Texto y fotografía: José Miguel Sánchez
14 de abril del 2023
Chilpancingo
Juan se dedica a la recolección de basura desde hace 30 años. Al principio recorría con su triciclo las calles de la ciudad, cobraba por recoger la basura en las casas; desde hace 14 años forma parte los recolectores privados conocidos como «la basura jefa».
Ahora conduce su unidad de la basura jefa, pero aun cuando ya puede recolectar más basura y recorrer más calles de la ciudad eso no necesariamente significa más ingresos o mejores condiciones.
«Masomenos juntamos al día unos 1,000 pesos, pero de ahí 300 son para el mero patrón, luego, son 75 por entrar al tiradero municipal, más la gasolina otros 200 pesos y las comidas, al final nos quedan como 300 pesos diarios», cuenta Juan en entrevista.
Juan no quiso explicar a quién se refería como «el mero patrón», pero sugirió que además de los líderes de las organizaciones de la basura jefa hay un poder más arriba al que le tienen que rendir cuentas económicas.
«A la semana tenemos que poner por camioneta 300 pesos para la maña que también nos pide dinero para dejarnos trabajar, a parte nuestros líderes ponen otros 500 pesos por lo mismo y, pues, todo eso reduce el gasto».
El nombre de Juan fue cambiado por razones de seguridad.
Además del tema económico, la falta de una cultura ciudadana sobre recolección y separación de residuos genera otro riesgo para recolectores como Juan.
En las bolsas de basura que tiran los chilpancingueños van todos los residuos juntos; no existe una cultura de separación. En una misma bolsa va desde papel de baño, botellas PET, envolturas, vidrio y hasta jeringas o material peligroso y desechos de comida.
«Siempre se nos dan las bolsas y no avisan qué tiene, ya nomás de repente cuando sentimos ya nos cortamos el dedo, el brazo o el pie».
La única solución y medida de protección que utiliza Juan son las botas de hule que siempre lleva y un baño con mucha agua y jabón en todo el cuerpo al final de cada jornada.
Ante está situación, Juan, junto con otros 150 choferes de la basura jefa, exigen a las autoridades competentes les sea condonado el pago de la caseta de cobro del libramiento Chilpancingo-Tixtla, que será reubicada en próximos días a dos kilómetros de Chilpancingo.
La reubicación será antes de la desviación que lleva al tiradero municipal, en el cerro de Huiteco, por lo que los choferes de la basura jefa tendrán que pagar el costo de la caseta de ida y regreso.
En total, por viaje, gastarán 50 pesos que restaran a sus ya gastadas cuentas o a sus comprometidos ingresos.
Es por eso que hoy los recolectores de la basura jefa realizaron una caravana por las principales calles de la ciudad para exigir el apoyo del Ayuntamiento de Chilpancingo y el Congreso local para que puedan ser exentos del pago.
La caravana de la basura jefa entregó un oficio en el Ayuntamiento para pedir dichos descuentos y continuó con dirección al Congreso local para reunirse con algunos legisladores y tratar el mismo tema.
«La verdad aquí nos obligan a venir, quisiéramos estar trabajando porque perdemos dinero si no recogemos basura, pero también el mero patrón nos multa con 3,000 pesos si no venimos a esta actividad», expuso Juan.
El servicio de estos recolectores de basura privados de manera oficial operan desde 2008 a través de una asociación civil en la que están aglutinados.
Datos oficiales del Ayuntamiento exponen que hay un registro de 200 camionetas privadas que ofrecen el servicio de recolección de basura, pero los líderes informaron que actualmente sólo operan 150.
Esto se contrapone con el servicio público de limpia que operan de manera oficial y es administrado por el Ayuntamiento capitalino.
Tan sólo el pasado 3 de diciembre del 2021 la alcaldesa morenista de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, entregó 20 unidades nuevas de camiones compactadores de basura.
Dichas unidades son arrendadas por la cantidad de 200 millones de pesos por los tres años de la administración de Hernández Martínez.
Las 20 unidades arrendadas se sumaron a las nueve con las que ya contaba el Ayuntamiento, lo que hacen un total de 29 camiones recolectores de basura.
Aun con 29 unidades oficiales y las 150 camionetas privadas, el problema de la basura en Chilpancingo continúa.
El Ayuntamiento de Chilpancingo recolecta en sus unidades entre 400 y 500 toneladas de basura al día.
De acuerdo a una estimación con datos que proporcionaron los choferes de la basura jefa, a cada camioneta, a su máxima capacidad, le cabe una tonelada de residuos.
En total, en Chilpancingo, genera 600 toneladas de basura al día.