Has visto a… Guerrero se mantiene como epicentro de desapariciones: enero cierra con 15 casos

Aldo Yael es uno de los ocho menores de edad de este recuento de
desparecidos, a quien la Fiscalía sigue sin localizar, aun cuando la familia del
adolescente documentó que fue detenido por los hombres armados de
Petaquillas


Texto: Beatriz García

Fotografía: José Lusi de la Cruz 

3 de febrero del 2021

Chilpancingo
 

El 2 de enero, Aldo Yael Santos Álvarez, de 17 años, fue detenido por los hombres armados de la comunidad de Petaquillas, municipio de Chilpancingo, que se hacen llamar policías comunitarios. Desde ese día su familia vive el calvario de no saber de su paradero.

Aldo Yael forma parte de los 15 desaparecidos en Guerrero, entre hombres, mujeres y menores de edad, registrados durante el primer mes del año, de acuerdo a un registro hecho por el equipo de Amapola. Periodismo transgresor.

El 31 de diciembre pasado, Aldo Yael acudió a su trabajo en la sucursal Gas Petaquillas II. Estación de Servicio. Estaba solo. Al lugar llegaron asaltantes, quienes lo golpearon en las costillas.

Lo anterior es parte del relato que dio su padre, Salomón Santos Campos, el 11 de enero en la protesta que realizó junto a pobladores de su comunidad Altos del Camarón, municipio de Acapulco, en la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Guerrero (CDHG), para exigir su intervención en el caso.

El padre supo que Aldo Yael habló con el administrador del negocio, de quien se desconoce su nombre, para que le pagara los gastos médicos, pues tuvo que hacerse una radiografía por los golpes que recibió.

 

El 2 de enero, el joven estuvo en la gasera, porque el administrador le dijo que le daría el recursos para los gastos médicos, pero nunca llegó. Quienes sí llegaron fueron los supuestos policías comunitarios de la comunidad y le dijeron que estaba detenido por el supuesto involucramiento en el robo donde lo golpearon.

Recientemente Aldo Yael se había mudado a Chilpancingo. Vivía en Altos del Camarón, municipio de Acapulco, donde estudiaba en el plantel 29 del Colegio de Bachilleres.

Al saber de la detención de su hijo, Salomón se trasladó a Petaquillas ese mismo 2 de enero; llegó a las dos de la tarde a la Comisaría del pueblo a pedir información de su hijo, pero le negaron verlo.

En la Comisaría lo único que le informaron fue que su hijo estaba detenido y que regresara a las siete de la tarde por más información. Salomón hizo lo que le dijeron y al preguntar otra vez por Aldo Yael le dijeron que su detención fue por estar involucrado en un robo, que esperara. Media hora después, un hombre se acercó y le dijo: ‘dice el patrón que se vaya, no esté aquí; que se retiren’.

Le dijo que volviera al mediodía del siguiente día. Se retiró.

Salomón volvió a la Comisaría a las 11 de la mañana del 3 y ahí esperó que el reloj marcara las doce. Preguntó a uno de los supuestos policías comunitarios qué pasaba. Vio que hablaron por teléfono a un comandante, quien dijo iría a la Comisaría.

Salomón recuerda que el comandante sólo bajó el vidrio de una camioneta, lo vio y habló a uno de los hombres armados. La indicación otra vez fue que regresara a las seis de la tarde del otro día.

Desesperado, Salomón les dijo a los policías le dieran de comer a su hijo o por lo menos agua. Uno de ellos le contestó que comprara comida y agua para que se la llevaran.

Salomón no se retiró de la Comisaría. A las tres de la tarde de ese mismo 3 de enero, llegó una camioneta con policías comunitarios a la Comisaría. El les insistió que lo atendieran, que quería ver a su hijo. Su sorpresa fue la respuesta que esta vez le dieron: “el chavo ya no está aquí. Salió desde ayer”.

Esta versión de los hombres armados incluía que un compañero de trabajo de Aldo Yael pagó la multa de 500 pesos que le impusieron, y que lo liberaron. A Salomón nunca le hablan de una multa, de saberlo la hubiera pagado, y menos vio que su hijo saliera del lugar.

Ese 3 de enero, Salomón y su familia acudieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) para interponer la denuncia por la desaparición de Aldo Yael. Como era domingo, la dependencia emitió la Alerta Amber por la desaparición del joven hasta el lunes 4.

El 19 de enero, en una conferencia de prensa, el secretario de Seguridad Pública en el estado, David Portillo Menchaca, se limitó a decir que la FGE llevaba la investigación de la desaparición de Aldo Yael.

En la página web de la Fiscalía, después de un mes y de todos los detalles que reunió la familia de la desaparición de Aldo Yael, el adolescente de 17 años sigue desaparecido.

En enero no sólo Aldo Yael desapareció. Desaparecieron 14 más en Acapulco, Chilpancingo, Zumpango, Ometepec, Chilapa, Iguala, Olinalá y San Marcos. Sólo cinco de ellos fueron localizados, de acuerdo con las fichas de localización de la FGE.

Pero las cifras de desaparición de este mes pueden ser mayores. Gabriela Manuel González, de 13 años, desaparecida en Olinalá, no está en las fichas de la FGE, porque sus familiares se encargan de su búsqueda, auxiliándose con las redes sociales. De acuerdo con la información publicada por testigos, un hombre de 40 años, deportado de Estados Unidos, se la llevó.

Con el caso de Gabriela suman 15 desapariciones, y nueve de éstas corresponden a menores de edad, aunque la FGE sólo activó ocho alertas Amber.

 

Las ocho alertas Amber

En el estado se activó ocho veces la Alerta Amber durante enero, la primera fue la de Aldo Yael.

El 5 de enero se emitió la alerta por la desaparición de Jade Samantha Enríquez Morantes, de 15 años, desaparecida en Acapulco. Después su ficha apareció con la leyenda “Localizada”.

Raquel Librado Pino, de 15 años también, desapareció en Cumbres de Barranca Honda, Ometepec, el 14 de enero. Después de la denuncia interpuesta por sus familiares, la FGE emitió la Alerta Amber. Sin más detalles la ficha apareció con la leyenda de “Localizada”.

El 15 de enero la recién nacida identificada como Cuevas Molina, desapareció. A los 10 días de nacida, presuntamente fue raptada por tres mujeres en la colonia Mártir de Cuilapa, en La Sabana, zona rural de Acapulco. Se emitió la Alerta Amber. Cuatro días después fue hallada con vida.

Por Jaredt Piña Santos, de 14 años, también se emitió Alerta Amber. Fue vista por última el 21 de enero en el puerto de Acapulco, de acuerdo con la ficha de la FGE.El día de su desaparición llevaba un vestido rojo, tenis blancos. Como señas particulares se lee que tiene brakets y una malformación genética en la mano derecha. No ha sido localizada.

El 22 de enero, en Iguala, se reportó ante la Fiscalía la desaparición de Heli Salhot Gasca Moncayo, de 17 años. Información publicada en la prensa indica que unos hombres ingresaron a su domicilio y se la llevaron. Se activó la Alerta Amber, aunque la ficha ya no aparece en la página oficial de la Fiscalía. Se desconoce si fue localizada.

El último día del año, en Chilpancingo se activó la Alerta Amber por la desaparición de Wendolyne Ramírez Rodríguez, de 17 años. El último día que la vieron conocidos y familiares llevaba una blusa roja, falda de mezclilla azul y zapatos negros escolares. Su complexión es regular, tez morena, nariz chata, cabello largo y boca mediana. No ha sido localizada.

Este mismo día desapareció en Zumpango Olga Esther Gaspar Guevara, de 12 años. La familia interpuso la denuncia en la FGE y se activó la Alerta Amber. Fue localizada.

 

Cuatro adultos siguen desaparecidos

La primera ficha de ¿Has visto a…? es del 4 de enero. Se trata de Elías Betel Luna Teodosio, de 24 años. Lo vieron por última vez en Chilpancingo. Las señas apuntadas en la ficha es que tiene una cicatriz en el mentón y una placa dental en la parte frontal del maxilar superior.

El 5 de enero se emitió la ficha de Fernando Dircio Ramírez, de 43 años, en San Marcos. Sus características son: 1.65 metros de estatura, tez moreno claro, ojos negros y pequeños, cabello corto, negro y lacio. Presenta una cicatriz en el labio superior, tiene un tatuaje de una hoja de mariguana, uno de un corazón y las iniciales FER.

Ese mismo día desapareció Jonathan Mena Saldaña, de 24 años, en Zumpango. De acuerdo a la ficha tiene una cicatriz en la cintura, mide 1.60 metros, es moreno claro, tiene ojos medianos negros y cabello corto, lacio y negro.

El 12 de enero, en Chilapa, se reportó ante la FGE como desaparecido a Fabrizzio Rafael Ariza Cantorán, de 21 años. Sus señas particulares son un tatuaje de un diamante en el pecho, un búho y un caballo en el brazo izquierdo y una calavera en el brazo izquierdo. Mide 1.72 metros, es moreno claro, cabello negro y ojos cafés.

 

 

La Alerta Alba se activó dos veces en enero

El 9 de enero desapareció Elvira Pastor Sánchez, de 35 años, en la colonia Amelitos de Chilpancingo. La denuncia ante la FGE la interpusieron sus familiares el 19 de enero. Fue localizada.

El 20 de enero desapareció Rosa Itzel Vásquez Castellanos, de 23 año, en la colonia Lázaro Cárdenas, de Acapulco. Sigue desaparecida.

Sus señas particulares son una cicatriz en el brazo derecho por una quemadura. El día de su desaparición vestía pantalón de vestir azul y tenis blancos de la marca Adidas. Tiene cabello largo, negro y lacio, ojos cafés oscuro, complexión delgada y 1.55 metros de estatura.

Con este esquema, las autoridades estatales tienen apuntadas las desapariciones del mes.

 

 

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