Tsqueen Xua Suljaa, el chocolate creado con productos y manos de zona amuzga

Texto: Beatriz García

Fotografía: Especial 

23 de noviembre del 2021

Chilpancingo

 

Las manos de Aracely Tecolapa Alejo empuñan la masa espesa hasta que la canela, la panela y el cacao se conviertan en una mezcla homogénea café oscura. Está en el patio de su casa, en Xochistlahuaca, Costa Chica, rodeada de árboles de cacao.

 

Eso es un fragmento del video en el que aparece junto a su pareja, Obed Valtierra Pineda, en el que muestran los pasos de la producción de su chocolate, Tsqueen Xua Suljaa. Juntos emprendieron en medio de la pandemia por la Covid-19, el 25 de agosto del año pasado. Como muchos guerrerenses, la economía mermó e idearon emprender con los productos de la región: elaboran chocolate 100 por ciento artesanal y natural.

 

Xochistlahuaca está aproximadamente a seis horas de camino en vehículo desde Chilpancingo. Es un municipio amuzgo de la Costa Chica y de acuerdo al último censo del INEGI está habitado por 29,891 habitantes. Su gente se dedica entre otras actividades al cultivo del cacao, a producir panela––hecho a base de caña de azúcar que funciona como endulzante–y a la elaboración de prendas artesanales a base de telar de cintura.

 

Desde el patio de su casa, ubicada en la cabecera municipal, contaron vía telefónica cómo emprendieron su negocio que, además, es amigable con el ambiente. De entrada dijeron que coadyuvan con productores de la región y representan un producto 100 por ciento natural, lo que no hacen las industrias que elaboran chocolates.

 

Un dato del chocolate comercial que ofrecen organismos como el Poder del Consumidor con base en estudios, es que en una barra de chocolate de 25 gramos,18.75 gramos es sólo azúcar.

 

La pandemia, tiempo de emprender

Tsqueen Xua Suljaa es el nombre del chocolate de Obed y Aracely, está en lengua ñomndaa o amuzgo que significa Chocolate de Xochistlahuaca.

 

Cuando se declaró la pandemia el 20 de marzo del año pasado Aracely daba clases de náhuatl en Plan de Guadalupe, comunidad de Xochistlahuaca, pero las autoridades gubernamentales anunciaron que toda las actividades que pusieran en riesgo la salud se suspenderían, entonces se quedó sin empleo.

 

Después Obed también se quedó sin empleo en su taller de serigrafía, donde comúnmente hacía trabajos de impresión para fiestas o eventos públicos, hacía estampados en vasos, playeras, invitaciones, recuerdos.

 

Fue una etapa muy difícil para ellos, dijo Aracely. Pero al mismo tiempo, Obed pensó en hacer algo con los productos de la región, especialmente con el cacao.

 

–Aracely hay que vender chocolate, –dijo Obed a su compañera en agosto del 2020.

 

Aracely dudó, no sabía hacerlo y no estaba segura de que obtuvieran ganancias. Obed estaba muy animado y terminó convenciéndola. Él recordaba el proceso para elaborarlo, así como lo hacía su abuela, con cacao, canela y panela.

 

“Aprendí con una abuela y con una tía, y como aquí en el pueblo se elabora chocolate y abunda el cacao, me acerqué para aprender, porque está rico comer la panela y el chocolate recién hecho. Poco a poco mi abuelita me enseñó. Aprendí bien a los 25 años”, contó Obed, quien ahora tiene 30 años.

 

Aracely toma el teconte–una bandeja hecha del fruto de un árbol de la región –con cacao y lo sacude de un lado a otro para desprender la cáscara del cacao. Después de esto queda listo para tostar y empezar el proceso de elaboración del chocolate.

 

Todos estos pasos se ve en un segundo video que hay en el perfil de Facebook Chocolate de Suljaa´, como muestra del trabajo que implica hacer el producto.

 

El proceso, dijo Obed, es el siguiente: la semilla del cacao se extrae de la fruta, se pone a fermentar dos días, luego se lava y se pone a secar en el sol. Después se tuesta a fuego lento, se machuca con una piedra para desprender la cáscara dentro del teconte. Se muele la panela en un metate, el cacao y la canela se muele en el molino de piedras. Todo se mezcla y se hacen bolas de la pasta para que se endurezca. Está listo para la venta.

 

El 25 de agosto del año pasado hicieron chocolate y fueron a la casa de unos vecinos que tienen un altavoz para anunciar su producto– ahí es común que los comerciantes se anuncien por medio de esas bocinas –, pero nadie llegó a comprarles.

 

Obed tomó el chocolate y fue casa por casa a ofrecerlo. Vendió y eso les dio confianza.

 

Este 25 de agosto pasado cumplieron un año de elaborar chocolate, que ahora venden fuera de la región, del estado y del país; lo han exportado hasta Estados Unidos.

 

Durante este tiempo se apoyaron en las redes sociales, principalmente Instagram y Facebook, para publicitar los chocolates que elaboran en diferentes presentaciones: 100 gramos para dos litros de agua o leche, a un costo de 25 pesos la pieza, o barras de chocolate con nuez, en 12 pesos la pieza.

 

Por pedidos especiales también elaboran piezas pequeñas en forma de corazón y otras figuras que colocan en cestos de palma o carrizo; sus precios varían de acuerdo a la cantidad y los tamaños.

 

Con estas presentaciones se puede preparar una bebida tradicional o comer a mordidas.

 

Aracely explicó que los costos tienen que ver con el traslado del producto a los diferentes municipios o estados, que es mediante paquetería. Pero algo muy importante es que ambos, dicen, pagan precios justos a quienes les compran cacao y panela, porque están en la lógica de revalorizar el producto.

 

Hay familias que por necesidad llegan a vender el chocolate hasta en 10 pesos, dijo la productora, la idea de su proyecto es que la gente entienda lo que implicar hacer chocolate artesanal. Además de que es saludable a diferencia del chocolate comercial, como el Chocolate Abuelita, en el que Poder del Consumidor encontró grandes cantidades de azúcar.

 

El concepto del producto de Aracely y Obed es amigable con el ambiente, porque se utilizan productos de la región. Por ejemplo, las envolturas del chocolate son hojas de cacao y hojas de maíz.

 

Poco a poco la población de la cabecera de Xochistlahuaca va conociendo Tsqueen Xua Suljaa y su concepto.

 

Ahora la idea de ambos productores es seguir ofreciendo variedad del chocolate. Su idea es tener moldes personalizados con el sello del chocolate Tsqueen Xua Suljaa, para posicionarlo poco a poco más en el mercado.