y ex director del zoológico Zoochilpan. Ahora entendemos por qué a propósito el gobierno del estado se ha retrasado en dar a conocer las sanciones para éste y otros trabajadores más, por las irregularidades denunciadas por el secretario de Medio Ambiente, Ángel Almazán. Esperemos que en las celebraciones de este año no vaya haber taquiza en el refugio de Perritos Felices.

 

Colaboración especial en Amapola periodismo de sus brothers, sus panas, hermanos, su sangre y su clicka: Arturo de Dios Palma, Emiliano Tizapa Lucena y Jesús Guerrero Salgado. Aquí nos pueden enviar sus comentarios y chismecitos: eltlacololcolumna@gmail.com


Tlacolol es una columna satírica que cuestiona los hechos y dichos de lo que acontece en Guerrero. La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de sus autores. Agradecemos el espacio a Amapola periodismo por respetar la libertad de expresión y no censurar nuestras opiniones e interpretaciones.

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