Texto: Amapola Periodismo
Fotografía: Facebook Tlachilnollan
28 de junio del 2021
Chilpancingo
En México, aun cuando hay un gobierno de izquierda, sigue la práctica de la tortura, evaluó Raymundo Díaz Taboada, presidente del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI).
«A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador decretó el fin de la tortura en México, esto es falso, al contrario se sigue torturando con más abuso», dijo el activista durante una conferencia virtual que dio al cumplirse los 17 años de la fundación de esta organización que tiene un amplio trabajo en Guerrero y en otras partes del país.
Díaz Taboada lamentó que en México no existen fiscalías especializadas en tortura y las personas que la han sufrido sigan acudiendo a las comisiones de derechos humanos.
También se quejó de que no existen mecanismos legales para que el Estado dé la reparación del daño a las personas que vivieron tortura.
Diaz Taboada mencionó que un botón de muestra de que el Estado en México garantiza la impunidad a los torturadores es de que se niega a cumplir las sentencias emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh).
Durante la conferencia virtual hubo los testimonios de dos activistas que fueron torturados y encarcelados en Guerrero: María de los Ángeles Hernández Flores, quien estuvo presa en la cárcel de Teloloapan desde el 2008 junto con su compañero Máximo Mojica. Ambos pasaron 11 años en prisión acusados de un presunto secuestro cometido contra una profesora.
Hernández Flores contó que cuando la detuvieron fue torturada al igual que sus tres hijas.
Díaz Taboada mencionó que esta organización ha documentado 700 casos tanto de tortura, desaparición forzada y desplazamientos en diversos estados del país.
Expuso que han documentado casos de policías de las distintas corporaciones que cometen actos de tortura.
“El índice de impunidad continúa siendo de 99 por ciento en materia de tortura. A lo largo de 17 años de trabajo colectivo hemos logrado la libertad de sobrevivientes de tortura inocentes, y acompañado casos como el de Atenco, y a los familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa”, comentó.
También mencionó que han acompañado casos de ejecuciones arbitrarias o extrajudiciales y de desplazamiento forzado interno “el uso sistemático de la tortura continúa; y la criminalización de sectores movilizados en defensa de sus derechos y del territorio, como el caso de los grupos feministas y, recientemente, de las y los normalistas rurales”.