La red política que permitió el falso santuario de animales

El santuario Black Jaguar White Tiger destaca por su interacción con personajes famosos y políticos que ocuparon puestos en dependencias encargadas de vigilar el cuidado de los animales. La periodista Gabriela Gutiérrez destaca la red de complicidad sin la cuál este supuesto refugio no habría podido operar

Texto: Redacción Pie de Página

Foto: Profepa

CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de la prohibición de usar animales en las funciones de circo de Ciudad de México en 2015, la periodista Gabriela Gutiérrez buscó saber qué pasaría con los animales “rescatados”. Halló a Black Jaguar / White Tiger (BJWT), un supuesto refugio que resultó ser una fachada para lucrar con los animales salvajes y que esta semana fue intervenido por autoridades federales.

Su dueño, Eduardo Serio, ha presumido fotografías con políticos y personajes famosos. Entre ellos, el expresidente Carlos Salinas de Gortari y una de sus hijas, de nombre Ana Emilia, a quien se refería como “becaria”.

También agradece en redes al entonces suprocurador de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y hermano del gobernador del Estado de México, Alejandro del Mazo Maza, así como al exsecretario de Medio Ambiente Rafael Pacchiano y a su esposa y hoy senadora Alejandra Lagunes, funcionarios en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

«BJWT no hubiera podido operar por casi una década sin el permiso y, por tanto, complicidad de autoridades, a quienes se encarga de ‘reconocer’ en sus redes sociales», apuntó la periodista en su cuenta de Twitter.

La relación con Profepa resultó conveniente para el supuesto santuario. La Procuraduría, señala, emitía comunicados en los que informaba del supuesto rescate de felinos para enviarlos al santuario.

“Tenía foto con Carlos Salinas de Gortari y decía que era su admirador. Rastreando vi que una de las muchachas que más frecuentemente salía en las publicaciones era una joven que resultaba ser hija de Carlos Salinas de Gortari, es Ana Emilia Salinas, hija de su segundo matrimonio. Después me llamaban la atención muchísimas cosas como que ser un lugar alejado que está hasta El Ajusco fuesen ahí socialités, famosas, Katy Perry las Kardashian, celebridades, que básicamente era por la alimentación de sus redes sociales”, relata la periodista en entrevista.

Este miércoles, Gabriela Gutiérrez publicó en su cuenta de Twitter un hilo en el que señala la relación de Eduardo Serio con políticos y la manera de operar para beneficiarse de especies en conservación, sobre todo a través de una estructura proyectada desde México por redes sociales hacia un mercado angloparlante.

La publicación de la investigación de Gabriela Gutiérrez fue cancelada por una revista que ya había incluso diseñado la portada. Sin mayores explicaciones, interpreta la periodista, la cancelación podría obedecer al temor a las represalias de Eduardo Serio o a perder anunciantes.

Durante su investigación, la periodista encontró señales de que algo no andaba bien en el supuesto refugio. Que siempre tenga cachorros es muy extraño. los circos no se desprenden de ellos porque todavía son manejables, lo hacen hata que ya son muy grandes, no se pueden manejar y el mantenimiento y la alimentación se vuelven muy caras.

Eduardo Serio, sin embargo,  siempre mostraba fotografías de felinos cachorros, sobre todo leones.

“Lo que los expertos internacionales me decían antes esta situación aunque no podrían asegurarlo porque no tenían pruebas es que era muy muy probable que estuviera criando, cruzando a los animales para reproducirlos y continuar con su negocio. El negocio no era salvarlos y no tenerlo siempre a la vista en sus redes sociales”.

A la periodista le llamaba la atención cómo pese a ser un lugar lejando en el sur de Ciudad de México en el Ajusco, allá llegaran socialités y famosas como Katy Perry o las hermanas Kardashian, que eran por la alimentación de sus redes sociales. Las redes sociales en BJWT, señala, tendrían básicamente dos objetivos: la recaudación de donativos y la propia promoción del personaje hacia sus seguidores.

Eduardo Serio, destaca Gutiérrez, se benefició del supuesto refugio de todas las formas posibles: con donativos, campañas de crowdfunding, trabajo con marcas de lujo, venta de fotografías.

Otro de los privilegios del refugio, destaca la periodista, es que pese a no tenerlo permitido por norma, el espacio recibía visitas que se hacían públicas.

El trabajo del refugio en México era muy poco conocido entre especialistas; sin embargo, su imagen se proyectaba principalmente en el extranjero a través de mensajes en inglés.

La periodista destaca que además no se puede acariciar animales de este tipo, porque es una especie de maltrato condicionarlos como si fueran mascotas.

«Entrevisté a personas de un santuario en Estados Unidos que si tenían el nivel de santuario y me enseñaron fotos y videos de cómo manejan ellos sus espacios y había una distancia promedio por ejemplar. No recuerdo pero era un número x de metros cuadrados por cada ejemplar felino que tengas y Eduardo Serio tenía 10 en una jaula. No era ningún Santuario, Un santuario por descripción deben estar libres de jaulas. Son animales en un predio muy amplio están completamente libres».

Profepa, recursos insuficientes

La Profepa publicó este miércoles en sus redes sociales que realizó el traslado de felinos rescatados de BJWT a instalaciones del zoológico de Chapultepec.

El trabajo de la dependencia, sin embargo, parece resultar insuficiente debido al reducido número de personal enfocado tareas preventivas.

“El tema muy grave. Es que la instancia encargada de hacer estas inspecciones es Profepa y cuenta con un número muy reducido de inspectores”, advierte Gabriela Gutiérrez.

De acuerdo con información periodística, el número de inspectores de Profepa ha venido reduciéndose paulatimanete en los últimos años hasta tener 432; resultan insuficientes para cubrir las mil 172 Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS) que había en México hasta 2018; además de los Predios e Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS).

Esas inspecciones, destaca Gabriela, no se hacen en un día, sino que son procesos que requieren un monitoreo y pruebas que requieren mayor tiempo.

“Aún si hubiera normativa no hay forma de vigilar. No veo manera de prevenir que no existan más ve en todo el país”.


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