Texto: Jesús Guerrero
Fotografía: Celeste Hernández / Facebook y Redes
Chilpancingo
La voz de doña Socorro Gil se oye con coraje al enterarse de que borraron con pintura blanca el mural con los rostros de 52 desaparecidos que estaban plasmados en la pared del restaurant El Anafre ubicado en la avenida Miguel Alemán en la zona tradicional de Acapulco.
«Podrán borrar un mural con los rostros de nuestros desaparecidos pero nunca los van a borrar de nuestro corazón», señaló la señora quien tiene un hijo desaparecido y su rostro estaba en ese mural.
El primero diciembre del 2021 este mural había sido borrado con pintura blanca pero con las lluvias que han caído en los últimos días de apenas este mes de mayo se deslavó la pared y nuevamente aparecieron los rostros de los desaparecidos.
«Fue un milagro del cielo», dijo doña Socorro Gil cuando vio nuevamente el mural.
Pero este martes 31 de mayo nuevamente fue borrado el mural con agua de cal y no se sabe quién o quiénes lo hicieron.
Para doña Socorro Gil Guzmán, madre del joven desaparecido Jonathan Guadalupe Romero, consideró que el que hayan escondido con pintura blanca este mural es una acción de las personas que no tienen ninguna sensibilidad.
«No tengo pruebas de que haya sido la autoridad pero seguramente fueron los malos (delincuentes) los que borraron ese mural y yo no sé que les molesta que estén ahí las imágenes de nuestros desaparecidos», afirmó la señora.
Señaló que la primera vez que fue borrado el mural, en diciembre del 2021, fue amenazado el dueño del restaurant por los delincuentes.
Este mural con los 52 rostros de los desaparecidos fue pintado por el artista plástico Alexis.
Los colectivos de los desaparecidos le pagaron el material y la comida al pintor para que realizara el mural.
«Le dimos dinero para las pinturas y durante el tiempo que estuvo trabajando le pagamos la comida», señaló doña Socorro quien pidió que el rostro de su hijo Jonathan quedara plasmado en este mural.
El joven Jonathan Guadalupe Romero Gil junto con su amigo Carlos Ignacio Rojas fueron privados de su libertad por un grupo de policías municipales cuando se dirigían a jugar futbol rápido en la cancha de la CROM en la avenida Miguel Alemán, cerca de la playa Tlacopanocha el 5 de diciembre del 2018.
Carlos Ignacio Rojas, apareció asesinado a tiros el seis de diciembre de ese año, pero hasta el momento Jonathan sigue desaparecido.
La desaparición de Jonathan y del otro joven que fue hallado 24 horas después asesinado a tiros, ocurrió durante la administración de la morenista Adela Román Ocampo.
Desde entonces doña Socorro Gil sigue buscando a su hijo y exigiendo a las autoridades que le hagan justicia deteniendo a los policías municipales que siguen en activo en la corporación como si no hubieran hecho nada.
Doña Socorro Gil cuenta que en diciembre del 2021 ella develó una pintura con el rostro de su hijo Jonathan frente a la playa Tlacopanocha.
«Le pagué al pintor creo 4 mil 500 pesos y hasta hace un mes ahí seguía la pintura y yo espero que esta no sea borrada o destruida», expresó la señora que fue entrevistada vía telefónica.
Ema Mora Leyva, presidenta de la Asociación de Familias de Acapulco en Busca de Desaparecidos, señaló que en el 2021 los colectivos fueron los que impulsaron que se pintara ese mural de sus desaparecidos con el propósito de que se visibilizara este problema ante la comunidad nacional e internacional.
«Ese mural se pintó en esa pared del restaurant El Anafre porque es un lugar estratégico ya que por esa zona caminan los turistas pero a alguien no le gustó que con esa obra de arte la gente se diera cuenta de la realidad de lo que pasa en Acapulco desde hace más de 15 años», afirmó.
Indica que esos 52 rostros son de personas fueron desaparecidas durante el 2011 al 2021.
«Obvio que en Acapulco la cifra de desaparecidos es muchísimo más que los 52 que están plasmados en ese mural que fue borrado», afirmó la activista quien desde el 2011 tiene un hijo desaparecido.
Cuenta que su hijo José Alberto de 14 años fue secuestrado en el 2011.
El de José Alberto es uno de los 52 rostros que estaba en ese mural que pintó el artista plástico Alexis.
Dice doña Ema que fue el dueño del restaurant del Anafre quien dio el permiso para que Alexis pintara ese mural.
Indica que para los familiares de esas 52 personas que estaban plasmados sus rostros en el mural significaba una esperanza de que a lo mejor alguna gente que los viera les dijera haber visto alguno de ellos en vida.
La activista no descarta que las autoridades hayan ordenado que se borrara el mural porque en una sesión de cabildo del ayuntamiento de este puerto hubo la propuesta de que se construyera un antimonumento de los desaparecidos en Acapulco pero el director de turismo se opuso.
«El secretario de turismo (David Abarca Rodríguez) dijo que como era posible que al turismo se le de a conocer ese tipo de imágenes de Acapulco», señaló Ema Mora.
Después de que el mural con los 52 rostros de los desaparecidos fue borrado de la pared del restaurant, los colectivos van a financiar a un grupo de artistas plásticos para que pinten otra de estas obras en las paredes de una universidad privada de Acapulco.
Doña Ema Mora lamenta que Acapulco sigue viviendo una situación de terror por la violencia en las calles pese a que a nivel estatal y municipal los gobernantes provienen de un partido diferente al PRI.
«Hay desapariciones de personas todos los días en Acapulco y no se acabarían decenas de paredes para pintar sus rostros», dijo.