Texto: José Miguel Sánchez
Fotografía: Oscar Guerrero
Chilpancingo
Durante el discurso de la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, con motivo de su primer informe de gobierno, un grupo de colonos protestaron para pedir agua, la implementación del Comité de Desarrollo de la colonia Jardines de Zinnia y denunciar a una empresa telefónica por colocar una antena telefónica en un área verde.
A unos minutos de comenzar el discurso de Hernández Martínez un silbato sonó entre el público, los invitados se voltearon a ver, no sabían de donde provenía el agudo sonido, de pronto, unas cartulinas verdes fosforescentes se levantaron, todas las miradas se fueron hacía ellas.
«Pagamos el servicio de agua más costoso del país», «cuidemos las áreas verdes», «no queremos una antena telefónica», se leía en las pancartas.
Cuando el equipo de la alcaldesa se percató que no eran pancartas de apoyo, un hombre de traje negro y corbata roja, gritó a donde estaban las organizaciones de transportistas y con señas les indicó que gritaran.
«Norma, Norma, Norma», gritaron los transportistas junto con varias matracas para desviar la atención de la protesta.
En tanto, otro grupo de trabajadores del Ayuntamiento corrió a desactivar la protesta, entre jaloneos y empujones el personal del Ayuntamiento logró sacar a los manifestantes y les ofreció una mesa de trabajo.
Por la presión y los empujones los manifestantes ya no pudieron dar declaraciones a la prensa.
La protesta duró unos cinco minutos, tiempo en el que nadie prestó atención al discurso de Hernández Martínez, las miradas estaban centradas en la manifestación.
El informe de Hernández Martínez se realizó en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, la cual acordonó desde las tres de la tarde.
La Plaza Cívica se dividió en tres partes, de lado norte, delante del monumento a Morelos se colocó el templete, en frente y en primera fila los invitados especiales, en sillas blancas, bien decoradas se sentaron los funcionarios estatales, diputados locales, federales y alcaldes de distintos municipios.
Detrás de los funcionarios colocaron sillas de plástico destinadas a comisarios y trabajadores del Ayuntamiento y al final sillas de metal, oxidadas para todos los demás asistentes, la mayoría de esos espacios fueron ocupados por transportistas y colonos que apoyan a Hernández Martínez.
Vallas metálicas impidieron el paso a los ciudadanos que intentaron cruzar la Plaza Cívica. Desde las cuatro de la tarde el acceso tanto peatonal como vehicular se restringió en el primer cuadro de la ciudad.
En la Plaza Cívica no hubo acceso, cercaron todo y elementos de la Policía Municipal impedían el ingreso a las personas que no acudían al informe.
Por redes sociales se filtraron fotos del interior del Ayuntamiento, se observó que había vinos, carnes frías, canapés y bocadillos de uva, queso y kiwi.
Al ayuntamiento solo ingresaban los funcionarios estatales, afuera para los demás invitados se organizó una verbena con antojitos mexicanos y agua de jamaica.
Los discursos de los funcionarios fueron largos; hablaron de logros que aplaudían sus seguidores.
Al acto asistió la gobenadora Evelyn Salgado Pineda, su padre, el senador Félix Salgado Macedonio y gran parte del gabinete estatal.
Entre los diputados asistentes estuvieron la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Yanelly Hernández Martínez, la diputada Citlali Calixto Jiménez, Alfredo Sánchez Esquivel, el diputado federal Carlos Sánchez Barrios.
También asistió el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Raymundo Casarrubias Vázquez.
Los alcaldes de Quechultenango, Acapulco y Eduardo Neri, entre otros.
Al término del acto los funcionarios corrieron al Ayuntamiento, protegidos por un pasillo de vallas metálicas para que ni la prensa ni la población se les acercara.
A los demás invitados se les permitió acceso al área de la verbena donde se comenzó a repartir la comida.
Al Ayuntamiento no hubo acceso más que para los invitados especiales.
Por el informe se cerró la circulación en la avenida Benito Juárez e Ignacio Ramírez, por lo que el transporte público no circuló por esas avenidas que son las principales de Chilpancingo.
Eran las ocho de la noche y las personas que no sabían que sucedió esperaban el transporte público, pero no pasó ninguna unidad, solo veían pasar grandes camionetas que salían del estacionamiento del Ayuntamiento.
Suburbans y Gran Cherokee desfilaron sobre la avenida Ignacio Ramírez mientras la población esperaban su transporte público.
«No hay paso, la presidenta cerró todo por su informe», gritó una persona para avisar a los demás que no pasaría el transporte público.
Al escuchar eso las personas comenzaron a caminar. «Para los gobernantes bien que les dan todas las facilidades, pero al pueblo lo dejan sin transporte», mencionó por teléfono una persona que al terminar su llamada comenzó a caminar al sur de la ciudad.