Autoridades siguen sin garantizarle seguridad y alimentación a comunidad cercada por violencia

En Guajes de Ayala, Coyuca de Catalán, hubo un enfrentamiento a balazos hace más de un mes que obligo a familias a desplazarse. A quienes se quedaron se les agota el alimento y no tienen forma de salir. Así como ésta viven otras comunidades de la Sierra

Texto: Beatriz García

Foto: José Luis de la Cruz

10 de abril del 2021

Chilpancingo

Los tres niveles de gobierno han hecho caso omiso a la necesidad urgente de seguridad y alimentos en el ejido Guajes de Ayala, municipio de Coyuca de Catalán. Las familias se están alimentado del maíz que siembran, el poco frijol que les queda y de algunos animales de ganado. Tampoco tienen productos de higiene ni de limpieza derivado de los hechos armados que se vivieron en febrero pasado, denunció el secretario del Comisariado Ejidal, Javier Hernández.

El 3 de febrero, Amapola. Periodismo transgresor informó que al menos ocho muertos y dos mujeres desaparecidas fue el saldo de varios enfrentamientos entre grupos delictivos y pobladores en Coyuca de Catalán. Después se supo que pudieron ser hasta 15 los muertos. Esos hechos generaron el desplazamiento forzado de habitantes.

El problema que viven en Guajes de Ayala es similar al que viven de manera reciente en el ejido de Ciénega Puerto Alegre, municipio de San Miguel Totolapan, donde el sábado pasado asesinaron y desmembraron al comisario ejidal, Carlos Márquez Oyorzabal, y después de eso el resto de los habitantes fue amenazado.

En entrevista, Javier Hernández dijo “estamos igual”, porque ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno les ha cumplido con garantizarle alimentación, porque no pueden ir a surtir productos de la canasta básica, además el maíz y el frijol que siembran se les está acabando. También se están comiendo algunos animales que tienen, chivos, res o cerdo.

Guajes de Ayala tienen 32 anexos, pero de esos sólo están habitados El Pescado, Guajes de Ayala, El Saibal, Los Órganos y Saiba María; el resto están despoblados por la violencia. Algunos de ellos se refugiaron en El Pescado, otros más se distribuyeron en el estado, y fuera de él, y otros e incluso se fueron a Estados Unidos.

–¿Sigue el resguardo policiaco en la zona?, –se le preguntó.

-Sí, por el momento contamos con militares; son tres vehículos oficiales de militares, hay dos vehículos de la Guardia Nacional y dos de la Policía del Estado. Pero es como en Las Conchitas, en Ciénega de Puerto Alegre, municipio de Teloloapa, sólo sirve de contención, es temporal. Lo que hemos demandado es una base permanente, porque nosotros seguimos sitiados.

El también vocero del ejido manifestó que forzosamente se necesita una base permanente y patrullajes afuera de los anexos, que es donde hombres armados merodean.

Ante la falta de ese resguardo fuera de los anexos es imposible que las familias salgan de sus comunidades para ir por alimentos. Los alimentos los surten en la cabecera municipal, y es un único camino de terracería “en muy mal estado” por el que pueden llegar hasta ahí, por lo que son cinco horas de traslado.

Señaló que los hombres armados hacen bloqueos en un punto denominado El Coyol, por eso es que también es imposible salir.

Luego de los enfrentamientos de febrero al ejido no ha ido ninguna brigada médica, que incluso los habitantes solicitaron para las mujeres, niños y ancianos que sufrieron pánico el día de los enfrentamientos, pero hasta ahora no llega esa atención.

“Solicitamos un Ministerio Público para contabilizar daños, corroborar datos, dijeron (las autoridades) que sí y nunca llegó, entonces han hecho caso omiso a esas demandas y no ha habido brigadas”, lamentó.

El secretario de Seguridad Pública del estado, David Portillo Menchaca, ha ido dos veces a la zona. La primera vez fue el 26 de febrero y la segunda ocasión fue en marzo.

En estas ocasiones les llevaron 500 despensas en total, primero 300 y luego 200, pero de acuerdo al secretario del comisario ejidal fueron insuficientes por las necesidades que tienen. En el lugar, precisó, quedan unos 600 habitantes y se desplazaron cerca de 1,050 entre hombres, mujeres y niños.

Anteriormente, la directora del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Teodomira Rosales Sierra, informó que las comunidades Hacienda de Dolores, El Ciruelo y El Pescado solicitaron la intervención del Centro Morelos. De ellos sólo son 165 familias.

En esa ocasión que les llevaron las despensas las mujeres principalmente pidieron que por favor les llevaran jabón, azúcar, café, artículos de higiene, porque lo necesitan, les dijeron que sí pero tampoco se cumplió.

Después de este conflicto también fue difícil que siguieran las clases a distancias. La última vez que acudieron los profesores a la zona fue días antes de que sucedieran los enfrentamientos, y ahora hasta el internet se limitó en la zona, dijo el vocero Javier Hernández.

Expuso que si el problema no se empieza a solucionar de raíz hay riesgo de que lo que vivieron el 3 de febrero se vuelva a repetir.

Los enfrentamientos van a seguir, lo he comentado, nuestro problema es similar al de esta gente de Ciénega de Puerto Alegre, los ejidos son similares, y a su área forestal no pueden subir porque ahí también están los hombres armados, lamentó.

Así como los habitantes del ejido de Puerto Alegre, los habitantes del ejido Guajes de Ayala pidieron a las autoridades la ejecución de un plan que permita el desarrollo y la paz de la zona.

A los pobladores de Guajes de Ayala les prometieron que el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, iría al ejido para hablar sobre este problema, pero no los ha visitado. La promesa es la misma que hace dos días les hicieron a los del ejido de San Miguel Totolapan.

“A pesar de que somos pocos no estamos dispuestos a dejar nuestras pertenencias, quienes prácticamente quedamos somos quienes tenemos más que perder, ganado, es la razón de seguir al pie del cañón, si no hay presencia institucional o se hace reunión a futuro con esas dependencias no se va a llegar a nada. El problema está contenido pero no resuelto”, expresó.

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