Estudiantes llevan 12 años recibiendo clases en aulas de madera

Estudiantes llevan 12 años recibiendo clases en aulas de madera

Texto: ​Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Desde hace 12 años, alumnos de una escuela secundaria de Chilpancingo reciben clases en seis aulas de madera y techo de lámina galvanizada en donde soportan las inclemencias del tiempo.

Se trata de la escuela que lleva el nombre del extinto y viejo luchador social, Heberto Castillo, ubicada en la colonia PRD, al poniente de esta capital.

Este lunes, los padres de familia, maestros y estudiantes de la escuela cerraron más de cuatro horas la avenida del encauzamiento del RÍo Huacapa para exigir a las autoridades de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) la construcción de las seis aulas, los sanitarios y las oficinas administrativas.

La escuela está ubicada en lo alto de la cima de esta colonia que en la década de los noventas la fundaron los entonces líderes estatales del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Una calle de esta demarcación lleva el nombre precisamente de Heberto Castillo y otra la del presidente Andrés Manuel López Obrador.

«Los padres de familia con sus aportaciones económicas y de trabajo son los que a lo largo de estos 20 años han sacado adelante esta escuela», aseguró el profesor José Juan Reyes Ortiz.

La Escuela Heberto Castillo tiene una matrícula escolar de 600 alumnos. Tiene sólo turno matutino.

A esta escuela acuden para estudiar adolescentes de colonias marginadas que están en esta zona de Chilpancingo rumbo a la comunidad de Amojileca.

Reyes Ortiz, quien imparte la clase de Actividades Cívicas, recordó que desde hace siete años pidieron a las autoridades de la SEG que les construyan estas aulas.

Las aulas de madera son de poco espacio y los estudiantes están apretujados.

En el inicio de este ciclo escolar los profesores de la escuela habilitaron las oficinas administrativas en un laboratorio de biología.

«Tampoco hay sanitarios y eso es algo grave», dijo el profesor.

Reyes Ortiz agregó que en el techo de las aulas hay goteras además de que no hay ventilación.

«Cuando llueve, los alumnos se empapan de agua y cuando hay altas temperaturas el calor es insoportable tanto para los docentes y estudiantes».

En el 2015, autoridades estatales les firmaron una minuta de acuerdos en la que se comprometen a construir las seis aulas y las oficinas administrativas.

Ese documento que firmaron en aquella ocasión los maestros y padres de familia de la escuela con funcionarios de la SEG fue derivado de una serie de protestas que realizaron en las calles.

Después de la movilización que llevaron a cabo el pasado lunes en las calles de esta capital autoridades firmaron una minuta de acuerdos.

Ese mismo lunes, padres de familia y maestros de una escuela de Telesecundaria ubicada en la colonia CNOP, cerraron varias horas la avenida Insurgentes de esta ciudad para exigir la construcción de las aulas que actualmente son de madera.

En Acapulco también hubo protestas porque el gobierno sigue sin construir aulas en la escuela primaria René Juárez Cisneros, en la colonia San Agustín.

Aquí los niños reciben clases en galeras de madera y, otros, abajo de árboles de mango.

Los padres de familia de este centro escolar organizan un tianguis de venta de comida y ropa y el dinero que se recaude se utiliza para la construcción de las aulas de madera y el techo de lámina galvanizada.

«Aquí llevamos años con los padres de familia reconstruyendo la escuela pero ahora si necesitamos el apoyo del gobierno porque la población escolar aumentó en este año en que se reiniciaron las clases presenciales», dijo Reyes Ortiz, el profesor de la secundaria Heberto Castillo.

 

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