Tras una serie de denuncias que las familias desplazadas hicieron por la inacción del anterior gobierno del priísta Héctor Astudillo y el de la actual gobernadora Evelyn Salgado Pineda, este sábado fuerzas de seguridad federal y estatal acudieron para darles garantías de su regreso.
Texto: Amapola Periodismo
Fotografía: Oficial
20 de marzo del 2022
Chilpancingo
Después de dos años de haberse desplazado por amenazas que sufrieron por parte de un grupo delictivo, familias regresaron este fin de semana a su comunidad de Zihuaquio, del municipio de Coyuca de Catalán.
En un comunicado del Gobierno estatal informa que 68 personas que regresaron a este pueblo ubicado entre las regiones de la Costa Grande y Tierra Caliente recibieron el acompañamiento del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Policía Estatal.
El grupo de desplazados estaban en calidad de refugiados en la comunidad de Vallecitos de Zaragoza, en el municipio de José Azueta a tres horas de distancia de su pueblo.
La mayoría de los pobladores que estaban desplazados se dedican a elaborar de manera artesanal uno de los mejores mezcales de Guerrero.
En enero del 2020, las familias de Zihuaquio se salieron de su pueblo por las amenazas que sufrieron por parte de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según las versiones de las familias, ese día que llegaron a su pueblo y a otras demarcaciones aledañas los pistoleros del CJNG, incendiaron 60 casas y 60 fábricas de mezcal artesanal.
La agresión que sufrieron los pobladores es porque se negaron a colaborar con esta organización de la delincuencia organizada que tiene bajo su control poblados de el municipio de Zirándaro y de demarcaciones vecinas del estado de Michoacán.
Pese a que durante estos dos años que las familias de Zihuaquio y otros pueblos aledaños estaban en otro sitio eran amenazados de muerte.
Tras una serie de denuncias que las familias desplazadas hicieron por la inacción del anterior gobierno del priísta Héctor Astudillo y el de la actual gobernadora Evelyn Salgado Pineda, este sábado fuerzas de seguridad federal y estatal acudieron para darles garantías de su regreso.
Sin embargo, los pobladores esperan que los militares, Guardia Nacional y Policía Estatal permanezcan en la zona para impedir que los pistoleros del CJNG regresen y ahora sí cumplan con sus amenazas de hacerles daño.